La historia cuenta que…
En 1990, y en una de las mayores sorpresas en la historia del boxeo, el estadounidense James “Buster” Douglas noqueó en 10 asaltos al hasta ese entonces temido Mike Tyson en Japón para quitarle las correas de la AMB World Boxing Association / Asociación Mundial de Boxeo, el CMB World Boxing Council y la FIB International Boxing Federation del peso completo, que poseía Tyson.
Las apuestas estaban 42-1 a favor de Tyson, que realizaba la décima defensa de su cetro del CMB, la novena de la AMB y la séptima de la FIB, y que estaba supuesto a medirse con Evander Holyfield en junio de ese año después de Douglas. Pero a la hora de la pelea ante este último todo cambió, ya que Douglas llegó con una buena estrategia y sin temor al imbatido Tyson.
Douglas aprovechó muy bien su ventaja en estatura y alcance para mantener a distancia a Tyson con su jab y golpes desde afuera y no dejarlo entrar en su guardia. Tal era la confianza de la gente en la esquina de Tyson, que no fueron preparados para alguna eventualidad y al inflamarse el ojo de su peleador tuvieron que llenar un guante de latex con hielo para ponerle.
Pero “el que pega, pega” y Tyson por poco acaba la pelea en el round ocho cuando derribó a Douglas con un fuerte upper. Un conteo super largo del árbitro Octavio Meyrán permitió a Douglas ponerse de pie y terminar el asalto.
En el noveno, un recuperado Douglas tomó el control nuevamente lastimando a Tyson, y en el 10 lo terminó al enviarlo a la lona con una combinación por la cuenta definitiva y concluyó el pleito a los 1:22.
Douglas perdió el título en su primera defensa en octubre de ese año al ser noqueado por Holyfield, mientras que la carrera de Tyson se convirtió en una de altibajos en lo deportivo y lo personal hasta su retiro en 2005.
(Fotos: Suministradas)