PARA ENTENDER EL OFICIO DE AL HAYMON
El ciclo de esplendor de Kid Chocolate se inició en 1928, según el Maestro Eladio Secades en su sección editorial deportiva Tres Verdades, BOHEMIA 1960, “hubo cronistas de boxeo que sospecharon que las actuaciones del cubano estaban controladas en Norteamérica por un magnate de recursos inestimables…” para ratificar la validez del rumor, continuó: “Un día le preguntamos a un amigo del gran boxeador si era verdad que JESS MC MAHON percibía un % de los ingresos del Bombón Criollo. La respuesta tuvo apariencias de evasiva casi diplomática: Mr MC MAHON no era precisamente manager de Chocolate. Lo ayudaba…”
Hace 55 años, hubo sospechas por la facilidad con que Emily Griffith escaló hasta el # 1 en el escalafón welter del año 1960, clase boxística aparte del gladiador de las 147 ½, el poderoso empujón lo llevó hasta un pleito titular contra el campeón cubano Benny Paret, el 1ero de Abril de 1961 en Miami Beach, que ganó por decisión.
Verdad que Griffith se convirtió en el TATA CUÑENGUE de los boxeadores cubanos de las 147 1/2, incluso de otros latinoamericanos como Jorge Fernández o el Indio Ortega, pero, ser exaltado en el ranking y en el rating, además de lograr el compromiso por la diadema, única de la época, que, según René Molina, “cristalizó en un santiamén…”, por tan vertiginoso proceso, la carrera del peleador de Islas Vírgenes merecía “de investigación y comentarios especiales”, que aclararan para el fanático “cómo pudo y gracias a quién…”
Para alimentar la sospecha de “manos fuertes e invisibles” detrás de Griffith, tenían en cuenta los cronistas cubanos de la época el diminuto palmarés del isleño, que laboraba en una fábrica de sombreros de mujer en Nueva York; pero, además, que Luis Manuel Rodríguez no fue premiado con una oportunidad titular, pese a que 1959 había sido extraordinario para el camagueyano, incluso con dos victorias sobre el monarca mundial villareño.
Tan grande fue la actuación de Luis Manuel en 1959 que, cuando se publicó el ranking del año, con la excepción de Florentino Fernández, el hijo adoptivo del reparto Mantilla había derrotado a 9 de los 10 clasificados oficiales en la división welter.
De acuerdo a los tiempos modernos, con 4 organizaciones y escalafones de 15 peleadores, no debía ser muy difícil entender que, de todos los campeones mundiales de una división, sin juniors y para 8 pesos, puede decirse que esos monarcas de 3, 4 y hasta 5 fajas, no hubieran sido posible, como que más del 60 % de los campeones desde 1980 hasta hoy, tampoco hubieran obtenido ni una pelea titular; algunos, posiblemente, ni hubieran hecho escalafón oficial.
Entre los peleadores de hoy y los de ayer no hay la mínima posibilidad de comparación, sin embargo, Griffith pudo pelear y ganar contra Paret sin la cantidad de peleas que entonces se exigía.
Para lograr el pleito titular pasaron cosas raras, en 1959 apenas se conocía a Griffith, pero derrotó a Luis Manuel y a Florentino de forma más sospechosa que curiosa: el bout contra 3 Toneles fue una total y abierta falta de respeto del referí Arthur Mercante, que le quitó dos rounds al cubano por pegar bajo, que, según la crónica del sector, solo él vio; después, cuando tiró a Griffith con un gancho a la cabeza, decretó resbalón y detuvó la pelea un rato prudencial para que el ganador se recuperara.
El fallo contra Luis Manuel no solo fue discutible y controversial, sino escandaloso, porque, según los cronistas cubanos que asistieron, como Amador Urquía, “Griffith no logró ver a Luis Manuel en todo el combate, nunca adivinó de dónde salían aquellos golpes que no pudo evitar y que no respondió como tenía que hacer para que le levantaran el brazo…” Es decir, aquella pelea la perdió y contra Florentino, pero una fuerza poderosa lo empujaba hacia la bandeja donde estaba servido el contrato contra el Campeón del Mundo, que no pudo ganarle, porque, verdaderamente, no tenía su clase, igual que sobraba la de Floro y Luis Manuel para arrebatarle el título a su compatriota, cualquiera de los dos.
El vertiginoso ascenso de Griffith en 4 meses, creó la duda fanática y entre los entendidos, por lo que el comentario de la época fue que tuvo detrás a Ted Brenner, matchmaker del Garden.
Como hizo por la duda con Chocolate, Eladio se arriesgó y preguntó si era verdad que el poderoso hombre del boxeo neoyorquino estaba detrás del éxito medio arreglado del peleador, la respuesta fue rotunda: NO, BRENNER ES SU CONSEJERO, LO AYUDA…
Si tiene en cuenta que la seguridad en el desplazamiento de Al Haymon (foto) por los pasillos de Fistiana ha sido increíble; si analiza su poder e influencia; si toma en cuenta la cantidad de peleadores bajo su tutela y si concluye que “desempolvó” el viejo oficio de los poderosos de verdad en el boxeo, capaces de evitar las sanciones porque un manager no puede ser promotor, entonces es CONSEJERO; también debe tener en cuenta que todo esto significa que “PACQUIAO NO LE PUEDE GANAR A MAY jr NI SI LOS MUERTOS SALEN”. Es la vieja y gastada historia que, una y otra vez, cada cierto tiempo, recicla en este deporte con magnates y peleadores con nombres diferentes y dinero, mucho dinero, también diferente.