La justicia divina de la revolución de Juan Manuel Marquez… ¡si se pudo y se acabaron las dudas

Foto Herbert Diaz

Una pelea de esta índole, donde el favorito no sólo es abrumado, sino de la manera que es superado vale la pena, por todos los eventos pasados durante el 2012 que no nos gustaron, porque  la atmosfera en el MGM el 8 de diciembre, durante el evento Pacquiao-Marquez, fue de total locura.

¡Con dinero y sin dinero hago siempre lo que quiero…!

Con el emblema de 100 % defeño entro bajo el coro de los 16, 348 fanáticos, esta vez, en su mayoría de piel color canela que tenían la misma fe que su ídolo si movería una montaña.

¡Ole ole ole Marquez, Marquez!

Después entro Pacquiao con una lluvia de bullas y cantos de insulto, porque hay que mencionar que los momios empezaron con la oferta de 3 a 1 con Pacman favorito pero a tiempo de pelea las apuestas estaban a volado en el viento. Las pantallas mostraban las épicas peleas, tanto de ellos, como de otros caudillos que dejaron una huella imborrable en el deporte, mas aparte la publicidad de los patrocinadores más insistentes y la película Django de estreno en Christmas, seguido de las estadísticas muy paralelas de ambos para dejarse arrullar por la conocida voz de,

¡Para los miles en audiencia y los millones alrededor del mundo!

Manny entro mas ansioso disparando sus disparos de ángulo imprescindible, pero Marquez estaba muy al alba, haciéndolo pagar cada vez que tiraba sin pista de respaldo, y la euforia de la raza ¡Marquez pártele su &^6^%^6^%% Marquez pártele… ¡(su 10 de mayo, claro).

Pacman sabía que con Marquez no tenía mucha ventaja y atacaba con ganas de rasgarle el alma para irse a dormir feliz de la vida de haber dejado las cuentas claras, pero con el obstáculo que están hechos el uno para el otro, la riña se convertía en un juego de ajedrez donde el que más quisiera la victoria tendría que ser tanto astuto como inteligente en cada desplazamiento.

Y en la tercer ronda con la balanza pararela Marquez lanzo una dinamita de derecha sin escrúpulos que se estrecho en el rosto del filipino, quien beso el polvo, pero no hubo más daño, y Marquez la jugo fría, sin precipitarse, ni emocionarse tanto porque la misión aun no se cumplía. Y el manicomio seguía alborotado haciendo olas y cantos de toda índole para su favorito:

¡Si se puede, si se puede, duro, duro duro!

Pacquioa seguía en busca de hacer valer su ley, pero Marquez seguía defendiendo la plaza a capa y espada y con un físico envidiable a consecuencia de casi 5 meses de preparación, no importaba que tuviera 39 años de edad, aunque tuviera 100 su tan esperada redención se convirtió en una obsesión sin límite:

¡México lindo y querido si muero lejos de ti…!

La formula de Marquez siempre ha sido de agarre de cuernos al toro, sin sacarle la vuelta y en la guerra proclamada en la zona estrecha Pacman anota y con la ayuda de un tropiezo Marquez puso guante en la lona suficiente para que se le contara como caída, el resto del asalto no fue apto para los taquicardiacos porque se miro al tagalo decidido a terminar en el mismo quinto asalto pero la muralla de Dinamita resistió la embestida heroicamente.

¡Ay ay ay ay canta y no llores porque cantando se alegra cielito lindo los corazones…!

Pacquiao entro al sexto con la misma bravura que termino y se le beneficiaba en las tarjetas de los jueces, pero faltando un segundo para el cierre del asalto, bara bin bara bum cuando Pacman se le echa encima a Marquez recargado en la soga y conectando en lo angosto una diestra de lotería al pegar en la barbilla que congelo a Manny por unos segundos de angustia para propios y extraños, pero al dar señales que solo fue mandado al país de los sueños, la atención se concentro en la gran victoria del gran ídolo del país azteca… ¡Juan Manuel Dinamita Marquez!

Y la demencia de los miles en audiencia seguía en su apogeo al salir del aposento.

¡Si se pudo, si se pudo, ole ole ole Marquez ole ole ole, Marquez, Marquez!