Ray Mancini / Vivió un momento que jamás olvidará y que marcó su propia vida

El boxeo tiene historias de superación, triunfo y reivindicación, pero también tiene historias difíciles, tristes y lamentables. Sabemos que esto es un deporte de contacto y los riesgos que conlleva, mas siempre tenemos esa fe de que los protagonistas saldrán bien y sin dificultades físicas o neurológicas y que en ocasiones la vida nos muestra que la fe no es suficiente.

Ray Mancini, apodado “Boom Boom”, vivió un momento que jamás olvidará y que marcó no solo su carrera sino su propia vida como si fuera un tatuaje. En su niñez Mancini había practicado otros deportes, pero se enfocó mas en el boxeo ya que su padre Lenny había sido un destacado boxeador de peso ligero a finales de los años 30’s y principios de los 40’s y que vio su carrera tronchada debido a una herida de una metralla en Francia durante la segunda guerra mundial. Ray nació en una pequeña ciudad llamada Youngstown que quedaba cerca de la frontera entre Estados Unidos y Canadá Era visto como el hijo de Lenny la leyenda local.

Su padre no quería que Ray fuera boxeador profesional porque era una vida difícil, dolorosa y solitaria, mas sin embargo cambio de parecer cuando su hijo le dijo que quería ganar el título ligero para él. Para el boxeador era una misión, una carga sobre sus hombros. El 3 de octubre de 1981 tuvo su primer oportunidad titular ante Alexis Arguello quien realizaba la primera defensa del título. Mancini cayó noqueado en 14 rounds viendo como no lograba su mision,misión. Para su consuelo Alexis dijo que su corazón era especial, pero el de este chico era más grande y que sería campeón. Ray advirtió que no era el final y que volvería.

Siete meses después (el 8 de mayo de 1982) obtuvo su segunda oportunidad titular ante Arturo Frías al que venció en el primer round cumpliendo la promesa que le hizo a su padre quien acaricio una oportunidad titular en 1940, pero el deber de ir al ejército no se lo permitió. Por esta pelea “Boom Boom” (apodo dado por su padre) cobró $400,000 y dijo que tan pronto el contable le dijera que ya tenía suficiente dinero en su cuenta de retiraría.

Poco sabía que la tragedia llegaría a su vida en la forma de Kim Duk Koo, un joven koreano que nació en Goseong cerca de la frontera que dividía a las dos Koreas. Huérfano de padre a los 2 años vivió una vida paupérrima mudándose a Seúl donde fue limpiabotas soldador y vendedor ambulante. Llegó al gimnasio “Dong Ah” el más importante del país y ahí inició su carrera boxistica.

Realizó 18 presentaciones en su país y una en Filipinas donde se le ofreció una bolsa de $20,000 por pelear con Mancini a, lo que el joven Kim dijo que moría él o moría Ray. Escribió ” matar o morir” en la pantalla del velador del hotel donde se hospedaba sin sospechar lo profético de sus palabras. Su novia Lee Young Mi tenía 8 meses de embarazo y recién se había comprometido con su novio hacia unos meses. El 13 de noviembre de 1982 en un estadio montado en un espacio abierto se celebró el combate sin nadie sospechar lo que allí ocurriría. Mancini era favorito ante un rival desconocido en Estados Unidos, la pelea fue mucho más fuerte de lo que se esperaba.

Los primeros 2 rounds fueron controlados por Kim, aunque luego fue cediendo debido a los golpes al cuerpo que recibía. Fue un combate reñido intenso y brutal donde ninguno de los dos daba tregua ni tampoco un paso atrás. Gil Clancy (quien estuvo en la esquina del fenecido Benny Paret y quien fungia de comentarista) dijo, ” algo va a pasar aquí” sin tener idea de que así sería, en el round 10 al retador se le descontó un punto por trabar y golpear simultáneamente. Los rostros de ambos estaban desfigurados de tanto golpe, pero ninguno se quitaba. En el 11 un uppercut de Ray hizo trastabillar a Kim cuya rodilla izquierda rozó la lona recomponiéndose de inmediato. En el round 13 hubo un festival de golpes y Kim respondió poco.

En el round 14 el campeón con una mano inflamada ojo izquierdo cerrado y una cortada sobre su ojo derecho, iba al frente en las tarjetas. Un recto de derecha a la mandíbula y un gancho de izquierda enviaron al koreano a la lona. A duras penas se puso de pie y el réferi Richard Green, mirando al retador a los ojos, detuvo la contienda diciendo que Kim no estaba allí. Mancini festejaba y el retador se desplomó en la esquina siendo atendido por el médico del ring. Fue trasladado al hospital “Desert Springs” donde se le realizó una topografía computarizada que evidenció que tenía un hematoma subdural en el lóbulo parietal. Fue operado durante 2 horas y media para eliminar el coágulo, 100 centímetros cúbicos de sangre le fueron extraídos.

El cirujano declaró que esto se debió a un fuerte golpe en la cabeza. Su estado era crítico con daño cerebral terminal, su cuerpo casi no respondía. Esa noche Frank Sinatra presentó a Mancini como su amigo y dijo que presenció la pelea más brutal de su vida. Ray subió con una música triste y habiéndose enterado de la condición de su rival pidió a todos que oraran por él y su familia. Decia que tenía que tener fe para superar esto. Al saber de la muerte de Kim expresó destrozado que estaba muy triste y que esperaba que la gente entendiera que esto era uno de los riesgos de su profesión, que no se culpaba, pero tampoco se desentendió de la situación pues fácilmente pudo haber siédo él.

Bob Arum pidió que se suspendiera toda actividad pugilistica por unos meses en lo que una comisión médica realizaba un estudio para reducir los riesgos del boxeo. El Promotor sugirió el uso de cabezales y guantes con mayor protección. La madre de Kim, quien viajó a ver a su hijo, declaró que no culpaba a Mancini y que nunca hablaría mal de él, agradeciéndole que pidiera a todos la oración por su hijo.

La pareja del difunto, que había sido velado en el gimnasio donde comenzó su carrera, se casó con su espíritu siguiendo una ancestral costumbre coreana. El Consejo Mundial de Boxeo (CMB), que no tenía nada que ver, anunció que para sus peleas titulares los rounds se reducirían a 12, alegando que las lesiones según un estudio se producían en los últimos tres rounds. La última pelea titular a 15 rounds fue la de Bobby Chacón y Rafael “Bazooka” Limón.

Cinco años después la Asociación Mundial de Boxeo (AMB) emuló la decisión del CMB y 7 años más tarde la FIB hizo lo mismo. Esto no evitó las secuelas de la tragedia, pues la madre de Kim se suicidó bebiendo una botella de pesticida, el réferi Richard Green se suicidó de un disparo en la cabeza carcomido por la culpa de no haber detenido el pleito a tiempo. Mancini quedó marcado y tras dos defensas perdió el título por nocaut ante Livingstgome Bramble en el round 14 siendo llevado al hospital, pero con la suerte de poder salir con vida, mas sin embargo la sombra de aquella fatídica noche le persiguió por toda su vida.

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