Miguel Cotto sigue escribiendo su propia historia de éxito

Como siempre, después de analizar los pros y los contras sobre el combate de título medio entre Sergio Martínez contra Miguel Cotto, llegué a la conclusión de que ‘Maravilla’ simplemente era demasiado para el boricua, basándome en que Cotto refleja más que todo un peso wélter y en superwélter no se vio muy bien que digamos ante Austin Trout, y ya en la división de las 161 libras el asunto era de pensarse.

Y reconozco que desde el primer asalto me llevé un chasco al ver al argentino caer al suelo tres veces, aunque la primera caída fue más legítima con un disparo a boca de jarro en pleno estomago, las otras dos caídas fueron más que todo entre golpe y empujón, aparentemente no se miraba tan masacrado, pero las piernas si le estaban flaqueando y pudo terminar en pie para entrar al segundo asalto, para probar de nuevo la lona, aunque esta vez con justicia no se le contó el nocaut.

Los 18,000 fanáticos en su mayoría puertorriqueños, incluyendo a Jlo, gritaban frenéticos a ver a Miguel con dominio total, aunque para las casetas de apuestas Martínez fue el favorito 2 ½ a 1, por ser el campeón defensor, y por su reputación de congelar competencia de mas categoría que el boricua, quien le da todo el crédito del mundo a su nuevo entrenador Fredie Roach que queda como todo un genio de las estrategias de boxeo. Y si la semana pasada fue el entrenador del año por segundo año consecutivo, al estar en la esquina de Cotto va por el tercer reconocimiento de esta índole.

El argentino quien estuvo inactivo por más de un año a consecuencia de diversas lastimaduras hizo milagros para seguir en el ring contra Cotto quien por cierto sigue invicto en el fin de semana de sus compatriotas y el M.S.G. que es como su amuleto de la suerte, enfrente contra quien sea y se saca el comodín de la manga para la victoria.

Martinez catalogado como un zurdo complicado hacía ronda circular de estrategia, para tratar de incrustar su pegada, pero Cotto nunca perdía la calma y le ganaba el tirón. Sería por las rodillas de hule o será el sereno, pero el boricua no se fio de los pronósticos en su contra y fusilaba a mansalva con seguridad de hacer estrago para coronarse en diversas divisiones mundiales.

Martínez entraba a plan B y bajaba la guardia, pero seguía sin apresurar la ofensa ante el acoso del boricua que no bajaba bandera.

En la cuarta ronda Sergio con cierta desesperación le pedía más y Cotto simplemente lo complacía sin tregua, pero sin precipitarse, cuidando la guardia de una manera sólida.

Sergio trataba todos los medios de ponerse fuera del alcance del boricua que se las ingeniaba para encontrar huecos y meterle mano y seguir aglomerando puntos en su tarjeta oficial.

En el octavo asalto Martínez insistía con su jab en lo propuesto, pero Cotto no se quedaba con la espina clavada y lo hacía pagar con creces la osadía.

En el noveno asalto Martinez seguía con la misma idea de activar su jab en seco, pero Miguel encontraba la manera de hacer valer más su pegada y para colmo de los males del ‘Che’, el referí contó una caída que no fue, por lo tanto, su esperanza de ganar por medio de los puntos se miraba casi imposible y por la vía del cloroformo peor aún, porque de plano no podía poner más de dos guantadas sin que Cotto le retachara la copa.