México, 5, el resto del mundo, 0… ¡y neta que no fue penal!
La cartelera ‘Honor y Gloria’ presentada por la empresa ‘Golden Boy Promotions” fue en si todo un éxito con el promotor que puso 5 mexicanos contra el resto del mundo, bueno fue un resultado de 6–0, si incluimos a Tomoki Kameda quien es de Tokío, pero es residente de México y con cariño se ha ganado su mote de ‘Mexicanito’, quien continúa su racha de invicto en categoría gallo, al conectar gancho electrónico en el hígado de Pungluang Sor Singyu quien tuvo sus quince minutos de fama, pero se le voltió la moneda y no pudo ni respingar al retorcerse en el suelo.
Mauricio Herrera necesitó de toda su artillería, de su astucia, de su inteligencia para sacar buenas calificaciones en una verdadera guerra sin tregua en lo angosto ante el venezolano Johán Pérez, en una decisión que bien pudo ser de la otra esquina. Pérez se sintió como su mote, ‘Terrible’ al no tener la victoria y desea una revancha inmediata, ‘El Maestrito’ llevó bata y gorra escolar para anunciar que esta pelea fue su graduación… al siguiente nivel.
La pelea que a pesar de lo poco que duró fue quizá la mejor de noche fue la de títulos superpluma entre el invicto Francisco Vargas quien llegó al ring como un bandido, con sombrero plateado y el rostro cubierto con un manto negro para su cita contra el boricua Juan Manuel Lopez quien le decía a todo aquel que estuviera dispuesto a escucharlo que su colmillo prevalecería para otra vez tener una silla de monarca.
Desde que sonó la campaña, Francisco, sin prisa, puso los mejores disparos, mientras que ‘Juanma’ apostaba al contra-ataque.
El mexicano con apenas 21 años puso su aviso de peligro al conectar en seco la mejilla del boricua que trataba de poner autoridad en casa ajena, porque el público le demostró su antipatía.
Vargas acosaba sin cesar y el puertorriqueño se achicopalaba contra las sogas y respondía con puntería, en un reto de poder en la zona angosta.
Ambos enajenados se empezaron a fusilar sin tomar prisioneros, la pegada de Francisco fue más demoledora al tambalear a Lopez que presintiendo el caos al besar el polvo, se jugó la última carta al meterse de lleno donde el fuego calcinaba. Se había tocado la corneta de toque de queda y Juan Manuel reboto en la cuerda con la inconsciencia en su mirada y al parecer Lopez quería seguir en la batuta con todo y sus consecuencias pero su esquina no lo creyó prudente.
Vargas dijo que esa victoria significaba todo para su carrera y que supo que al poner en orden sus combinaciones se le acabarían el corrido a ‘Juanma’ Lopez.
Abner Mares con su clásico pañuelo con quijada de calavera fue escoltado por las notas de la banda Limón en su enfrentamiento ante el puertorriqueño Jonathan Oquendo, que no se anduvo por las ramas, porque sabía que no tenía mucho que perder y sí mucho que ganar con la victoria.
Mares con cautela ponía en oferta sus golpes, pero con más confianza le entro al ‘toro por los cuernos’, aunque Oquendo seguía faltándole al respeto.
Mares ejecutaba con precisión y al parecer salió con la peor parte durante un choque de testas, que le hizo sangrar sin cesar durante el cuarto asalto, para su suerte estaba el mejor cura heridas del negocio el llamado Stich.
Abner si se notaba sin tanta condición, a lo mejor por su ausencia de casi un año después de su primera descalabrada profesional por parte de Johnny Gonzalez con el cual tiene una revancha pendiente, pero a pesar de cualquier contratiempo seguía siendo el más certero.
Jonathan le ponía todas las ganas del mundo para que sus golpes hicieran el efecto que deseaba, pero Mares poco a poco lo fue metiendo a su pelea, los amarres eran constantes, pero el tapatío hacia de las suyas, el final no sorprendió a nadie, dominando Abner en todas las categorías, anotó 70 golpes más, también 14 jabs más y en la contundencia fue una diferencia de 65 guantadas más. Al ser entrevistado en el ring tras su victoria grito. ¡Y no fue penal! (Fotos: JORGE NÁJERA / HERBERT DÍAZ)
JAIME ESTRADA
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