¿Más de lo Mismo? Mauricio Sulaiman: nuevo jefe del CMB

Los políticos que buscan un puesto prometen de todo con tal de que el público vote por ellos. Afortunadamente, el mismo público que los eligió puede también  deshacerse de ellos con un voto adverso. ¿Pero que pasa cuando algún mandatario se sienta en el trono y no tiene que responderle a nadie más que a sus séquitos y achichincles? ¡Nada! Ahí se queda de por vida aunque cometa burrada tras burrada.

Ese es el caso de José Sulaiman, el recientemente fallecido presidente del Consejo Mundial de Box (CMB), quien estuvo al mando de esta corrupta organización durante décadas sin tener que responderle a nadie más que a sus propios chalanes. Elegido como presidente en 1975, Sulaiman murió en el cargo hace un mes a los 82 años. Si bien es cierto que hizo algunas cosas buenas en pro del boxeador como reducir las peleas de campeonato de 15 a 12 asaltos y modificar los guantes para proteger a los pugilistas, también hizo cosas negativas como favorecer a ciertos  boxeadores y clasificarlos muy alto sin merecerlo y ponerlos como retadores oficiales sin tener el talento para disputar un titulo mundial. Además, con el fin de generar más dinero después de haber perdido una millonaria demanda ante un púgil que se sintió despojado de un título mundial, Sulaiman autorizó más de una corona en la misma división para cobrar más cuotas.

José Sulaiman fue un contumaz dictador como líder del CMB. Ahora viene su hijo Mauricio a tomar su puesto, a pesar de que había dicho que no era candidato para remplazar a su padre. “La CMB no será igual ahora que ya no está mi padre”, dice Mauricio de 44 años. ¡Vale más que no!, porque Mauricio debe limpiar la imagen negativa que dejó su padre en el CMB ante los ojos de la prensa, ante  promotores, entrenadores y boxeadores que no son mexicanos.

Como segundo de su padre durante muchos años, Mauricio conocía las trácalas de su mentor. Sabía que favorecía a los mexicanos en los rankings, que favorecía a ciertos promotores como Don King y que manipulaba las clasificaciones de los pugilistas. Ahora depende de Mauricio  cambiar la cara del CMB para recuperar el respeto de la gran familia que es el pugilismo.

Por primera cuenta, debe eliminar los cinturones superfluos en cada división para que exista nomás un fajín por categoría. Eso de títulos diamante, de plata y de super campeón deben desaparecer. El CMB aun puede solventar sus gastos de una manera honrada, porque esta organización tan corrupta como ha sido, es aun “el rey tuerto en el país de los ciegos” ya que la AMB, la OMB y la FIB son peores en todos los aspectos.

Los cinturones verdes y dorados del CMB son los más codiciados en el boxeo. Mauricio Sulaiman tiene las cartas sobre la mesa. Ahora depende de él  que va a hacer con ellas. ¿Se va a sacar un as de entre la manga de su camisa?  O va barajear bien los naipes y jugar con honradez. ¡Está por verse!

¿Qué sabe Al Haymon que no  sepa, por ejemplo, Nacho Beristain en lo que se refiere a que es lo mejor para sus peleadores? Aunque a veces se necesita un asesor, los manejadores como Frank Espinoza saben lo que les conviene a sus boxeadores y que no. Ya son muchos los púgiles que han buscado la asesoría de Haymon. En otra columna trataré de descifrar en donde está el poder de este personaje afro-americano