Juega el destino para la revancha Ponce de León vs González
Después del desafortunado desenlace de la contienda entre Daniel Ponce de León y Jhonny González, en septiembre pasado, donde un cabezazo le abrió las puertas del triunfo al chihuahuense, se esperaba que la revancha firmada en el contrato de la primera pelea se hiciera válida; la pelea no llegó e incluso cada cual anuncio una contienda aparte, hasta esta semana, en la que el retador oficial de se lesionó, dejando las puertas abiertas a la segunda pelea entre ambos.
Una injusta decisión
En la primera pelea entre ambos, Daniel llegaba como la clara víctima, al concretar un récord muy irregular que incluía dos derrotas (Gamboa y Broner) además de una polémica victoria ante Cornelius Lock, en una pelea que el norteamericano dominó todos los episodios. En cambio, Jhonny llegaba con el viento en popa, después de cuatro defensas del cinto CMB pluma, incluidas las victorias ante Hozumi Hasegawa y Elio Rojas.
Sin embargo, conforme la pelea fue avanzando, Ponce de León de acomodó al estilo del capitalino y comenzó a bombardearlo con derechazos que el campeón no pudo quitarse hasta visitar la lona en el sexto episodio. No dudamos que la calidad y la variedad de boxeo están por mucho del lado de González, pero en la pelea del 15 de septiembre ya era ampliamente dominado cuando ocurrió el choque de cabezas.
La decisión resulta por demás injusta para todos. En primer lugar porque un clásico de boxeo entre un técnico y un fajador no debería acabar de manera tan simple; en segundo termino, porque a la altura de la octava ronda, por un pequeño margen, Jhonny podía ganar la pelea en las tarjetas de acuerdo a lo visto en los primeros episodios; en tercer lugar, el tamaño de victoria que merecía Ponce no se llena con la decisión técnica que le asignó el jurado.
Para Jhonny González, uno de los más completos pugilistas de México, la pelea significó un balde de agua fría y un escollo difícil de superar, puesto que su retador es un boxeador que anuncia demasiado sus embates y que tiene un deficiente caminado de lona, características que en otras peleas habían facilitado el KO al pupilo de Nacho Beristaín.
Después de la derrota ante Toshiaki Nishioka, González recompuso el camino y fue construyendo paso a paso el camino para un segundo campeonato en división distinta. Después de no se le permitió contender por la faja vacante CMB pluma ante Hasegawa, pero en la segunda instancia destronó al naciente campeón japonés.
Para Daniel Ponce de León, la victoria fue reencontrarse con el león que por mucho tiempo maravillo a la afición norteamericana; el favorito pegador que a pesar de su escaso boxeo proclamaba el alarido del respetable con los nocaut que recetó a cinco de los oponentes que se pararon frente a él cuando fue monarca OMB en las 122 libras.
Después de la derrota ante Juan Manuel López, el retiro de Ponce se veía cerca. Volvió a las luminarias cuando anestesió al prospecto Antonio Escalante, volvió a las sombras con dos derrotas y de nuevo subió al podio cuando superó a Eduardo Lazcano en una pelea para el olvido.
El destino confabula para la revancha
Esta semana, tanto los promotores del boricua Jayzon Vélez como los de Ponce anunciaron que una lesión en el tobillo dejaba sin oportunidad de pelear en primavera al retador oficial del CMB. El mismo Daniel Ponce anunció que ante la suspensión de la pelea, tomaría un descanso del intenso entrenamiento que había planificado para su primera defensa.
Sin embargo, de todas partes del mundo y principalmente de México, los clasificados con opción a pelear en marzo o abril han alzado la mano para poder ser los contendientes de Ponce de León. El que más desea, claro está, clamó desde el gimnasio Romanza en la Ciudad de México, y de acuerdo a sus promotores podría suspender la pelea anunciada para el 23 de febrero ante Eusebio Osejo si se llega a un acuerdo para pelear con el chihuahuense.
Incluso el CMB no ve con malos ojos la revancha entre ambos boxeadores mexicanos; el propio José Sulaimán habría prometido la oportunidad del campeonato del mundo a González en cuanto estuviera libre de compromisos, es decir, después de la pelea ante Vélez. Sin el puertorriqueño en el camino, la opción para que ambos puedan enfrentarse parece tener luz verde en la organización siempre y cuando las promotoras se pongan de acuerdo.
Seamos claros, por lo demostrado en septiembre pasado, Ponce de León no tendría por qué temer una revancha, que seguramente le daría más dinero de lo que estaba previsto para la contienda con Vélez, en la recta final de su carrera el famoso pegador de origen Tarahumara debería ver la cuestión en pesos y centavos y pedir que la revancha se concrete. El gasto para el entrenamiento ya está hecho y debe aprovecharse, si no se volverá dinero y tiempo tirado a la basura.
La pelea generaría mucha expectativa y seguramente se vendería bien; ante la falta de grandes carteleras a inicio de 2013, parece que Ponce de León González es la mejor opción para los promotores, televisoras y público.
Sin embargo, el principal impedimento parece sentar a la mesa a Frank Espinoza y Reginaldo Kuchle, lograr que se pongan de acuerdo en la repartición de la bolsa, el lugar y fecha de la pelea.