Mauricio Sulaiman: Los juegos nacionales populares
Son ya 12 años los que tiene funcionando este grupo, y cada vez toma mayor fuerza e importancia dentro del esquema deportivo y social de nuestro país. El boxeo es uno de los deportes que integran este torneo anual y que el Comité WBC Amateur respalda con toda su plataforma a nivel nacional, bajo el liderazgo de UMBE (Unión Mexicana de Boxeo de Excelencia) y su presidente Carlos Bondojo Hernández.
La Conade tiene dentro de la plataforma de deporte nacional a esta competencia, y el respaldo de Ana Gabriela Guevara es importante. Se realizarán eliminatorias estatales y regionales para culminar con el magno evento, que se llevará a cabo en Acapulco, Guerrero, durante el próximo mes de septiembre. La sede será el Hotel Mundo Imperial, en la Zona Diamante.
Tuve el gran honor de estar presente durante la inauguración de este evento el año pasado; fue ahí donde dimensioné y comprendí el significado de los Juegos Populares Nacionales. Ver a miles de deportistas en compañía de sus padres, la ilusión de competir, la buena organización, el ambiente electrizante, los honores a la bandera…
Todo empieza con una marcha por La Paz por las calles de Acapulco, un recorrido lleno de entusiasmo, porras, y con estricto orden. Inmediatamente después se realiza la ceremonia de inauguración, donde se presentan las delegaciones de cada estado.
Para este 2020 se han sumado nuevas disciplinas: beisbol 5, basquetbol 3, y sigue creciendo la estructura creada por un gran Mexicano, Pepe Mora.
Durante la presentación, que se celebró ayer en el auditorio principal de la Conade, estuvieron presentes los representantes estatales de la UMBE, de una gran cantidad de estados. Son personas dedicadas a servir a los jóvenes por medio del boxeo, quienes están en condiciones complicadas y encuentran esa mano amiga en sus localidades y los conducen hacia el boxeo y les cambian la vida.
El Consejo Mundial de Boxeo Amateur y la UMBE han logrado incontables encuentros, con increíbles resultados. Nuestra labor en el terreno aficionado es totalmente compatible con la filosofía de juegos populares, ya que no tiene ningún costo para los atletas.
Estuvo presente el director del WBC Amateur, Dr. Fausto Daniel García Navarro, quien representó a México en los Juegos Olímpicos de Los Ángeles ’84. Él estuvo a una pelea de asegurar medalla en dicha justa deportiva, al perder con quien eventualmente se convirtió en campeón olímpico, Steve McCrory.
También asistió Daniel Aceves Villagrán, medallista olímpico de Los Ángeles ’84, en lucha grecoromana, y actual presidente de la Asociación de Medallistas Olímpicos. El profesor Pablo Romero, padre del exolímpico Pivi Romero, está encargado del plan de capacitación de WBC Amateur, y presentó una importante ponencia ante los delegados que se dieron cita en el auditorio.
El cierre estuvo a cargo de Don Pepe. Palabras sencillas, humildes y populares, pero muy impactantes. Describió de manera clara la importancia de brindar oportunidades a la juventud por medio de estos Juegos Populares. Cada participante se convierte en embajador del bien para México.
Al regresar a su comunidad e interactuar con quienes no han logrado vivir una experiencia así, quienes sufren de adicciones, vagancia, delincuencia, y todos los padecimientos comunes de la sociedad actual, son estos atletas, quienes transmiten a sus semejantes lo mucho que el deporte puede lograr. Quien hace actividad física se convierte en persona de bien, aprende a trabajar, a ser disciplinado, a valorar la salud y la dedicación para lograr objetivos.
¿SABÍAS QUE…?
El boxeo fue uno de los cuatro deportes fundadores de los primeros Juegos Olímpicos en Grecia 1896, y que forma parte de los Juegos Olímpicos modernos desde 1904.
ANÉCDOTA DE HOY
Uno de los máximos placeres de Don José era poder disfrutar de un postre. Vivía eternamente a dieta, y por lo mismo se privaba de poder comer postre por largas temporadas. Sus trampas en las dietas eran siempre ligadas al dulce.
Era muy común escucharlo decir: “No debería, pero qué rico se ve…”, mientras le daba una cucharada al postre que fuera. Soñaba con el pastel de manzana del restaurante Maurice, del Hotel Intercontinental de París. Era tal su fijación por ese pastel, que en muchas ocasiones armaba su itinerario de viaje para tener que viajar a la Ciudad Luz.
En una ocasión pasó por ese país en su camino de regreso a México, entonces estaba en una rigurosa dieta. Llegó feliz al restaurante con su entrañable amigo Yamil Chade, quien lo vigiló todo el viaje para que no rompiera su dieta. Cenó muy sanamente, pescado y verduras, y en secreto, pidió su pastel de manzana.
Al regresar del baño encontró a Yamil terminándose el pastel y reclamándole a Pepe por haber intentado romper la dieta. Mi papá, enojadísimo, le pidió al mesero que le trajera otro pedazo de pastel.
“Lo siento Don José, ése era el último, se nos acabó”. ¡Mi papá no le dirigió la palabra a Yamil por el resto del viaje!