‘Mikey’ García / Rara combinación de boxeador con tremendo ‘ponch’

‘Mikey’ García

Le eché el ojo la primera vez que lo vi pelear. Tenía como 18 peleas en su palmarés. Me impresionó su elegante manera de caminar en el ring, su estilo depurado y sus letales combinaciones. Busqué inmediatamente saber quién era y de donde era, aunque ya lo sospechaba cuando leí su apellido y vi a Roberto García en su esquina.

Me di cuenta que era México-americano y me dio mucho gusto, aunque lo hubiera seguido de igual manera, aunque no fuera de origen azteca como lo hago con el nica Chocolatito González, un remolino elegante tirando golpes. ‘Mikey’ García (36-0, 30 KOs) es un púgil especial y un fuera de serie. Su triunfo sobre el nativo de Montenegro, Dejan Zlaticanin fue excepcional.

Usando un punzante jab como un pistón, el chicano de Oxnard, California nunca dejó al campeón europeo acomodarse. Lo estuvo preparando para un nocaut, el cual llegó de una manera dramática en el tercer asalto.

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‘Mikey’ lastimó al campeón con un oper de derecha, y luego una izquierda lo mandó a las cuerdas, y ya desorientado, el californiano le aplicó la puntilla con un salvaje derechazo a quemarropa en el mentón que dejó al campeón tendido en el tapiz por varios minutos.

Lo único triste de todo esto es que a los fans del boxeo nos quitaron el privilegio de ver este artista del ring durante dos años y medio por una disputa promocional con Top Rank y su mandamás Bob Arum.

Mikey, quien ganó su tercer título mundial, ya tiene 29 años, pero son 29 jóvenes años, porque nunca nadie lo ha golpeado. Es un técnico del ring con una tremenda pegada en ambas manos, quien solo intercambia golpes cuando va por el nocaut.

Aparte de ser un extraordinario boxeador, García es un pugilista con mucha clase social, algo que sin duda heredó de su hermano y entrenador Robert, quien también fue campeón mundial, y su padre Eduardo. Esperaré con ansiedad su próximo combate.

(Foto: Esther Lin / SHOWTIME)

Leo Santa Cruz y Carl Frampton, en combate de revancha, de nuevo dieron una pelea para la historia. El californiano modificó su actuación de la primera pelea, que perdió ante el irlandés, boxeando más a distancia usando su mayor estatura y alcance, aunque también se registraron muchos intercambios de golpes.

Santa Cruz se acercó a Frampton después de que le izaron la mano en señal de triunfo y le dijo “vamos por una tercera pelea” y el europeo alzó una mano y le enseñó 4 y 5 dedos pidiendo más combates entre los dos. Los irlandeses son tan apasionados al box como los mexicanos. Más de 5 mil fans del Chacal viajaron a Las Vegas a apoyar a su peleador.

(Foto: Tom Hogan- Hoganphotos /Golden Boy Promotions)

Pero si me alegró de sobremanera por las victorias de García y Santa Cruz, igualmente me decepcionó la derrota de Mickey Román, quien es de mi querida Ciudad Juárez, lugar donde viví los primeros 15 años de mi vida y que todavía visito con frecuencia. Román ganaba la pelea cuando simplemente se le acabó el gas y con ello perdió la pelea y quizá la última oportunidad de disputar un título mundial.

El mexicano ya jalaba aire en el tercer round de su pelea ante el brioso japonés Tahashi Miura. Román fue enviado a la lona en un par de ocasiones en los últimos asaltos y para la cuenta final en el doceavo episodio. Mickey tuvo a Miura al borde del nocaut en varias ocasiones, pero insisto, le faltó condición física.

(Foto: Tom Hogan- Hoganphotos / Golden Boy Promotions)

Vi pelear por primera vez al yucateco Miguel Berchelt y me impresionó su boxeo. Con apenas 25 años de edad, el nativo de Mérida, pero con residencia en Cancún, Quintana Roo, será campeón por varios años si no descuida su preparación en el gimnasio.

El nuevo campeón mundial de las 130 libras mostró pegada (31-1, 28 KOs) y boxeo en su triunfo por nocaut sobre el guerrero Francisco “Bandido” Vargas, a quien no solo le quitó lo invicto, pero también el fajín ligero junior. Vargas, con tanta pelea brutal en su haber, debe descansar un año para que cicatricen sus múltiples heridas faciales. A sus 32 años y tantas peleas brutales, ya le queda poco en el tanque al pundonoroso guerrero azteca.