MÁRQUEZ: READY TO GO
Por Andrés Pascual
El Foro de Inglewood ha sido una arena donde han escrito páginas gloriosas muchísimos peleadores del Oeste de EUA o de México, allí lucieron sus condiciones Mantequilla Nápoles, Mando Ramos, Bobby Chacón…sin embargo, es el escenario de Juan Manuel Márquez, el bravo y valioso veterano pugilista que todavía no ha perdido en más de 10 peleas con 9 nocaos propinados. Por la forma como se desempeñó hoy, demostró que, con 40 años, todavía le queda boxeo por millones en escenarios fastuosos.
Si algo ha tenido a su favor esta Maravilla del pugilato en las divisions bajas e intermedias como la welter, es que nació al deporte al lado del último de las leyendas de la preparación, Nacho Beristaín, a mi modo de ver, Marquez es el mejor boxeador que haya tenido Nacho en su extensa, valiosa y brillante carrera como trainer y chief cornerman.
¿Qué ha hecho grande e inmortal al mexicano cuádruple campeón? primero que todo su disciplina, su dedicación y su obediencia, es un hombre que tiene al boxeo en el lugar que se debe cuando se vive de él y se pretende alcanzar la fama que puede darle a una leyenda verdadera.
Mucha gente creyó que el mexicano estaba acabado, pero no lo dijeron por temor a fallar el juicio, sin embargo, escondieron el pesimismo tras otro riesgo, como que la pelea de este sábado era una prueba para Márquez, porque decidía si pasaba de grado o no, equivalente a “me puedo quedar haciendo lo que sé, o debo irme a tiempo para que no barran el piso conmigo”, entonces le dio una lección de cómo se boxea a Mike Alvarado, que lo superaba en estatura y alcance y posiblemente subió con 10 libras más que el ganador.
La forma como caminó el ring, su estilo serio, “old fashion”, respetuoso, la velocidad de manos que demostró, su poder intacto y su intuición e instinto, le conceden un excelente al campeón, una nota de exquisitez, porque Alvarado, que hizo movido e interesante el pleito, sencillamente perdió el 80 % de los episodios.
Con un knockdown propinado en el 8vo que lastimó a Alvarado y logró escapar por el concurso de la piadosa campana, a la vez que recibió uno en el 9no sin ninguna consecuencioa, el pupilo de Nacho Bristaín ganó unánimente el pleito con tarjetas de 117-109, 119-108 y 117-109, suficientes para que continúen las puertas abiertas de los pleitos grandes, esos que acostumbra pelear con regularidad y en los que mejor brilla. La pelea fue en la division welter como eliminación de la OMB para un tiro por la faja mundial.
Buena nota, Pascual.
Honor a quien honor merece.