Lucas Matthysse logró al fin su corona mundial al noquear al tailandés Tewa Kiram en el octavo asalto
El ídolo argentino Lucas Matthysse, hizo estallar de alegría a la afición de su país al noquear en 8 asaltos al escurridizo tailandés Tewa Kiram en una pelea de título Mundial AMB, celebrada en el fabuloso Forum de Inglewood en Los Ángeles. De esta forma, el popular fajador de Trelew, Provincia de Chubut, Argentina, se consagra Campeón Mundial de los pesos Welter, en la versión de la AMB. Este triunfo produce particular alegría debido a que Lucas, siempre pareció un futuro Campeón, pero en dos oportunidades, la suerte le había sido esquiva. Ahora él y su hermana Soledad, se convierten en los únicos hermanos (Hembra y Varón) que han alcanzado un título mundial de boxeo.
La pelea era esperada con ansiedad, por la afición argentina y latina en general. Lucas tenía que coronarse esta vez. De lo contrario, habría dado la razón a algunos detractores gratuitos y mal hablados que ya lo daban por retirado y afirmaban que en los compromisos importantes, le faltaba corazón. Y ese Fantasma anduvo rondando durante los primeros siete rounds, pues el tailandés Kiram, que trajo un record invicto en 38 peleas con 28 nocauts se dedicó a evadir el combate y a evitar el cambio de golpes. Y aunque las tarjetas de los jueces demostraron que no, pero había el temor de que el tailandés marchara arriba en la votación de los jurados.
Los rounds transcurrieron en medio de mucha tensión. Kiram se desplazaba y estiraba su largo Jab que, si bien no hacía daño, estorbaba el avance de Lucas. Cuando lo arrinconaba el argentino o se le acercaba, Kiram se amarraba rehuyendo la acción. Estos inconvenientes, parecían inquietar a Matthysse que, a ratos, lucía algo torpe en su accionar. Además, de alguna forma, estas escenas recordaban, la traumatizante pelea con el ruso Victor Postol, pues aquel estuvo corriendo durante 7 asaltos provocando que Lucas se desmoralizara y prácticamente, abandonara el combate en el 10mo asalto. Había alarma entre los presentes. Pocos tailandeses y muchos partidarios de Lucas. Unos, se sentían técnicos de boxeo y le gritaban: “Pegale abajo”
Pero para los jueces, la cosa no era para alarmarse. Hasta el 7mo round, la puntuación iba asi: Levi Martínez 69-64 por Lucas; Zac Young 68-65, también por Matthysse y Pat Russell la llevaba 68-65 por el tailandés, Kiram. De modo que, aunque el juez Russell lo tenía abajo por tres puntos, los otros dos lo veían ganando bien. Y daba la impresión de que, de ahí en adelante, las acciones estarían favorables para el argentino. El problema era el fantasma de Postol. No se fuera a desmoronar Lucas en cualquier momento, como aquella noche para el olvido en Carson, California.
Las acciones seguían, hasta de forma un poco monótonas. Lucas buscando la pelea y el tailandés evadiéndose, todavía con buenas piernas. Pero parece que “La Procesión iba por dentro”, porque en una de esas, Kiram quedó arrinconado cerca de las cuerdas y Lucas consiguió pegar un derechazo al pómulo izquierdo. No se vio que el golpe fuese neto. Más bien “Chaflaneado”, como decimos en el argot del boxeo. Pero Kiram cayó de una forma, que parecía que no se paraba. Se levantó penosamente. El árbitro mexicano Raul Caiz Sr, ordenó la continuación de la pelea. Kiram trató de desplazarse y Lucas, de arrinconarlo para liquidar aquello de una vez. Una izquierda en directo y corta; parecida a un Jab, dio sin mucha fuerza en la mandíbula de Kiram que, a la vez, pegaba lo que pareció su mejor golpe. Una derecha a la cabeza, bien palanqueada.
Pero he aquí, que después de pegar ese golpe, Kiram se fue a la lona completamente fulminado. Permaneció largos minutos que provocaron terror entre los presentes. Incluso, se lo llevaron en camilla y lo montaron en una ambulancia. La escena no podía ser más dramática. Afortunadamente, Tewa recuperó el conocimiento y la lucidez. Creemos que pudo ser que Kiram ya vendría resentido de algunos golpes anteriores y estos que recibió, ya cansado, le provocaron el colapso. Porque, aunque Matthysse no estaba peleando bien, es aceptado por todos, que es un gran pegador.
¿Qué le espera, ahora, a Matthysse?
Si fuéramos nosotros, managers de Lucas, lo tomaríamos con calma. Nos olvidaríamos de Errol Spence y de Terence Crawford. Lucas debe sacarle dinero y disfrute a ese título que le fue tan esquivo y que le costó tanto. Creemos que De La Hoya, lo puede conducir, más o menos, como al Canelo Álvarez. Hay peleadores ante los cuales, Lucas luce muy bien y con los que puede ir robusteciendo su cuenta bancaria. Ejemplo, Yoshihiro Kamegai, Andre Berto, Victor Ortiz, Fabián Maidana, el hermano del Chino, Lamont Peterson, por ahí anda retándolo Kermin Cintrón, el venezolano Johan Pérez, que viene de ser perjudicado con decisiones ante Fabian Maidana y el actual campeón, Saddam Alí. Este mismo Alí, podría ser, el australiano Jeff Horn. Si regresaran Cotto o Pacquiao, que son buenos todavía pero ya no pegan y sería difícil que lo aguantaran.
Después de varias defensas ante rivales accesibles, entonces, defenderlo frente al nativo de Filadelfia y de antepasados boricuas, Danny García, al cual pensamos que ahora debe superar y por Nocaut. El futuro parece promisorio para Lucas, pese a que ya tiene 35 años. Es un joven que se cuida y aún tiene unos tres y hasta cuatro años por delante, en la élite del boxeo.