PARA GAMBOA SIEMPRE ESTARÁ ABIERTA “LA 2da PUERTA”
Por Andrés Pascual
Barbaridades: según Ejecutivo de una promotora, “Gamboa a pelea de vida o muerte…”, inaceptable literalmente tanto como en sentido figurado. Hay opciones, hay vida después de la muerte para boxeadores que fueron, como los toreros, “de gran cartel”.
Yuriorkis Gamboa terminó su vida útil para la cartelera boxística en plano estelar, jamás regresará al momento de mayor esplendor que tuvo entre profesionales, no conserva un ápice de su velocidad prodigiosa, y la culpa fue de sus manejadores, que no le cuidaron la salud personal ni el entorno familiar ni la preparación adecuada, TODO JUNTO AFECTÓ, ADEMÁS DE SU FORMA FÍSICA Y DEPORTIVA, SU IMAGEN PARA LA PUBLICIDAD, MUY IMPORTANTE PARA LA MEDIA TELEVISIVA.
Quien alcance planos de super-estrella en el deporte profesional, adquiere compromisos de riguroso cumplimiento o “muere”, quien, como el antillano, se movió entre los 10 mejores del mundo y los 5 mejores de la división feather, no debía, no podía escapar al escrutinio de rigor, no podía dejarse hundir por semejante peso, no podía evadir la obligación con el dinero, pero, sobre todo, con el respetable público, que ensalza a un astro o entierra un cadáver.
El público no cubano sabe o supone que Yuriorkis Gamboa no será más una atracción de taquilla, sin embargo, cosas extrañas que suceden a veces, de pasar las de San Quintín para lograr pleitos y cotizaciones buenas “a boca de ring” en su mejor momento, la etapa que avizoro para el oriental será pródiga en peleas “ratoneras”.
Si, como supongo, siguen las cosas tradicionales del boxeo histórico, le lloverán contratos de 4ta en arenas de mala muerte, sin televisión ni media de importancia, salvo la noticia la mañana siguiente, “volvió a perder por nocao Gamboa”, comienzo y final del amargo calvario del peleador “escalera”, muy bueno para que novatos que no le hubieran durado un round en plenitud, escalen sobre él, mejor sobre su nombre, o sobre lo que fue un dechado de facultades innegables, porque los promotores necesitan de estos pugilistas que fueron famosos y no pueden hacerle daño al “pino nuevo”, al pupilo que a veces sí y la mayoría de las veces no.
Cierta prensa comprometida de Miami, me gusta decir pagada por debajo de la mesa, comenta que, la contratación de un ex trainer comunista por la esquina de Gamboa, como que hará un milagro…Pedro Roque, “y dale con la cantaleta”, se hará cargo del entrenamiento del pugilista, y nadie sabe si es un error de cálculo aquí, o algo calculado con toda la tenebrosa mal idea conocida desde las oficinas de control de material humano desde allá.
Señor mío, lo único grande de la preparación de boxeadores cubanos después de 1961 se llama Ismael Salas…porque Chícharo Sagarra, que prometía un mundo, nunca ganó entre profesionales, se quedó “tuerto en la tierra de los ciegos” y no arriesgó, aunque Castro lo hubiera pisoteado y con él la gloria boxística nacional, al meterle por el hocico a Chervonenko, que no valía un medio, para que entrenara a Teófilo.
A los viajecitos a Cuba tal vez le agradezca Gamboa la pérdida de la forma, a la vida licenciosa que tal vez le programaron, “a nivel de partido”, para destruirle la carrera, incluso tuvo un accidente de automóvil (foto) que casi le cuesta la vida…
El 25 de noviembre el criollo enfrentará a Jason Sosa en el Garden, como escenario que magnifica la velada y al boxeador, será importante, porque depende de este combate y en ese lugar, que logré otro por un poco de dinero para pagar cuentas pendientes.
Yo no creo que lo maten boxísticamente, ya está muerto, en el Garden lo van a enterrar para que siga “saliendo como el zombie de Hollywood”, en arenas cementerios, de escalón para figuras que nunca hubieran podido vendarse por quien vendara a Gamboa ni en el mismo camerino. A pesar de todo, suerte ex campeón, la vas a necesitar…