Mickey García “El Pe$o o los Pesos”

El olvidado axioma que dice, que boxeador que sube de categoría pierde pegada y velocidad. Parece, que se lo ha tragado la vorágine que desató Manny Pacquiao y sus KO’s en distintas divisiones. Esto, trajo como consecuencia que en el aficionado menos consecuente, se creara la irreal percepción de que algunos boxeadores no solo podían, sino, que debían subir de categorías para convertirse en peleadores con el auge y la promoción necesaria, para entrar en la danza de los millones que ha desatado el PPV.

Luego, los atletas impulsados por las ansias de verse en las grandes carteleras, y toda el aura de invencibilidad que rodea a aquellos boxeadores que se atrevieron a intentar la  proeza de ser campeones en diferentes divisiones, se vieron en la disyuntiva de exponerse a los avances médicos y nutricionales para poder calzar los zapatos que se ocupan para asistir a ese tipo de fiestas. Luego, vimos caer figuras como Mosley, Holyfield y otros en las garras del dopaje para poder cumplir con lo que se requiere para estar en esos eventos auspiciados por cadenas como HBO y SHOW TIME, y avalados por Comisiones y Organizaciones. Y obviamente, Promovidos por las dos empresas más grandes como Top Rank y Golden Boy Promotions.

Antes de la pelea García-Burgos que vimos anoche en un evento a través de HBO y de Top Rank, se habló en distintos medios, sobre de la posibilidad de llevar a Mickey García a una pelea contra Manny Pacquiao, tres divisiones arriba de la categoría en la que pelea y es campeón García. La pregunta lógica que se nos ocurre es, ¿Cómo podrán poner a un 130 libras débil de quijada como Mickey, frente a uno de los ponchadores más temibles de los últimos años?…la respuesta parece que tiene un nombre y ese es Alex Ariza. En el pasado, el nutricionista Ariza formo parte del equipo de Pacquiao y desde que Floyd hábilmente los ligara a sustancias que mejoran el rendimiento (PED’s), súbitamente se resquebrajo la unión de una dupla como lo eran Roach-Ariza, que termino en insultos y acusaciones en ese orden y ahora, vemos al flamante Alex Ariza en la esquina de Mickey García

Sin embargo, el juego de hablar de este tipo de peleas que no hacen sentido, no es nuevo, Bob Arum con el auge que le dio Manny en su establo. Se daba a la tarea junto a Roach, de comentar de posibles peleas en otras categorías, para crear la idea de que ya su pupilo tenía el compromiso previo en una categoría inferior más que resuelto, y era el tiempo para hacer planes. En otras palabras, contaban los pollos antes de nacer. Algo parecido vimos en Adrien Broner de Golden Boy, y el Chino Maidana se encargó de ponerles los pies en la tierra.

Otros, hacen lo inverso, se miden a peleadores viejos y acabados o en su defecto con rivales de divisiones inferiores, pero que les une una característica. Poseen o poseyeron un nombre antes de ese pleito, y se aprovechan de sus nombres para construir una estrella. El más pintoresco de estos casos se llama Saúl Álvarez, quien cuando subió a medirse a un 147 natural pero bueno como Floyd, en su categoría las 154 libras, lo disfrazaron de arlequín y lo aterrizaron en la tierra de forma abrupta, tanto para él, como para sus millones de fanáticos en México. Quienes concluyeron, después de ver la disertación que le propino Mayweather, que fueron víctimas de una treta que no vislumbraron con antelación.

A pesar de esto, hoy la incógnita que nos aqueja es, viendo Bob Arum la paupérrima presentación de Mickey García frente a Burgos. En una pelea en la que los abucheos fueron lo más destacable y en la cual vimos una vez más, lo endeble de la quijada de García en este peso. ¿Cómo harán para venderlo como un producto de PPV en las 135, 140 y más aún en 147 libras?

Creemos que en este peso las 130 libras donde ya García es campeón, Mickey debe medirse a rivales contra las cuales podría brindar grandes peleas. Dos de esos rivales son los cubanos Yuriorkis Gamboa y el actual campeón FIB Rances Barthelemy. Estos son en nuestra opinión los rivales naturales y contra los cuales García debería levantar ese legado que buscan en otros pesos. Y contra los cuales le vemos alguna oportunidad de conseguir una victoria y no lanzarse a otras divisiones donde creemos que lo derrotaran contundentemente.

Mares, dejo las 122 y se aventuró en 126 para ser derrotado aparatosamente por uno de los campeones menos dotados técnicamente, pero con una enorme pegada como Jhonny González. Parece que los títulos son el objetivo sin importar como se consigan, y menos, sin medir las consecuencias. Las comisiones parece que se han puesto más rigurosas y casos como el de Brandon Ríos en Macao, China, ya no son tan sorpresivos.

Somos de la opinión, de que en la medida en que las Comisiones amplíen y mejoren sus controles antidoping, van a reprimir aquellas ansias de subir de pesos sin ton ni son. Luego, el aficionado será reeducado en ese sentido y regresaremos a ver lo que siempre vimos, conseguir Coronas en 3 o más divisiones no lo hará cualquier hijo de vecina, como sucede en estos días.

Cuando vemos hacia atrás, nos percatamos de que algo sufrió un cambio que nos deja la impresión de que las hazañas logradas por atletas como Leonard, Duran, Arguello, Hagler y otros, no significan nada ante lo que estos boxeadores de hoy se atreven. Las categorías han aumentado, los rounds disminuyeron y posiblemente haya más boxeadores hoy que los que había en otras décadas. Lo único que no cambia, son los deseos de obtener los pesos, el dinero siempre fue y será la razón fundamental para que estos jóvenes hagan lo que hoy hacen, y seguirán haciendo.