Se descalabra la pelea Chávez-Martínez II

La gran demostración de boxeo que implemento Sergio Gabriel Martínez en su pelea contra Julio César Chávez, el 15 de septiembre de 2012, le valió recuperar el cinto CMB mediano que con artimañas le había sido despojado; pero esa demostración falto por mucho el pasado 27 de abril, cuando ante su afición el “Maravilla” se mostró falto de velocidad, de ingenio y de poderío, hasta el punto que los jueces le mantuvieron con parches la corona mundial en su cabeza. Con esa desastrosa presentación, no sólo la fama del argentino se cimbró, también se tambaleó la tan sonada revancha ante el hijo de máximo ganador de México.

Cara, muy cara victoria

Aquella noche del 15 de septiembre, bañado en lagrimas por la emoción de recuperar con los puños lo que en el escritorio le habían quitado, Sergio Gabriel “Maravilla” Martínez coronó una de las mejores carreras internacionales del momento. Una carrera plagada de injusticias en contra como la derrota ficticia ante Paul Williams que él mismo se encargó de aclarar en la revancha, donde el argentino regaló uno de los más espeluznantes KO de la década.

Aquella noche todo, casi todo, fue perfecto en el trabajo del “Maravilla”, sólo esa arrogancia que a veces le sobra lo llamó a bailar a Julio César Chávez Jr. en el último episodio. Con un mexicano tan agotado, Sergio Gabriel intento pegar con derecha y salir, mas a la altura del 12 la estamina le falló; terminó en la lona y a 30 segundos de una dolorosa derrota.

Sin embargo, se ha señalado hasta el hartazgo que Martínez perdió mucho esa noche, una lesión importante en su pierna derecha , que fue minimizada por su equipo, cobró factura el pasado 27 de abril. El argentino, acostumbrado a los agile esquives, se mostró parco e incapaz de salir del radio de Martin Murray, la respuesta está en gran parte en esa pierna lesionada al caer el 15 de septiembre. El “Maravilla” no volverá a ser el mismo hombre que desaparecía de repente.

La otra gran perdida, quizá la más importante, está en su mano izquierda del argentino. Acostumbrado a golpear bien, Martínez ganó muchas peleas con vistosas combinaciones pero sin poder, hasta que subió a peso mediano. Con ese buen golpeo y el peso de sus puños en la 160 libras, el rioplatense se cansó de conectar de llenó a Julio César Chávez Jr., pero a partir del cuarto episodio sufrió una fractura, misma que no le impidió seguir dominando el combate.

Esa lesión, sin embargo el cuidados y tratamientos médicos previos a la pelea con Murray, volvió a aparecer desde el segundo round. Un golpe infortunado al codo del británico y se acabó el espectáculo del “Maravilla”. Nadie duda que en plenas condiciones el argentino había vencido y quizá noqueado al Martin, pero pocos pueden afirmar cabalmente que con una pierna mermada y con la mano rota el campeón CMB mediano retuvo con toda justicia su cinto.

El hombre que estuvo perseguido por las injusticias ahora se ha valido de una de ellas para seguir siendo monarca del mundo. Nadie desconoce que en la pampa la localía de los jueces da por hecho triunfos de peleadores nativos, pero jamás el mundo del boxeo se imagino que a Sergio Gabriel Martínez le regalaran una victoria, que este extraordinario boxeador necesitara ayuda para poder salir avante.

La historia a veces tiene paradojas, una de ellas parece juntar a Martínez y otro grande de la esgrima argentina: Nicolino Locche. La noche del 03 de abril de 1971, el “Intocable” se rompió el brazo izquierdo desde el segundo episodio, pero logró llegar al final de la pelea, contra un muy elemental Domingo Barrera, que por lo mostrado en el cuadrilátero debió quedarse con el cinto AMB superligero, pero los jueces le concedieron una DD muy dudosa a Locche, fue una gran mancha en el palmarés de un grande entre los grandes. Al igual que la pelea de este 27 de abril pasado, la afición no reparó en la justicia del falló y arropó con gran entusiasmo a Locche como ahora lo hizo con Martínez.

El Júnior, a la espera

Antes de que el británico y el argentino pisaran el enlonado del Club Atlético Vélez Sarsfield, ya de daba por hecho el segundo enfrentamiento entre el “Maravilla” y Chávez Jr., la fecha se había recorrido de septiembre (donde ahora figura Juan Manuel Márquez como cabeza de velada) a inicios de diciembre. Tampoco había empacho en pensar el resultado de Julio César contra Brian Vera en junio próximo. Pero ahora, con el anuncio de que la fractura de Martínez es mucho más grave que la del año anterior (volvió a romperse en el mismo sito seguramente), la pelea no va este año.

Martínez sigue cargando el pesado karma de haberle quitado el invicto y el campeonato al hijo de Julio César Chávez,  su oportunidad de ganar en dinero lo justo se esfumará hasta 2014, porque a la vista, ninguna pelea le dará más de 3 millones de dólares que la revancha ante Chávez Jr. La injusticia de nuevo puede venir de los escritorio del CMB, puesto que si en la anterior ocasión se despojó al “Maravilla” cuando estaba en óptimas condiciones de salud y peleando, ¡qué no harán con el peleador lesionado y fuera de combate por ocho meses!

También a Julito le cayó como balde a agua fría la noticia de la lesión de Sergio Gabriel. Si algo tienen los sinaloenses es el orgullo y Chávez Jr. no podrá seguir su carrera sin sacarse la espina de ese 12 asalto, en el que tuvo a punto de KO a su archienemigo y lo dejó ir vivo, muy lesionado, pero victorioso.

Chávez tampoco puede sentirse feliz de que sin Martínez, Golovkin y Quillin entren de lleno en si panorama, pero quizás la espectacular fecha de diciembre se dé frente alguno de ellos o ante el mismo Murray, peleando por el vacante CMB mediano (después de que el CMB nombre campeón en receso al argentino)

Julio César, quien aun es una incógnita en su regreso al cuadrilátero, ha jurado entrenarse como nunca, mantenerse limpio y disciplinado, y ha prometido ganar de nuevo su cinto CMB. ¿Lo logrará?