TIRANDO GUANTES: NO SE QUE PIENSA HOPKINS AL ACEPTAR COMBATE CON KOVALEV
No sé que es lo que piensa Bernard Hopkins al aceptar enfrentarse a Sergey Kovalev. Hopkins, quien está a punto de cumplir 50 años, nos ha sorprendido en muchas ocasiones venciendo a púgiles más jóvenes como Félix Trinidad, Tavaris Cloud, Jean Pascal, Kelly Pavlik y Antonio Tarver, a una edad cuando debería estar gozando de sus nietos en lugar de estar cambiando puñetazos en un ring. ¿Será su pelea con el ruso Kovalev su Waterloo? O nos tiene reservada otra sorpresa.
Mientras que el invicto ruso de 31 años no es ningún portento en eso de moverse en el ring o en la velocidad de sus puños, Kovalev es alto y fuerte y sus puños son letales. La confianza que tiene Hopkins en unificar su título de las 175 libs. ante Kovalev es por demás contagiosa.
El ex “Ejecutor” y ahora “Extraterrestre” es un zorro viejo con mucho colmillo, pero esto no hace a un lado el hecho de que su cuerpo tenga casi 50 años aunque esté bien conservado. Si Kovalev no le tiene miedo, como le han tenido otros que no han tirado suficientes golpes temiendo el caunter de Hopkins, y sube a tirar golpes, el “Extraterrestre” lo burlará como lo ha hecho con otros rivales. Hopkins no ha noqueado a nadie en peso semicompleto y esto tiene que tomar en cuenta el ruso. Kovalev tiene que subir al ring a estudiar a su rival en los primeros dos asaltos y luego meter el acelerador tirando golpes de todos los ángulos en un ritmo frenético que no aguante el púgil afroamericano. Si Kovalev ataca a Hopkins y este aun así gana, habrá que quitarse el sombrero una vez más ante el admirable gladiador de ébano (ya se me están acabando los sombreros)
Merezca o no haber sido descalificado, el argentino Diego Chávez es un boxeador muy marrullero. El che siempre estuvo amarrando a Brandon Ríos cuando el chicano buscaba la pelea en corto. El réferi Vic Drakulich fue criticado por descalificar a Chávez, quien fue amonestado en varias ocasiones por sus tácticas ilegales. El combate había resultado duro y muy parejo porque los dos se pegaron bien cuando había intercambios limpios de golpes. Ríos, sin embargo, empezó a quejarse que cuando Chávez le amarraba los brazos, y lo hizo con frecuencia, le tallaba los ojos con el pulgar del guante y le daba cabezazos.
Chávez ganaba apretadamente el combate cuando fue suspendido en el noveno asalto. Chávez calificó a Ríos como “un costal” después de la pelea buscando con estos insultos una revancha
La frase “no hay enemigo pequeño” está más choteada que las promesas de los políticos. Pero pregúntenle a Thomas Williams Jr. si este adagio tiene mérito o no. Williams, un peleador invicto estaba siendo considerado como sucesor de Bernard Hopkins en las 175 lbs. Williams (17-1, 12 KOs), veía al veterano excampeón mundial de España, Gabriel Campillo (24-6-1, 10 KOs, como un escalón rumbo a un destino campeonil.
Pero Williams nunca consideró que Campillo no iba a cooperar. El ibérico de 35 años era considerado un púgil acabado con 3 derrotas en sus últimas 5 combates. Campillo, sin embargo, se llevó a Williams a la escuela después del tercer asalto. Con punzantes y rectos, Campillo le hizo sangrar la nariz a Williams, pero no fue hasta que le cortó la ceja que el joven rival se desmoronó totalmente. En el 5º round, la esquina de Wiiliams le pidió al réferi Ray Corona que detuviera el combate. Mientras que Campillo sigue vivo, Williams tendrá que volver al gimnasio a aprender más