Rumbo a la disputa del cinturón verde y oro WBC, Julio César “El Rey” Martínez alista artillería en el Centro Ceremonial Otomi

Con el animo por los cielos y grandes deseos de adjudicarse el cinturón verde y oro del Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés), de peso mosca, el púgil capitalino Julio César “El Rey” Martínez alista su artillería en las alturas del Estado de México, al establecer su campamento en el Centro Ceremonial Otomi de Temoaya.

Julio César Martínez Aguilar, quien el próximo sábado 31 de agosto buscará despojar a domicilio de la corona WBC de los 50.802 kilogramos (112 libras), al británico Charlie Edwards, duelo que servirá de respaldo a la batalla que sostendrá el ucraniano Vasiliy Lomachenko y el local Luke Campbell, no quiere dejar nada a la casualidad, y a decidido instalar su campo de entrenamiento en las alturas del Estado de México (3200 metros sobre el nivel del mar), sitio que ha sido utilizado por grandes figuras del deporte de los puños para llegar con un gran rendimiento a sus enfrentamientos.

Tras ocho días de haber instalado su campamento de altura en el municipio mexiquense de Temoaya, el retador obligado a la cinturón verde y oro WBC, inició la etapa de resistencia y fuerza, trabajo que es complementado ocho y diez rounds de Boxeo con sparring, algo que realiza bajo la supervisión del entrenador Mauricio Aceves Gallegos, y con el auxilio de los peso supermosca Yair Moral Deval, Joaquín “Sonrisas” Cruz y Joel Córdoba.

Al respecto, el estratega Mauricio Aceves Gallegos afirma que esta es una fuerte y buena preparación,.

“Estamos en plena etapa fuerte del entrenamiento, por eso nos venimos a las alturas del Estado de México para oxigenar bien a Julio César Martínez”, advirtió Mauricio Aceves, al mencionar que la concentración le permitirá a “El Rey” llegar aclimatado al frío de Inglaterra.

Con una marca profesional de 14 combates ganados, 11 de éstos por la vía del “cloroformo puro”, a cambio de una sola derrota, Martínez Aguilar viene de doblegar por nocaut al guerrerense Irving Ordaz y el también británico Andrew Selby.

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