ROBINSON, MAYWEATHER JR Y EL CHINO MAIDANA

Incluso en la capacidad para manejar el negocio con autonomía, inteligencia y responsabilidad, Robinson lo superaba, porque el Azúcar de Harlem nunca necesitó jugar al malo con intención de sumar un tipo especial de público, cantidad generosa, que ve sus peleas esperando que alguien lo mate…

A Robinson se le disfruta aún como la más fácil y compleja máquina de boxear nunca antes vista ni repetible, que lo hizo todo bien y, cuando equivocó un lance, necesitó solo de segundos para poner las cosas en orden.

A favor, no de Mayweather jr, sino de los tiempos, la barbaridad del guarismo bajo contrato ¿Cuánto hubiera que pagarle a Sugar Ray hoy? Al modo mío de verlo, dos veces lo que al inquilino de Las Vegas, porque el pupilo de Gainford no era dado a deslucirse en ningún momento ante nadie si no lo necesitaba, previa cláusula de revancha obligatoria por el medio.

Floyd es lo mejor de una actualidad en que el mundo pasa de 7,000 millones y el boxeo tiene la mitad de boxeadores que 1958, en cuenta que aquel año, solo en Nueva York, hubo 6 veces más gimnasios que en la actualidad y la proporción de peleadores de entonces a hoy es de 10-3.

A pesar de los mexicanos, que siempre han peleado en cantidades más que generosas, si el negro americano se ausenta del ring, Fistiana tiene problemas, y eso ha sucedido, que se van a la NBA, a la NFL, a MLB, porque en el deporte de las narices chatas y las orejas de coliflores, a pesar de que pueden ganar un par de millones por 36 minutos de trabajo (a veces dilapidarlo en menos tiempo), no hay la mínima seguridad social, ni retiro ni seguro médico. Época esta también de trainers que, con pocas excepciones, no soportan la comparación con “el buen tiempo ido”, ni la prensa ni, mucho menos, los oficiales de la cartelera.

El hombre que se auto-apodó el NIÑO BONITO ha tenido un par de peleas en que no ha lucido como hace 10 años, tampoco es posible que, a su edad, mantenga el ritmo que le hizo famoso, pero hay algo, sus piernas no son las mismas, por eso Coto lo obligó a intercambiar golpes y lo sonó con relativa autoridad. Esa“debilidad aparente” se pudo apreciar contra el argentino Maidana también y es un peligro.

Los boxeadores de gran cartel de esta época, campeones mundiales de PPV, cumplen el compromiso con dos peleas anuales, la cantidad que ganan les permite lo que, a mi juicio, es poca acción y en eso también hay diferencias con el ayer.

Pero Mayweather jr ha estado en la lista rutinaria de los que se van y regresan; en su caso, sin riesgos, porque apenas lo han castigado, sin embargo, el alejamiento parcial del ring y los años conspiran contra la velocidad y, en poco tiempo, quizás contra su resitencia al límite y a los golpes.

La primera pelea contra Maidana descubrió que ya no reacciona igual contra el ataque frenético y despiadado, que pasa trabajo para devolver los golpes y que le resulta difícil contener a un fajador a tiempo completo que aguante y pegue, por lo que tiene dos preocupaciones para el sábado: esquivar los golpes que le van a tirar, supuestamente bastante, y conectar bajo el fuego de la artillería enemiga

Al margen de “pesadeces” relativas a su nivel escolar, opiniones desenfocadas hacia un hombre que no se gana el dinero leyendo en una tabaquería cubana, como la de Tim Dahlberg o la de 50 cts, sino de la forma más viril posible y con el mayor éxito de la historia en el oficio, Mayweather jr debe ganarler al Chino Maidana en la revancha, pero sin obligación, sin sello de garantía, porque, la del sábado será una prueba en la que, además de su intelecto como boxeador, de su capacidad superlativa de pugilista de clase inmortal, se examinarán sus piernas, sus, no sé si decir ayer privilegiadas, pero al fin y al cabo.

Si logra ganarle a Maidana por amplio margen, puede decirse que está preparado para derrotar a Manny Pacquiao cuando sea.