Mauricio Sulaiman: La nueva adaptación al atípico presente
Mauricio Sulaimán / Recuerdos de José Sulaimán / El Heraldo de México
Esta fue una semana llena de entusiasmo, pues hay positivos avances en cuanto a la tan esperada vacuna frente al COVID-19, y el mundo está con grandes expectativas para poder ver la luz al final de este túnel, en el que hemos estado metidos durante todo este 2020.
Ha sido una etapa en la que todos hemos sido puestos a prueba. ¿Cuántas lágrimas, noches en blanco, momentos de ansiedad, e incertidumbre, se han vivido? Desde el lavado de manos con agua y jabón, gel antibacterial, cubrebocas y máscaras, hasta todo lo relacionado con la sana distancia, las videoconferencias y las tareas de los niños.
La vida cambió, pero también nos ha dado una oportunidad de evolucionar; darnos cuenta de lo que en realidad vale la pena, la belleza de un atardecer y el canto de los pajaritos al amanecer. Lo fácil que es encontrar placer en las cosas simples, y lo hermoso que puede ser convivir en familia. Debemos sacar lo mejor de toda esta experiencia.
MÁS Y MÁS ACCIÓN
El boxeo está de regreso, y con un calendario grandioso, pues habrá actividad con las empresas Showtime y Premier Boxing Champions, las cuales anunciaron una serie de funciones para el cierre del año, en las que se incluyen defensas de títulos mundiales del WBC.
El estadounidense David Benavidez (22-0, 19 KOs) frente al colombiano Roamer Angulo (28-1, 22 KOs) por el campeonato mundial supermedio, a celebrarse el próximo 15 de agosto.
En tanto, Erickson Lubin, de Estados Unidos (22-1, 16 KOs) contra su compatriota Terrel Gausha (21-1-1, 10 KOs), en pelea eliminatoria por el título superwelter, a disputarse el 19 de septiembre.
Otro representante de las Barras y las Estrellas, Jermall Charlo (30-0, 22 KOs) se verá las caras ante el ucraniano Sergiy Derevyanchenko (13-2, 10 KOs), en peso medio, y con fecha del 26
de septiembre.
También esa noche, su hermano gemelo Jermell Charlo, de EU (33-1, 17 KOs) subirá al ring para medirse al pugilista dominicano Jeison Rosario (20-1-1, 14 KOs), en la categoría superwelter.
Y finalmente, el francés Nordine Oubaali (17-0, 12 KOs) ante el filipino Nonito Donaire (40-6, 30 KOs) por el campeonato gallo, en la noche del 12 de diciembre.
Todos estos eventos se llevarán a cabo en el estado de Connecticut, dentro del majestuoso hotel y casino Mohegan Sun.
MODERNIDAD
Este último sábado vivimos una gran experiencia con el nuevo sistema de jueceo, durante la función de Carlos King Molina, en la que algunos miembros calificaron desde sus casas en distintos puntos del país; sus puntuaciones fueron las oficiales, y así se ayudó a mantener al mínimo, la cantidad de personas en dicho evento a puerta cerrada.
Ernesto Saldívar (Tamaulipas), José Manzur (Yucatán), Elíseo González (Quintana Roo), Juan Ocampo y Humberto Olivares (CDMX), y Abraham Ibarra (Edomex) fueron los jueces de las acciones que ocurrieron en Michoacán.
¿SABÍAS QUÉ…?
Durante décadas, el réferi era quien determinaba al ganador, cuando se tenía que decidir el resultado, tras no haber un nocaut.
El Consejo Mundial del Boxeo propuso a dos jueces, más las puntuaciones del tercer hombre sobre el ring. El WBC eliminó al réferi como autoridad en las tarjetas para que su atención fuera, única y exclusivamente, el estar al pendiente de las acciones de la contienda y la salud de los pugilistas.
ANÉCDOTA DE HOY
Al recordar el tercer aniversario luctuoso del gran campeón, Ultiminio Ramos, en una ocasión, mi papá convocó a cerca de 30 monarcas para llevarlos a un evento a Puebla.
Los citó en mi casa, y mi mamá preparó un gran desayuno para atender a los invitados; así como sucedió en incontables ocasiones.
Se preparó un gran buffet, y Julio César Chávez, Pipino Cuevas, Humberto La Chiquita González, José Guadalupe Pintor, y muchas estrellas más, disfrutaban de la comida Mexicana preparada por doña Martha.
En eso, Don José, sentado junto a Ramos, le llamó a mi mamá:
“Vieja, Ultiminio está a dieta, por favor, hágale unos huevos estrellados y un pan tostado”.
En ese momento, Kid Azteca llegó, y mi madre se dedicó a atenderlo, y se olvidó del platillo de Ramos.
Unos 20 minutos después, pasa Doña Martha por la mesa, y Ultiminio, con su inconfundible picardía le dijo: “Doñita: ¿ya habrá puesto la gallina mis huevitos?”.
Las carcajadas de todos los presentes fueron espectaculares.
POR MAURICIO SULAIMÁN
@wbcmoro