Pacquiao y el reto del título unificado
“Recordando la escandalosa derrota de Pac” (CC BY-SA 2.0) by MULADAR NEWS
Hay deportistas que adquieren el distintivo de leyenda con la retirada, otros de manera póstuma y unos pocos elegidos en plena carrera deportiva. De las tres posibles opciones, Many Pacquiao pertenece al último grupo. Ya ha cumplido los 40, sigue sumando victorias y ha garantizado al menos una presencia más en el cuadrilátero en 2020. ¿Será para luchar por el título unificado del peso wélter? Eso ha dejado entrever.
Han pasado más de cuatro años desde que un 2 de mayo de 2015 coprotagonizó el combate del siglo frente a Floyd Mayweather. Aquel iba a ser la última velada de uno y otro y la última vez que se enfundasen los dos guantes. Ni en un guion de Hollywood. Pero no lo fue, no al menos en el caso del filipino. Peleó lesionado, perdió ante Mayweather y se replanteó su futuro, uno en el que compagina sus nuevas labores como político con más logros deportivos. Al contrario que el americano, más centrado en el show bussiness que en honrar a la profesión, lleva ya seis peleas desde que se vieran las caras, con un balance positivo de 5-1 para hacer un total de 62-2-7.
Pendiente de la velada entre Spence y Porter
Ahora, Pacman apunta a una nueva pelea en 2020, aunque se desconoce la identidad del rival todavía. Las apuestas online de bet365 ven factible un reencuentro con el estadounidense. Es una de varias opciones en las quinielas. Estas también hablan, desde hace días, de un enfrentamiento con Amir Khan en los Emiratos Árabes. Y es que el caché de Paquiao ha subido como la espuma desde que derrotase a Keith Thurman y se hiciera con 40 años con el cinturón de la Asociación Mundial de Boxeo (AMB). Fiel a su carácter, esperará y no tomará una decisión sin antes meditarla. Eso sí, en el camino ha dejado una pista, ya que el misterio no se desvelará hasta que conozca el resultado de la pelea entre Errol Spence Jr. y Shawn Porter. Leyendo entre líneas, el interrogante sobre el reto por el título unificado asoma y cobra fuerza, porque Spence es campeón por la Federación Internacional de Boxeo (IBF) y Porter del Consejo Mundial Boxeo (CMB). En otras palabras, el ganador pasará a portar dos cinturones, y dicho botín se presume como la despedida soñada para un púgil al que la vida le puede brindar la despedida soñada por segunda vez, la primera desde el combate del siglo.
Pacquiao ha sabido adaptarse al paso del tiempo y a la edad, porque en esta segunda juventud ha variado su estilo para ser igualmente competitivo. Si en sus inicios era conocido por su táctica ofensiva y a tumba abierta, ahora se ha vuelto más sereno y conservador. Ataca menos pero tampoco se dedica a defender abiertamente. Ante este cambio obligado, la elección del oponente no se puede dejar al azar o no se debería, dicen los expertos en la materia. Le convienen los boxeadores lentos como Thurman, un estilo que contrasta con los de Spence y Porter en plena eclosión deportiva. Ahora bien, a estas alturas no tiene nada que demostrar ni números que maquillar. Sin embargo, sí puede retirarse a lo grande y nada como hacerlo como campeón unificado para ser recordado por lo que ya es: una leyenda.