Magomed Abdusalamov / ‘El Tyson Blanco’
Aunque la calidad de los pesos completos ha desmejorado considerablemente de un tiempo a esta parte, hay una serie de éstos que aunque no son ‘nada del otro mundo’ pueden dar un buen espectáculo. Uno de ellos es el púgil ruso Magomed Abdusalamov, quien el pasado viernes 8 de marzo despachó en 5 asaltos al puertorriqueño Víctor Bisbal.
Si bien es cierto que al boricua no se le puede considerar, bajo ningún concepto, como un boxeador ‘fuera de serie’, confundió a Abdusalamov en los primeros asaltos, pero éste pudo hacer los ajustes necesarios para vencer al borinqueño. Para efectos de la televisión y el fanático de boxeo, Abdusalamov es el tipo de boxeador que gusta por su forma explosiva de combatir. Aunque carece de un boxeo técnico, ello lo compensa con su agresividad y recia pegada.
Por otra parte, Magomed Abdusalamov me hace recordar a otro noqueador: Mike Tyson. Hubiera sido interesante ver un encuentro entre estos dos colosos del ring si estuvieran en la misma época. Aunque el ruso lleva un paso muy bonito en el pugilismo, entiendo que debe mejorar su defensa y darle énfasis al boxeo técnico, porque no siempre va a encontrar a un rival que sea fácil de noquear y puede llegar el momento que se encuentre con un boxeador que combine pegada y técnica donde podría ‘dañarle la noche’.
Creo que de ahora en adelante a Abdusalamov deben enfrentarlo a boxeadores de mejor calidad. Sería interesante verlo pelear con alguno de los hermanos Klitschko, pero tengo la impresión que sus manejadores no lo van a enfrentar a éstos, teniendo en cuenta que se le puede acabar la ‘gallinita de los huevos de oro’.
Personalmente me gustaría verlo pelear con el gigante estadounidense Deontay Wilder, quien marcha invicto en 27 peleas, donde a noqueado a todos sus rivales. No hay lugar a dudas que Wilder lo que tiene por puños son dos manoplas y un encuentro contra Abdusalamov se ‘sacarían chispas’ . Pero mientras llegan los grandes nombres para Abdusalamov, veremos al ‘Tyson Blanco’ tirando ‘patás arriba’ a cuanto boxeador tenga la osadía de retarlo.