Tirando Guantes: Peligro en el ring, gajes del oficio

| November 18, 2013 | 0 Comentarios/ Comments

eric_armit_hard_rockSon gajes y percances del oficio. Los policías saben muy bien que pueden morir en una balacera. Los bomberos saben también que pueden perecer quemados o sofocados por humos tóxicos al combatir un incendio. Los pilotos de carreras de autos entienden que ponen en peligro sus vidas cada vez que se ponen detrás de un volante. Este es también el caso de los boxeadores. En un deporte tan brutal como lo es el box, cuya única finalidad es castigar y golpear a sus rivales hasta dejarlos inconscientes, las lesiones serias y hasta la muerte suceden a veces con mucha frecuencia.

A través de los años hemos sentido las muertes en el ring del cubano Benny Kid Paret a manos de Emile Griffith, Walter Ingram ante el mexicano José Becerra, Davey Moore ante  Ultiminio Ramos, Johnny Owen ante Lupe Pintor y Jimmy García ante Gabriel Ruelas para mencionar sólo algunas de las decenas de peleas trágicas a través de los años. Este tema de la muerte en el ring ha vuelto a tocarnos, porque son varios los púgiles que han muerto o que se encuentran en coma prendidos al frágil hilo de la vida después de sus acciones en el cuadrilátero.

La más reciente muerte fue la del peleador mexicano  Francisco “Frankie” Leal en México. En este combate no se detectó ineptitud del réferi, digamos, como sucedió en el trágico combate entre Paret y Grifith. En ese famoso pleito el tercer hombre en el ring no intervino a tiempo para evitar que Grifith siguiera golpeando a un indefenso cubano que estaba colgado en las cuerdas.

En el presente estamos hablando de incidentes y accidentes propios de una azarosa profesión. El pesado ruso Magomed Abdusalamov  está en coma no porque no se tomaron precauciones en su combate con el cubano Mike Pérez, pero está en estas precarias condiciones porque ambos peleadores se enfrascaron en una violenta pelea a 10 asaltos que ganó el cubano por decisión el pasado 2 de noviembre en el Madison Square Garden de Nueva York. Al soviético lo operaron para corregirle una hemorragia cerebral y aunque está en coma los doctores esperan que sobreviva su terrible odisea.

En México, el púgil colombiano José Carmona se debate entre la vida y la muerte después de haber sido noqueado por el mexicano Jorge “Travieso” Arce el sábado en San Luis Potosí. Carmona se desplomó tras una andanada de golpes de Arce y fue llevado al hospital en donde se reportaba grave después de una operación cerebral. Y otro caso que involucró un púgil menos conocido, aunque no menos importante, el boxeador de Nueva Zelanda, Daniel McKinnon también fue operado de emergencia tras haber perdido con su compatriota Robert Berridge en un combate en peso semicompleto.

McKinnon ha sido reportado en condición estable. Se ha hablado en muchas ocasiones de prohibir el boxeo, pero este es un deporte y una disciplina que se practica por personas conscientes que saben en que se meten cuando deciden calzarse unos guantes y estropearse el físico en un ring con otra persona. Mientras que unos boxeadores se han retirado con todos sus sentidos intactos, ya sea porque obedecieron a sus cuerpos ya cansados o porque siguieron los consejos de sus managers o familiares, otros continuaron en esta brutal profesión por gusto o necesidad y acabaron tocados y mermados de sus facultades como Muhammad Ali, Meldrick Taylor y Gerald McClellan.

Si se llegara a prohibir el box, luego seguiría el futbol americano y el hockey. Lo que debe prohibirse son las corridas de toros, y otros deportes crueles que incluyen animales, porque aquí los animales no tienen opción. Los humanos saben bien a que le tiran si participan en estos violentos  deportes. Los resultados trágicos son gajes del oficio

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