¿Qué estaría pensando Canelo cuando optó por ir tras el fajín de las 168 libras?

Foto cortesia: Jorge Najera

Las dos salvajes machacadas que se han dado Saúl “Canelo” Alvarez y Gennady “El Triple G” Golovkin son de las que acaban a los boxeadores o dejan secuelas. Con frecuencia, un nocaut fulminante hace menos daño en el físico de un boxeador que una pelea larga y castigadora como las dos que han sostenido el mexicano y el kazajo. El triple G está dolido, no solo por el castigo que le infligió el mexicano, sino porque cree que ganó el primer combate y el segundo también. Y puede que tenga razón. Pero eso fue ayer.

Golovkin quiere un tercer combate, no solo para sanar su pisoteado orgullo, porque aunque el tercer combate sería tan brutal como los otros dos, otro cheque multimillonario le caería muy bien en su cuenta bancaria ahora que a sus 37 años le queda poco de vida dentro de un ring. El Canelo, por su parte, quizá ve en el espejo la cicatrizante cortada en la ceja que le propinó su encarnizado rival, y las hematomas y moretones en la cara y en el cuerpo, y optó por tomar otro rumbo.

Sorpresivamente, como el que se saca un as o un rey de la manga en un juego de póker, el Canelo, claro, con la bendición de Oscar de la Hoya y Chepo Reynoso, escogió como su siguiente rival a un boxeador mas pesado y menos conocido. Rocky Fielding, su siguiente rival, es un británico campeón mundial de la AMB de las 168 libras, o sea, el mexicano le concederá peso y estatura a su próximo contrincante.

El campeón supermedio, 27-1, con 15 KOs, según la foto de publicidad tomada arriba en el edificio Empire State de Nueva York, le saca entre 4 y 5 pulgadas de estatura a Canelo. El pecoso mexicano, quien es un peso medio chico, dice que quiere más títulos y más retos. Lo que quiere hacer el púgil de Guadalajara no es imposible, aunque si algo difícil de lograr si el desconocido titular inglés es un buen rival. En los tiempos pasados en que los boxeadores eran más peleadores que vedettes, era común que un buen campeón chico le ganara a un buen campeón grande. Pero el adagio de que nunca un gran peleador chico le va a ganar a un gran peleador grande estará en juego. Ya sabemos lo que trae el mexicano, ahora hay que ver lo que tiene el británico.

Quizá, el Canelo se ha animado a batirse con un rival más grande, porque ya lo hizo con Julito Chávez y salió adelante. Pero el Julito de aquella pelea era un gabazo al subir al ring, porque batalló enormidades para marcar el peso pactado. ¿Se rajó Canelo a una tercera pelea con el GGG? No lo creo.  El pelirrojo mexicano solo quiere cambiar de rival y de aires.

CANELO FIRMA CONTRATO RECORD CON DAZN

En noticias de última hora, los que todavía dudan del empuje taquillero del Canelo, se van a quedar helados con esta noticia. DAZN, la nueva modalidad en televisión en cable, acaba de firmar un millonario contrato de exclusividad para televisar y vender las siguientes 11 peleas del mexicano. El güero tapatío recibirá a cambio la nada despreciable suma de ¡$365 millones de dólares! Este es el contrato más jugoso entre una televisora y un boxeador en la historia del pugilismo profesional. Lo que dejara a un lado HBO, por haberse retirado del box, lo tomará DAZN. Este nuevo modelo tipo “stream” cobrará $10 dólares por ver las peleas de Canelo en lugar de los horrendos $80 dólares que se pagan en pago-por-evento. ¡WOW! Arriba la competencia.

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