Tailandes Rungvisai retuvo título Supermosca
Al propinar nocaut en el 4to round a “Chocolatico”
En lo que significa una dolorosa derrota para el Boxeo Latino, el tailandés Wisaksil Wangek Sor Rungvisai, noqueó en forma fulminante al nicaragüense Román “Chocolatico” González en una pelea por el título Mundial Supermosca del CMB celebrada el sábado 9, en el Stub Hub de Carson, California. Sor Rungvisai derribó a González en el centro del ring cuando corría el cuarto episodio de la pelea. El nicaragüense se levantó antes del conteo de 8 segundos con piernas vacilantes. Aún, así, dio muestras de gran valentía al lanzarse a un cambio de golpes suicida con el thai, que estaba entero y es un gran pegador. Pocos segundos después, una combinación del fuerte Rungvisai envió a la lona por toda la cuenta al Chocolatico.
Silencio de muerte en el Stub Hub de Carson. Nadie lo podía creer. Chocolatico se había convertido en una verdadera leyenda de los pesos pequeños y para esta revancha, se esperaba que reconquistara el título que había perdido injustamente el 18 de marzo ante el mismo Rungvisai, en el Madison Square Garden de Nueva York. Esta derrota de Román constituye un negro recuerdo en la historia del boxeo latino, sólo comparable a otros desastres como las dos derrotas de Alexis Arguello ante Aaron Pryor y los Kos de Pipino Cuevas y Roberto Durán ante el “Hit Man”, Thomas Hearns. Una gruesa delegación de nicaragüenses, que había acudido a Carson para brindarle apoyo al gran ídolo pinolero, enmudeció luego de ver con horror, como el fuerte thailandés arrasó con sus esperanzas.
Desde el mismo comienzo de la pelea, se pudo apreciar que Chocolatico no la tendría fácil. Wisaksil ahora venía mucho más rápido, agresivo y confiado que la vez anterior. Por el contrario, Chocolatico no mostraba la misma seguridad de siempre, su estado de alerta no lucía igual. Combinaciones de cuatro y cinco rapidísimos y fuertes golpes llegaban al cuerpo y a la cara de Román, quien devolvía una réplica, tímida, de dos puños sin mucha precisión ni fuerza. Ya empezamos a sufrir. A ese ritmo y con esa proporción había que mejorar mucho para poder tener chance. Pero, en el fondo, creíamos que el gran Chocolatico, podía conseguir el milagro.
“Está pulsando al tailandés, a ver que trae”, “Fue sólo un round de estudio, ahora viene lo bueno”, dijimos entre dientes. El segundo asalto tampoco nos dio grandes esperanzas. Román se quedaba en la línea de fuego, cubriéndose el rostro, sin ofrecer alguna alternativa. Sólo se paraba a la distancia propicia de Rungvisai a recibir, esperando poder entrar con sus contragolpes; pero estos carecían de velocidad, precisión y explosión. “Hay, mi Madre”, pensamos. “Esto no me está gustando, pero nada”. Otro round para Rungvisai. Nos daba temor que, si Chocolatico no noqueaba y la pelea llegaba al final, estos rounds perdidos, podrían pesar en contra.
En el 3er asalto, vimos al menos una parte, del Román que esperábamos. Salió un poco más decidido y trató de robarle la ofensiva a Wisaksil. Lo logró en parte, porque sus golpes no tenían la acostumbrada puntería. No obstante, por momentos arrolló y el siamés, se vio algo confundido. Fueron ráfagas de esperanza para la afición nicaragüense y latina, que con todo y lo difícil de la situación, jamás se imaginó un final como el que pronto iba a tener que presenciar. A pesar de que González, mejoró algo, no significaba que, seguro, había ganado el round. El thai golpeó con la fuerza acostumbrada, pero no llegó tanto.
Sonó la campana para el 4to asalto y se creía que, de aquí en adelante, la recuperación de Chocolatico era un hecho. Ya posiblemente lo había estudiado y le había tomado el pulso, por lo tanto, ahora venía la remontada. El comienzo del cuarto round, no daba muchas esperanzas, ya que Rungvisai retomó la iniciativa de la pelea y continuaba su golpeó brutal. Román, angustiado ya, trataba de imponer su réplica sin lograrlo. Promediando el asalto, una derecha en gancho del zurdo Rungvisai hizo salir despedido hacia la lona al Chocolatico.
Casi ni se vio. De pronto, Román estaba acostado en la lona. Rápidamente se incorporó, pero se vio que no andaba bien. Lo demás, fue una “Película de Terror”. Instantes de valentía, pero ya la suerte estaba echada. El nefasto final presentaba a Chocolatico, atendido por el referee, sus segundos y el Médico de la Comisión. Todos lo rodeaban. Aun semi inconsciente, Román parecía entender lo que había pasado y sus ojos derramaron lágrimas de vergüenza, pundonor y tristeza por lo ocurrido.
Es tan bueno Rungvisai o Chocolatico no fue el mismo, ¿Qué pasó?
Luego del tremendo impacto por lo sucedido, son muchas las preguntas. Ciertamente, Rungvisai se vio muy fuerte, rápido y seguro de si mismo. Pega durísimo con las dos manos, y un Chocolatico sin movilidad, ni imaginación, fue fácil presa de sus puños potentes. Creemos que Rungvisai sería un muy peligroso rival para el Gallo Estrada, Carlos Cuadras (Ya lo fue) y también para el “Monstruo” Naoya Inoue. Pronto podríamos ver a estos estelares Supermoscas en el ring. Lo cierto es que, hoy por hoy, Rungvisai tiene un futuro venturoso en el boxeo.
De Chocolatico se viene hablando, hace tiempo, que tiene problemas con el peso y que además, otras cosas le han afectado como la muerte de su entrenador habitual. Dicen que el actual equipo no ha terminado de entenderlo. El púgil mexicano, José Nery, quien recientemente ganó el título Gallo en Japón, advirtió que Román no se estaba preparando bien para esta revancha con Wisaksil. Por otro lado, se rumoraba que aun cuando el nica refería mucho sus creencias religiosas, era aficionado a los placeres mundanos. Era atraído –decían-, por el misterio de las noches de música, licor y amores de ocasión. Cuentan que, por esto, tuvo un serio altercado con su Padre, al que trató con rudeza. ¿Será por estas cosas que el gran ídolo nica, no lució igual, esta vez?
¿Seguirá peleando? ¿Se retirará? Y si sigue, ¿Qué futuro tiene? ¿Le dejará secuelas, ese Nocaut? Grandes interrogantes que todavía no tienen respuestas. Si decidiera retirarse no se le podría criticar porque ya demostró todo en el boxeo y aun con esas dos derrotas es uno de los más grandes de la historia de los pesos pequeños. Económica y mentalmente, se supone que está bien, como para dedicarse a cualquier otra actividad. Pero si sigue, deberá haber aprendido la lección en cuanto a cómo tomar en serio sus compromisos; designar un equipo que le sea compatible y volver a tener la mentalidad de un Supercampeón. Deberá tomarse un descanso, practicarse los respectivos exámenes médicos y pensar en su futuro inmediato. Por el momento, simplemente, apoyamos al gran Campeón pinolero, cualquiera sea su decisión.