LA PALABRA FIJA EN LA CARTILLA BOXÍSTICA: MIEDO

Por Andrés Pascual

MIEDO… cada 4 palabras aparece la palabra maldita, es una infusión: baja la fiebre y alivia la tos.

¿A qué? “…está acostumbrado a pelear bajo esas condiciones, no tiene miedo…”, “…no tiene miedo de pelear en esa plaza…”, “…el público local es muy exigente y violento, pero no le tememos…”, “…tiene miedo enfrentarlo porque sabe lo que le espera…”.

La cartilla promocional de hoy no contempla el ABC del pugilato en cuanto al comportamiento juiciosamente equilibrado, sino que evita las normas decentes que necesita el peleador respetable por respetuoso

¿Cuántos boxeadores se dan a respetar? No tengo el dato, pero no son muchos, si, además, incorpora el comentario en la declaración hecha a un cronista que no encuentra algo mejor que manipularlo, envenenarlo y, a veces, inventarlo para trasladárselo al público como cizaña provocadora, figúrese…

El show del pugilismo actual empieza antes del pesaje, incluso antes de que se firme el compromiso, cuando un peleador inicia el ataque contra quien lo ha evitado por intereses de su promotora y lo acusa de “cobarde”.

Todavía no sé si creen lo que dicen en esa sarta de estupideces relativas al valor personal de quien no puede decidir por sÍ mismo contra quién pelea ni cuánto cobrará, porque el boxeador es un obrero del ring, el manager su apoderado a veces y el promotor un semi-Dios que puede, con la televisión detrás, violar las reglas históricas y poner a un manager-fraude que lo represente legalmente para evadir la justicia, porque el verdadero es él.

Canelo Álvarez está nervioso, no tiene miedo, pero quiere la firma de Cotto en el contrato para la posible pelea de Mayo.

Entonces dice que “será una batalla clásica” porque resultaría otro enfrentamiento Puerto Rico vs México, regresando al detalle nacionalista, que enciende pasiones y crea odios gratuitos entre quienes no conocen de boxeo ni la “b”, empezando por el propio boxeador.

No, boxeo clásico no es eso mi’jo, es mucho más, es un bout en el que dos peleadores boxeen y dejen huellas para la posteridad por su clase artística, que no por gusto el adjetivo significa pauta a seguir o modelo.

Y yo no creo que haya boxeadores que se atrevan a seguir a ninguno de los dos, porque, lo que se conoce como boxeo, todavía no está en los manuales de ninguno de ellos, que una entrada de golpes lanzados hacia delante nunca ha sido boxeo “clásico”.

No obstante, creo que el mexicano puede ganarle al boricua porque es menos “clásico”; es decir: más bruto, más joven y más fuerte.