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Los ex campeones Hilario Zapata y Lorenzo “Lencho” Parra celebran un nuevo año de vida, por lo que la Familia de la Asociación Mundial de Boxeo les envía un afectuoso saludo de Feliz Cumpleaños.

Ambos fueron monarcas de la AMB, y en diferentes épocas ejemplos de buen boxeo que despertó el entusiasmo de los aficionados.

El panameño Zapata nació el 19 de agosto de 1958 en la capital de su país, y creció en la zona de El Chorrillo. Debutó en el profesional en 1977, al año siguiente se convertía en Campeón FEDELATIN en la división minimosca. En 1980 disputaba su primer cinturón de la división por el CMB.

En 1985 ganó la faja negro y oro de la AMB del peso mosca. Se mantuvo como rey hasta 1987, realizando seis defensas.

Se mantuvo activo hasta el año 1993 cuando decidió colgar los guantes con récord de 43-10.

Por su parte, Parra nació en Machiques, estado Zulia, Venezuela en 1978. Se vinculó desde pequeño en el deporte, gran futbolista aficionado y mejor pugilista. Entró al seleccionado nacional donde consiguió una excelente trayectoria junto a un grupo talentoso que incluía nombres como Alexander “Explosivo” Muñoz y Edwin Valero.

Parra debutó en el profesional en 1999 y su talento atrapó a todos desde el primer momento. Hilvanó 22 triunfos, incluyendo títulos regionales, hasta que tuvo la oportunidad de ir por el cinturón mundial del peso mosca ante Eric Morel en Puerto Rico en el año 2003.

Parra se coronó por las vías de las tarjetas. Reinó hasta 2005 con cinco defensas exitosas, siempre enamorando con su estilo boxístico.

En 2007 perdió el título al no dar el peso de la división en una pelea pautada por el japonés Takefumi Sakata.

Felicidades a ambos en su día.

Una gran rivalidad en el boxeo de principios de la década de los años 70 fue la que protagonizaron el panameño Ernesto “Ñato” Marcel y el venezolano Antonio Gómez.

Ambos se midieron en par de oportunidades, siendo la primera el 19 de agosto de 1972.

La lucha fue por el título del peso pluma de la Asociación Mundial de Boxeo, que se realizaría en el ring instalado en la Maestranza César Girón de Maracay, Estado Aragua, Venezuela.

El compromiso representaba la segunda oportunidad titular para el colonense Marcel, quien ya había viajado a Japón a buscar un título pero no había tenido el visto bueno de los jueces.

Marcel debió viajar nuevamente, esta vez a Maracay, para medirse con un boxeador peligroso Gómez, que apodaban “El León de Cumaná” haciendo alusión a su ciudad de origen.

Además, el venezolano se perfilaba como el gran favorito, por su condición de local, su gran pegada y además rey de la división pluma. Sin embargo, Marcel no le dio oportunidad de nada, y dominó desde el primer campanazo, con algunas ráfagas de buen boxeo para el campeón.

Pero el último tramo de la pelea resultó casi un calvario para Gómez, que necesitó hasta atención médica por los golpes en el rostro, y su ojo derecho cerrado. A partir del round 10 Gómez intentó soltar la mano salvadora que nunca llegó.

En resumen, el panameño de 24 años mostró esa noche la inspiración necesaria, velocidad y efectividad para quedarse con el cinturón que además de acreditarlo como campeón mundial, le daba el honor de ser reconocido como el sexto monarca de su país.

Las tarjetas quedaron 148-144, 148-141 y 146-146, lo que resultó una decisión muy polémica.