La promesa superligera de México: “Massa” Ortiz
Ya han pasado prácticamente dos años desde que Roberto “Massa” Ortiz rompió la carrera muy cuidada de Antonio Lozada Jr. y se metió al selecto grupo de prospectos mexicanos que se han ganado su luminaria a base de puños y no de padrinos; sin embargo, el tiempo sigue pasando y la oportunidad que parecía tan cercana al coronarse campeón plata CMB superligero, parece alargarse más de la cuenta, ya dos personas distintas han detentado el cinto CMB superligero desde 2011 y ninguna de ellas es de Torreón.
La defensa del “Massa” en breve
Este 16 de febrero, Roberto Ortiz expondrá su título plata CMB superligero ante el muy cononocido Fidel Monterrosa, que después de presentarse como un temible noqueador antes de su pelea ante Humberto “Zorrita” Soto, se desinfló a base de varios KO, incluido el que le propinó Pablo César Cano. Monterrosa se presentó como un complicado contendiente ante el oriundo de Los Mochis, pero a estas alturas del partido seguramente le dará muy pocos trabajos al “Massa”, la posibilidad de sumar un KO más es muy alta; Ortiz tiende a ser un peleador que fácilmente se pone arriba de sus oponentes por su fuerte golpeo y su determinación, pero baja mucho su calidad cuando pelea con oposición de nivel muy inferior al suyo, tendrá que cuidarse del trabajo en las cuerdas de Monterrosa si quiere seguir con su racha de victorias.
La oportunidad de Ortiz a detalle
Antes de la pelea ante Antonio “Cañitas” Lozada Jr., Ortiz poco había probado la calidad en la esquina opuesta, por lo que él mismo no sabía qué tan bueno era. La noche del 25 de junio de 2011, fue certero e implacable como contra los oponentes de bajo nivel que habían adornado el inicio de su carrera. Sin embargo, su boxeo completo que sorprendió a quienes lo contrataron como escalón de Lozada Jr., al público y la televisora, quien encontró un nuevo prospecto a seguir.
Roberto, sin embargo, no tiene 18 años para seguir probando en lo blando hasta la madurez, ya suma 27 años y 28 peleas, por lo demostrado ante buenos y malos oponentes, con el cinto plata en sus manos y con las ganas de triunfo, justo es que vaya por la silla real del superligero en el CMB y que sus presentaciones de adorno se conviertan en peleas de renombre.
Lo anterior lo digo porque en vez de subir de calidad y de internacionalizarse su boxeo, Ortiz ha vuelto a pelear con los boxeadores que no suponen verdadero peligro para el lagunero, pero no como una forma de cuidarlo, sino como una estrategia de meterlo a la congeladora, muy nociva e injusta para el “Massa”, quien en cada pelea levanta la mano para ir por el cinto de oro.
Desde 2011, en la espera de Roberto, Timothy Bradley se dio el lujo de unificar los cintos CMB y OMB superligero, convirtiéndose en el mejor de división, hasta que el organismo que preside José Sulaimán decidió despojarlo de su título y lo puso en juego en septiembre de ese año, entre Erik Morales y Pablo César Cano; después de que el tijuanense se alzó con la victoria expuso su cinto ante el retador número uno: Danny “Swift” García, quien a su vez destronó al “Terrible” a inicios de 2012 y confirmó con un gran KO en octubre del mismo año ante la leyenda mexicana.
Mientras todos estos nombres jugaban por el título, Roberto Ortiz seguía llenando fechas débiles con su faja plata, esperando a que llegara su oportunidad: ¿algún día llegará?
Se puede argumentar que la poca experiencia ha decantado a sus promotores a no exponerlo; su poco fogueo no le ha dado los elementos suficientes al CMB para ponerlo como retador oficial; su aprendizaje aun en curso no ha motivado a su entrenador. En fin, se pueden decir muchas cosas de los seis años en los que ha practicado el boxeo profesional el “Massa”, pero nunca que no está listo.
Con 24 peleas y 21 años, ¿Pablo César Cano no estaba demasiado verde para enfrentar a Morales?; con 24 años y 22 peleas, ¿no era prematuro enfrentar a Danny García ante Erik Morales e inmediatamente después con Amir Khan?
Es grato ver las buenas demostraciones de boxeo de Roberto “Massa” Ortiz, pero cada fecha que pasa parece tedioso volver a verlo exponer un título provisional que no lo avala como campeón del mundo, desperdiciar su capital físico y boxístico.