LOS RESULTADOS OBLIGAN, SON PROFESIONALES

roberto quesada placa hall of fame floridaUna de las reglas del ABC del pugilismo reza: “no cambies de trainer al peleador como de calzoncillos (el hombre aseado)”; es ley que un boxeador, al que le pongan un entrenador cada semestre, no se adapte; porque la metodología, aunque filosóficamente es la misma para todo el circuito rentado, cambia por intución personal en ciertos puntos de vista.

El valioso grupo de boxeadores cubanos que ha invadido con éxito el campo profesional en los últimos tiempos, ha debido enfrentar injusticias relativas a la búsqueda de trabajo, más concesiones paternalistas de parte de managers y promotores, que son incaceptables cuando se cobra.

 

El boxeo profesional no es el amateur, mucho menos el profesional de estado castrista, donde se pueden alcanzar “logros directivos” sin capacidad técnica, solo demostrando la mejor actitud servil del año a la tiranía; incluso por influencias nefastas del obamismo, Pedro Roque dirige el equipo técnico que “forma” a los boxeadores amateurs americanos, el mismo que contribuyó a “deshabilitar e imperfeccionar”, durante el tiempo que lo dirigió, las enormes condiciones (criticadas abusadoramente por la televisión y por Arum) de Rigondeaux y de todos los otros.

 

De pronto, bajo la presión concesiva y beneficiosa del obamismo para la tiranía, lo contratan para que trabaje con el equipo aficionado de USA ¿No hay preocupación en el circuito HBO, que no quiere saber de Rigondeaux ni el nombre, porque este país pierda la magia que lo ha caracterizado siempre en Fistiana? O, como he creído desde el primer momento ¿Será parte del andamiaje contra los cubanos que actúan aquí? ¿Es descabellado analizarlo como la maniobra para destabilizarlos y frustrarlos hasta que dejen el oficio y se vean obligados a hacer cosas socialmente repugnantes? ¿Es difícil de concebir lo que sale del marco de “injusticia”, hasta convertirse en el material que necesita la Mesa Redonda de la tiranía, a fin de desarrollar el tema “SE LOS DIJE, el monstruo siempre actúa así”?

 

Ni Roque ni Pedro Luis Díaz tienen filosofía de profesionales como entrenadores, por eso uno es un fracaso ya y el otro…

 

Un recluta puede llegar al boxeo sanamente, sin malicia preconcebida, sin línea de pensamiento profesional, pero el trainer está obligado a convertirlo en el peleador que aplique lo técnico sobre la concepción del boxeo rentado; porque entre lo amateur y lo profesional media un abismo, a fin de cuentas se ganan dólares, muchas veces millones y el público debe pagar por disfrutar el show, ahí está lo obligado con la clase del trainer.

 

Los managers y promotores que han estado a cargo de los boxeadores cubanos, les han concedido tanto que los han dañado al permitirles preparadores “que los entrenaron en Cuba” ¿Cómo ha sido posible? Cualquiera sabe que el éxito de un boxeador profesional depende de la esquina, una vez que todo el mundo no es Robinson, entonces ¿A qué obedece mantenerlos con alguien porque lo vio nacer o lo bautizó?

 

Para el sábado Roberto Quesada, entrenador de larga y exitosa trayectoria profesional, conferencista internacional sobre la faena del CMB, que sabe cómo dirigir o contribuir a la victoria de un pugilista desde la perspectiva de un HOF del Estado, estará formando parte del grupo Gamboa en la pelea que marcará el regreso del pugilista a la acción oficial.

 

Por su largo mutis en el trajín, la pelea pudiera ser más dura y difícil de lo que debería, además, Crawford no es un paquete.

 

Pero, al contratar a Quesada como cut-man y ayudante en la esquina, se nota que hay interés en arreglar las cosas para que, quienes inventan cuentos de brujas, por lo menos se queden sin argumentos. Parte de la recapacitación ha puesto a Rigo en manos de Rubio de nuevo.

 

Ganen o pierdan, las cosas hay que hacerlas como se debe, los pasos tomados con Quesada y Rubio son la entrada al ring con buen pie. Lo demás queda a cargo del coliflorista, de su esfuerzo y de su aplicación.

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