Nonito a tiempo saco la guantada que lo salvo de otra inminente derrota
(Foto cortesía: CHRIS FARINA / TOP RANK)
Nonito Donaire (derecha) hizo campaña de súper estrella desde que puso cloroformo en la mente de Vic Darchinyan (izquierda) cuando este deambulaba invicto con 28 triunfos y con un horizonte donde no se miraba clara quien pudiera con su técnica de desmoronar a todo oponente.
El de ojos rasgados lo hizo trizas en sólo 5 rondas y eso fue en 7-7-07, en otras palabras el llamado “Filipino Flash” se sacó el jackpot de la popularidad que lo puso como tercer mejor libra por libra en el mundo si el peso no fuera obstáculo y su furia avasalladora se agigantaba hasta que se le apareció un “Chacal” de nombre Guillermo Rigondeaux quien lo domino de ton a son y lo bajo de jalón inesperado de la nube que andaba muy quitado de la pena.
Pero cabe aclarar que el sentirse invencible nunca afecto a Nonito con el trato con la gente que lo idolatra y entre la gente del medio del periodismo ni se diga, es mas Nonito es otro de los fotógrafos de la línea de los de siempre en ringside. En fin el mismo reconoce que nunca tomo en serio al cubano y pagó con creces su soberbia de subestimarlo.
Por eso para recobrar el puesto que tenia Donaire no quiso pelea de plataforma y cedió una revancha al armenio de mote “Toro Salvaje” quien desde esa derrota ante el filipino se hizo ordinario acaparando 5 manchas en su currículo de 39 victorias y un empate y para los supersticiosos 28 anestesias, mismo número cuando le puso alto a su grandeza su oponente el sábado 9 de noviembre.
Y por supuesto los críticos pronosticaban una réplica de la pelea pasada, es más, el mismo Donaire comentó que tenía que volver al tiempo donde el sabor de ubicarse como el mejor era más poderoso que su propia voluntad y esta pelea sin duda lo acercaría a tal propósito.
Darchinyan subió a la tarima brava con la leyenda en su ropa de “Sin Dolor” y comentó que esta revancha la esperaba con ansia porque fue la derrota más dolorosa de su carrera.
Nonito agrego a su equipo de esquina a su padre que lo acompaño en los días de amateur y al inicio de su carrera profesional para que lo asesorara en el departamento de la confidencia.
Vic empezó a lazar la zurda intrépida como si fuera un lanzador de beisbol, mientras que Nonito no se miro que fuera el mismo que tantos hurras arranco de las gargantas y su ofensa era por demás cautelosa o en su defecto confundida porque no traía los planos para el timón de la ventaja y todo mundo se hacia la pregunta del millón de dólares, a lo mejor dentro de su subconsciente, Donaire ya no quería seguir en el turbulento deporte que tantas albricias le había otorgado.
Darchinyan no se anduvo por las ramas y cortando brecha cortaba cartucho atinando la zurda constantemente poniendo a Nonito contra la espada y la pared al borde de 10 rondas.
La confidencia de Vic se acrecentaba y los jueces relataban que Donaire necesitaba de urgencia un jonrón para despedazar las tarjetas donde por puntos ya no ganaría.
El talago quien en la zona corta no siempre tuvo la mejor partida se sacó un gancho de zurda de la manga para mandar a la lona a su archienemigo que si se logro incorporar, pero nunca recuperó del todo y Nonito sin precipitarse, lo empezó acribillar a sus anchas hasta que el referí al verlo que estaba a merced del peligro se interpuso en el mismo noveno asalto.
El asiático quiere otro baile del oso con “El Chacal” al cual dice que esta vez sí tendrá la fórmula para chacalearlo y vengar esa zancadilla que lo privó de sus créditos construidos.
JAIME ESTRADA
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