Mayweather habla de racismo en un deporte que lo hizo millonario

Photo by Armando Romo/ BoxeoMundial.com

Opiniones sin sentido sobre racismo en el box son las que ha hecho Floyd Mayweather sin justificación. El junior, quien al parecer ya no tiene nada que hacer más que seguir enseñando su dinero, gastándolo y decir tarugada y media, dice que existe racismo en el box, porque la prensa americana habla y escribe más sobre Ronda Rousey (UFC), Gennady Golovkin y Connor McGregor (UFC) que lo que hablan de Andre Ward o de lo que dijeron de Laila Ali. La prensa americana y de todo el mundo ha cubierto la callada y sosa carrera de Ward adecuadamente y cubrió la trayectoria de Laila Ali con la pasión y el profesionalismo que la gran y bella boxeadora mereció en su tiempo.

Si la prensa en USA ha dicho más cosas negativas que positivas del ex campeón Mayweather es porque las merece. Su múltiples hechos de violencia doméstica opacaron seguido su gran carrera de boxeador (no dije peleador). Si Mayweather corría y se defendía más arriba del ring sin tirar golpes, abajo del entarimado si tiraba golpes, pero ¡contra las mujeres!

Mayweather tuvo suerte de haber peleado en USA toda su carrera, porque aun con su estilo apático, deslucido y soporífero, ganó mucho dinero. La prensa de USA siempre se ocupó de él, aunque los medios nunca tuvieron la culpa que el junior siempre daba más que decir por su nefasto comportamiento abajo del ring que arriba del mismo.

Es natural que si la mayoría de los cronistas deportivos que cubren el box son anglos, estos tengan más interés en púgiles blancos. Yo prefiero comentar sobre los púgiles Mexico-americanos y mexicanos. Son mis favoritos. Pero no por eso no le doy crédito y escribo sobre las carreras de púgiles como Golovkin, Miguel Cotto, Chocolatito González, Deontay Wilder y hasta Mayweather, aunque este siempre es fuente de más cosas negativas que positivas, a mi parecer.

Si Mayweather, con su feo estilo, hubiera sido mexicano, se hubiera muerto de hambre, porque los mexicanos lo hubieran bajado del ring en numerosas ocasiones. Será por nuestras raíces aztecas guerreras que a los mexicanos no nos gustan los “estilistas” y boxeadores defensivos.

Con todo y sus aburridas peleas, Mayweather ganó dinero a manos llenas en USA con la ayuda de la prensa anglosajona, quien siempre se ha ocupado de él en las buenas y en las malas. ¿Quién dice nada cuando los periodistas afro-americanos se concentran más en púgiles de su color que en los peleadores de otras razas? ¡Nadie! Estas son tendencias muy naturales en el ser humano.

En un país como USA existe un excelente balance, porque gracias a que hay cronistas de diferentes nacionalidades se cubren las carreras de todos los boxeadores que lo merecen por sus estilos populares. Lucas Matthysse, Gennady Golovkin, Miguel Cotto, Marcos Maidana, Francisco Vargas, Ruslan Provodnikov, Juan Manuel Márquez, Román “Chocolatito” González, Saul “Canelo” Alvarez, Abner Mares, Jhonny González, Leo Santacruz, Daniel Jacobs y Manny Pacquiao son peleadores que reciben mucha tinta y muchas horas de transmisión, porque lo merecen por su afán de complacer al público.

Mayweather siempre boxeó para él, nunca lo hizo para los fans que pagaron por verlo subir al ring a pelear, aunque sabían que iba a subir al cuadrilátero a correr. Mayweather debe continuar contando sus billetes, comprando relojes Hublot de un millón de dólares, comprando automóviles de lujo, gastando miles de dólares en mujeres de dudosa reputación y juntándose con Justin Bieber. Estando ocupado, dejará de seguir diciendo sandeces y tarugadas. En boca cerrada no entran moscas