SI HUBIERA SORPRESA, ROBERTO QUESADA SERÍA LA DIFERENCIA

Por Andrés Pascual

Erislandi Lara le respondió a Jorge Ebro cómo ve el boxeo cubano de forma rara y contradictoria de acuerdo a otras opiniones que he leído: “…ha dado un bajón muy fuerte…”, acto seguido se consideró el Ivanhoe de la disciplina, pero nadie sabe, porque no se lo preguntaron, si la referencia incluye al boxeo castrista en la Isla o solo al grupo que pelea profesionalmente “…siento la responsabilidad de impulsar de nuevo al boxeo cubano” ¿?

Debajo puse el link de la entrevista:

http://www.elnuevoherald.com/deportes/boxeo/article23748397.html

Por lo general escribo: “no es posible escuchar lo anterior”; sin embargo, voy a ser más incisivo: “no es posible hacerle preguntas de ese tipo a un egocéntrico triunfalista, “made in Castro’s filosóficamente”, a pesar de que fue reprimido cuando intentó quedarse en Brasil y lo devolvieron Lula y Chávez, que no puede reconocer la mala impresión que causa, por lo tanto, se ve impedido de moderar su conducta, que incrementa el rechazo ajeno cada vez que abre la boca.

Para bien del pugilista en su relación con el fanático de otras latitudes, el comportamiento de Mayweather jr no puede ser un precedente que influya, entre May y Lara median años luz de diferencia y millones para llenar 60 piscinas 50 x 25 con billetes de mil dólares, sin ser el Niño Bonito ni el # 20 en un ranking histórico L x L. Así que ¡Cuidado! Pretender buscar la atención “cayendo mal”, retar las normas de “convivencia” con inmodestia, solo pueden hacerlo “los escogidos” por la Fortuna.

Si Ebro no puede, no entiende o no quiere manejar una entrevista acorde con la personalidad y el temperamento de un individuo que no sabe contenerse, que necesita el apoyo protector del medio “grande”, que, se supone, funciona como la principal mentalidad promocional positiva detrás de los cubanos “nueva ola”, porque es, junto a Rigondeaux, el otro más criticado y rechazado por su estilo de pelear, tampoco debe contribuir a destruirlo involuntariamente, en cuanto a restarle simpatizantes, preguntándole lo que responderá de forma chocante para el lector; si no puede solucionarse lo que es vicioso por lo repetido en este tipo de entrevistas, tanto a boxeadores como a peloteros, entonces debía meter la mano Luis de Cubas jr, aunque, por lo reiterado, parece que a este tampoco le interesa o no ha terminado de leer la cartilla del promotor exitoso; a todas luces, Cubas jr no entiende qué está pasando ni cómo asimila el público esa boconería ni ese estado simbólico de cuartería que se abroga el boxeador, respondiendo basura a preguntas ni realistas ni juiciosas, que, nadie lo dude, lo puede arreglar un poco la alteración del ritmo y la estrategia combativa sobre el ring literalmente, acercándose a los contrarios para utilizar la verdadera llave de la defensa del boxeador: el sidestep y el waving, igual que lo puede desarreglar 4 palabras dichas con fanfarronería y soberbia, para lo que no tiene ni la clase ni el nivel de fama y aceptación.

Erislandi Lara es favorito ante el dominicano Delvis Rodríguez, que tiene unas cuantas peleas más que el cubano, récord 28-7-4, 16 Ko’s el quisquellano, por 20-2-2, 12 Ko’s el criollo. Rodríguez es 3 pulgadas más alto que el zurdo oriental.

Si algo le hace daño al protegido de Cubas jr es la ausencia total de “sportsmanship”, infrecuente en los boxeadores de la Cuba precastrista, frases como “le voy a partir la boca al Canelo”, “con cualquiera, incluso Golovkin” y otras por el estilo, pero dichas con desprecio y altanería, campean por su respeto en el diccioonario de agresiones orales castristas del boxeador, que no asume la cordura ni la modestia de quien es un indudable estrella del pugilismo, Guillermo Rigonderaux.

La esquina de Lara y él mismo tienen que desatender las constantes ridiculeces de los 4 ó 5 cronistas que lo apuestan todo a él con frases como “defensa exquisita del aula de 3er grado del boxeo casstrista”, entendido como Escuela Cubana de Boxeo, por cierto, por el fracaso como boxeadores de empeño ante el fanático ajeno al cubanoide, poco empleadas de un tiempo a esta parte y otras por el estilo.

A fin de cuentas, tiene que hacer los ajustes que lo coloquen en plano de demanda mundial, única forma de ganar dinero en el deporte.

Si se produjera una sorpresa en la pela entre Lara y Rodríguez, sería porque el dominicano tendrá en su esquina a Roberto Quesada, un buen trainer de nivel internacional y oficio reconocido, además, conocedor del temperamento de este boxeador que, si sube positivo, puede dar una buena batalla, por el contrario, la distancia afuera la puede convertir en una carrera durante 12 rounds, tirando muy poco para el nivel de un campeón de la AMB superwelter. En sus última 3 peleas, Rodríguez tiene una ganada por nocao contra Freddy Hernández, otra perdida por igual vía contra Cotto y la última, el 16 de abril del año pasado, tablas en 12 rounds contra Joachim Alcine en Canadá. Hace un año y dos meses que el rival de Lara no boxea, mientras, ha estado comentando en ESPN.

Negativo alrededor de Erislandi Lara es el fantasma de alimentarle el carácter eterno a lo contradictorio en la pelea que perdió contra Williams por decisión, porque tiró menos que el americano o que le hayan robado contra Canelo, cuando el mexicano no pudo agarrarlo porque prefirió correr, contraproducente para lograr el reconocimiento; manejar esa derrota como fallo judicial robado es injusto o de colegial de la crónica.

Todavía no se aprecia si Al Haymon tiene al cubano para empeños mayores, para buenas peleas y mejores bolsas, o para que siga hablando y rellene o estelarice carteleras de cable ampliado; porque, nadie lo dude, por su brillo, por su estilo lejos de lo que gusta en la televisión americana, un pleito como el que celebrarán por la versión AMB en poder del cubano esta noche en Chicago Lara y Rodríguez, no puede valer más de $ 2 dólares con un perro caliente y una cerveza incluidos.

Hoy, a partir de las 9 de la noche por SPIKE, revise que usted lo tiene en la oferta, es cable ampliado, no PREMIUM.