Pacquiao vs Bradley II: Camino por el desierto

A falta de menos de un mes para el esperado Manny Pacquiao(55(38)-5-2) vs Timothy Bradley(31(12)-0-0) II por el título WBO wélter, las cartas están echadas. Con la preparación en su fase culminante, poco pueden hacer ya a estas alturas ambos púgiles para cambiar el cariz que tomará el combate, por lo que tan solo nos queda esperar al 12 de abril para conocer cuál de los dos ha trabajado mejor durante estos meses.

 

A la izquierda Bradley, a la derecha Pacquiao. Con cuentas pendientes.

A la izquierda Bradley, a la derecha Pacquiao. Con cuentas pendientes.

 

Las reminiscencias que me quedan del primer combate son un tanto vagas, pero están dotadas de la suficiente claridad como para poder esbozar, a vuelapluma, un retrato de lo que fue aquella pendencia. Se enfrentaron dos boxeadores de estilos contrapuestos y armas dispares. El filipino, como todos sabéis, una máquina de destrucción en ataque, Bradley, como también es sabido, un artefacto de defensa inexpugnable. De este choque nació un pugilato anodino, carente de emoción, en el que el Pacquiao no brilló todo lo que se le presupone a la estrella inherente a su categoría, y en el que el americano dejó una paupérrima imagen en su primera gran actuación en el escenario mundial. El resultado: victoria injusta para Bradley, que tan solo meritó en un sentido, deslucir a uno de los mejores boxeadores de la historia de este deporte, que no es poco.

Llegados a este punto, debemos considerar que de cara a esta revancha, uno de los factores que influirá en ambos boxeadores es sin duda, la imagen que tienen de sí mismos respecto a su actuación en aquella primera pendencia. En cuanto a Bradley, parece por sus continúas declaraciones, que se cree merecedor de aquella victoria, y por lo tanto, estamos obligados a inferir que terminó contento con su actuación. Si este es el caso, su ruta de viaje no va a verse modificada lo más mínimo; buscará blandir su agotador boxeo conservador de defensa y precisión para rascar round a round sin tomar riesgos. El caso de Pacquiao es diferente. Él también considera que debió ganar aquella pelea, pero el resultado final de la misma le va a obligar a dibujar la versión más agresiva de su boxeo puesto, que dejar lugar a la duda no es una opción, no para un campeón como él.

Hay factores que convierten a Bradley en un rival propiciatorio, y otros que lo erigen como uno de los contrincantes más incómodos del panorama actual. Su pegada es escasa, básicamente porque no busca golpeo de riesgo, por lo tanto sus rivales pueden tomar mayor ligereza defensiva, sin embargo, esta constricción en el ataque le otorga más y mejores armas en el repliegue. Sacrifica potencia por precisión, y apoyado en un físico envidiable, no suele tener problemas para aguantar los doce rounds a un ritmo alto de combate. Su pelea contra Márquez es un ejemplo de lo complicado que es un púgil como Bradley, siempre con la calculadora en la cabeza, contando los golpes, sumando los rounds. No es vistoso, no es entretenido, pero es un gran estratega.

¿Qué puede o debe hacer Pacquiao contra Bradley? Asediar como solo él sabe hacerlo. Si algo ha caracterizado al peleador filipino durante su carrera, es su capacidad para lanzar combinaciones continuadas tan veloces como mortíferas. Bradley no va a pelear como Brandon Ríos o Margarito, caminando hacia adelante para recibir castigo, el americano correrá todo lo que haga falta para no recibir daño mientras conecta las manos necesarias para convencer a los jueces. Contra peleadores de este estilo hay que pensar en global, la pelea dura doce segmentos, y en cada uno de ellos, al menos durante un tercio de su duración, hay que hacerlos sufrir. El mayor enemigo de la defensa es el cansancio, y si Bradley no puede huir, sus opciones de victoria bajarán drásticamente. Es evidente que Manny, a sus ya 35 años, por cuestiones biológicas, no puede hacer un combate de intensidad absoluta, pero debe prepararse para en cada round, asfixiar a Bradley el tiempo que se lo pueda permitir, empujarlo contra las cuerdas, destruirle abajo y machacar arriba.

Como su mote indica, Timothy Bradley es una auténtica “Tormenta del desierto”. Si Pacquiao quiere salir airoso en esta ocasión deberá estar preparado para llevar al límite a un rival invicto, cinco años más joven que él. El reto es mayúsculo, pero si alguien puede acometerlo, es sin duda el filipino. Un saludo.

Comments (1)

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  1. papi carlos says:

    Dice el autor de esta nota: Las reminiscencias que me quedan del primer combate son un tanto vagas, pooosss claro quien se va a acordar de una pelea de este boxeador corriendo por todo el cuadrilatero?? estos pseudoboxeadores profesionales, son unos parasitos viven de los boxeadores espectaculares como paquiao, hojala que paquiao entierre para siempre a este exponente de la escuela de no peleo ni te dejo pelear. de la escuela del no doy espectaculo ni dejo que lo des.

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