Juan Manuel Márquez / El mejor del siglo XXI
Después de la espeluznante demostración de poder e inteligencia de Juan Manuel Márquez del pasado sábado, no parece una exageración decir que se ha encumbrado como uno de los mejores de la historia de México; sin embargo, para la polémica quedará si es el mejor de nuestro tiempo, al lado de verdaderos gigantes como Marco Antonio Barrera y Eric Morales.
En busca del mejor mexicano
La discusión sobre quién ha sido el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos sólo tres nombres figuran entre muchos para tal galardón: Julio César Chávez, Salvador Sánchez y Rodolfo Casanova. Determinar al ganador es una tarea harto difícil y se expone a cometeré errores garrafales; sin embargo, en la reflexión sobre lo ocurrido el sábado 8 de diciembre es necesario abordar este tema, que nunca tendrá una verdad absoluta ni definitiva.
En mi particular punto de vista, Rodolfo Casanova no puede ser el mejor boxeador mexicano de todos los tiempos. En primer lugar porque carece de un palmarés internacional a pesar de haber tenido dos oportunidades de título mundial, de las cuales resultó noqueado por Sixto Escobar (junio, 1934) y por Henry Armstrong (enero, 1937); además, su legado sigue siendo muy local, a pesar de ser vasto en calidad. A pesar de ser un dechado de técnica, un maestro del carisma y tener un cuerpo casi forjado divinamente para el boxeo, el “Chango” no puede ser el mejor de México.
El caso de Julio César Chávez es distinto, la mitad de su exitosa carrera, cuando era prácticamente invencible, no recibió a tiempo el apoyo y la oportunidad para demostrar ante hombre de talla mundial su calidad. Al llegar la veteranía le llegaron las oportunidades de doblegar a los mejores campeones de su época; sin embargo, cuando se encontró con un hombre de su tamaño no sólo se vio anulado arriba del ring, también su promotor (King) manchó la carrera de JC al regalarle los jueces un empate (en el afán de prologar su invicto) en esa histórica pelea en la que fracasó al querer ser campeón en cuatro categorías. Pernell Whitaker fue el tope para Chávez. Además no supo retirarse a tiempo y a los que lo vimos encumbrado en la cima, nos dolió verlo en peleas de pésimo nivel o en la obstinada pelea ante Kostya Tszyu, quien lo borró del cuadrilátero. En mi punto de vista, los récords de más defensas mundiales, de mayor tiempo invicto, entre otros, difícilmente serán superados por otro mexicano, pero Chávez tiene que ser catalogado como el más exitoso de México, pero no como el mejor.
A pesar de lo poco que pudimos ver en Salvador Sánchez, su herencia como verdadera leyenda del boxeo mexicano no puede ser pasada por alto. No se puede decir simplemente que fue uno de los mejores o uno de los 10 mejores. En mi punto de vista, Sánchez es el mejor de México de todos los tiempos. En primer lugar porque acató y superó cada uno de los retos, locales y mundiales, que se le fueron presentando, con el mayor profesionalismo y con un boxeo a tope (nunca vimos un Sal sobrado, dando ‘bola’ cuando sabía ganada la pelea); en segundo lugar porque le pasó por encima a los pocos hombres de su tamaño que se enfrentaron a él, no por nada arrasó con el mejor boxeador de Puerto Rico, Wilfredo Gómez, y con el mejor boxeador que ha dado África, Azumah Nelson. En tercer lugar, porque aunado a la técnica expuesta en las 46 peleas profesionales que encaró, mostró capacidades de otro mundo en cuestión de pegada y encaje; en cuarto lugar, porque a pesar de tener cloroformo en las manos, nunca buscó ser un peleador que gana de un solo golpe (disfrutaba del boxeo como pocos), a pesar de su encaje buscó ser un peleador harto complicado de conectar. Quinto, porque a pesar de ser tan bueno, le gustaba jugar a la ruta larga, le gustaba que los aficionados disfrutaran sus peleas y, al menos las defensas del título mundial, son todas unas joyas del boxeo que pocos podrán igualar en forma consecutiva. Si comparamos fríamente la calidad de boxística entre uno y otro, claramente Salvador Sánchez fue mejor que Julio César Chávez; el destino, empero, se lo llevó a los 23 años, dejándonos inconcluso su legado, pero también sin posibilidades de verlo en decadencia.
Buscando al mejor del siglo XXI
No debemos anclar a una sola victoria la importancia de un púgil, por lo que aclaro, la victoria de Juan Manuel Márquez no lo pone por si sola en el Olimpo de los 10 mejores boxeadores de México, sino que confirma una gran carrera digna de cualquier galardón. Sin embargo, la manera de ganar nos sirve para discernir el por qué “Dinamita” puede ser considerar el mejor de México en este siglo.
Primero no debemos olvidar a otros gigantes que han caminado hombro con hombro al lado de Márquez en esta época:
Eric “Terrible” Morales: campeón en cuatro divisiones diferentes, dueño del récord mexicano en defensas mundiales de título supergallo, poseedor de un intercambio de golpes suicida pero efectivo y de una pegada que aun en las peleas más postreras lo acompañó siempre. Sin duda el mejor campeón mexicano en la división mencionada.
Marco Antonio “Barreta” Barrera: campeón mundial en tres categorías distintas, dueño del récord, en conjunto con Morales, de más defensas mundiales en peso supergallo para un mexicano. Un fajador inmisericorde y uno de los peleadores con más coraje y entrega al público de todos los tiempos. Un púgil limpio y de los más profesionales en el entrenamiento suyo y ahora de sus pupilos.
Fernando “Kochulito” Montiel: campeón en tres categorías distintas, dueño del récord de defensas mundiales para el peso supermosca en México. Dueño de una gran pegada y de una escalofriante puntería, boxeador con un amplio repertorio de golpes y de un boxeo duro y técnico.
Jorge “Travieso” Arce: campeón en cuatro categorías distintas. Un innoqueable del boxeo, quizás el más salvaje de los campeones mexicanos, así como el de más corazón. Sin tener prácticamente técnica ha vencido a rivales superiores en técnica, rapidez y pegada.
Junto a ellos, Juan Manuel Márquez no sólo ha regalado KO impresionantes como el que propinó a Manny Pacquiao, también ha mostrado (me atrevo a decirlo) el mejor boxeo de un azteca desde por el bien de su salud Ricardo “Finito” López decidió retirarse en 2001.
Márquez no sólo puede considerarse el mejor contragolpeador de la historia del boxeo mundial (hay que nombrar quien puede superarlo), también ha sido un dechado de combinaciones y técnica del golpeo que difícilmente alguien podrá refutar que en calidad los otros gigantes de nuestra época lo pueden igualar.
Además, al modo del gran campeón pesado Rocky Marciano, Juan Manuel posee una mandíbula sui generis: en las grandes peleas, hombres de gran calidad lo han mandado a la lona, pero ningún púgil ha logrado noquearlo. Al igual que Sal Sánchez, no se puede clasificar al “Dinamita” entre los monarcas mundiales que noquean de un solo golpe; siempre, aun en la cuarta pelea Márquez-Pacquiao, hay un meticuloso trabajo de suprimir al contrario. Así mismo, dicha pelea sirve para detallar porque Márquez es el mejor de este tiempo (no el más espectacular, o el más popular, el más noqueador; sí uno de los tres más exitosos): cinco campeones mundiales enfrentaron a Manny Pacquiao, la estrella de nuestro tiempo; sólo dos pudieron derrotarlo, sólo tres lograron llegar a las tarjetas, sólo dos se salvaron de caer noqueador, sólo uno lo noqueo, en todas las listas anteriores aparece Márquez.
Pero fuera de la estadística el punto más importante de porque resaltar el serial Márquez-Pacquiao como argumento de que Juan Manuel es el mejor boxeador del siglo XXI tiene que ver con la inteligencia. Todos los campeones mundiales mexicanos que enfrentaron a Pacquiao fueron incapaces de modificar su estilo para derrotar al filipino, todos incluido Eric Morales, que ante un Pacquiao más evolucionado cayó dos veces por KO después de la golpiza que propinó a Manny en la primera reyerta entre ambos.
La inteligencia como punto primordial. A pesar de tener un estilo concreto, cada una de las peleas de Juan Manuel Márquez han sido producto de un análisis previo del rival (en el que Beristaín puede tener gran peso) y en la gran capacidad de Márquez para improvisar sobre la marcha y encontrar los puntos débiles del contrario.
La diferencia además de la inteligencia del boxeador, entre Márquez, Morales y Barrera, es (insisto, en mi perspectiva), que Eric y Marco Antonio fueron gigantes sin oponente en el peso supergallo, pero Márquez siempre se ha mostrado como el mejor boxeador de cada división que tocó, y de manera especial en aquellas después de convertirse en campeón mundial en 2003.
Márquez ha sido campeón en cuatro divisiones distintas y unificado en dos de ellas, cosa que sólo Eric Morales ha logrado, pero a diferencia del orgullo de Tijuana, el cuidarse de no ser golpeado y el cuidado abajo del ring han permitido a Juan Manuel regalarle a México quizás su victoria más simbólica a los 39 años, mientras que diversos problemas fuera del ring y la gran cantidad de golpeo recibido en combate han dejado al borde del segundo retiro a Morales, con 36, después del contundente KO que le propinó Danny García en octubre pasado.
Fe de erratas
Cierro esta columna reconociendo que me equivoque (y me es grato que así sucediera) al pronosticar que Márquez se presentaba como un platillo a devorar ante Pacquiao, “Dinamita” dio clase de boxeo en los tres primeros rounds, y equivocó la estrategia en otros tres; pero lo cierto que su técnica y su inteligencia se resumen a ese pequeño instante en el que mueve su pie derecho para recibir y fulminar a Manny, logrando una de las victorias más históricas del boxeo mexicano en todos los tiempos.
Pero hay que reconocer que el golpeo al cuerpo y la lesión en la base de la nariz de Márquez (lesión que puede ser mortal en combate) fulminaron la gran condición física de Juan Manuel y lo pusieron cerca de la derrota al mexicano. Como él mismo detalló en una de las múltiples entrevistas que se le hicieron el 8 y la madrugada del 9 de diciembre: “en el quinto sentí más que nunca qué (Pacquiao) podía noquearme, pero la excelente preparación, la estrategia y el conocer su estilo de tirar golpes me permitieron terminar contundente, como queríamos que fuera, para no dejar ninguna duda”.
Insisto, también, en que es una vergüenza para la AMB, CMB, OMB y FIB, que una de las peleas que entraran como las mejores de todos los tiempos, no haya tenido un cinturón de título mundial (un cinturón de verdad, no la burla del “Campeón de la década”); piénsenlo, las grandes contiendas del boxeo han sido con un cinto ecuménico, pero ahora le faltaron al respeto al gran campeón mexicano y a Pacquiao, el uno de los dos boxeadores que ha sido campeón mundial en seis divisiones.
Extra: mi personal lista de los mejores boxeadores de México de todos los tiempos.
1. Salvador Sánchez
2. Julio César Chávez
3. Rodolfo Casanova
4. Rubén “Púas” Olivares
5. José “Mantequilla” Nápoles
6. Miguel “Maestro” Canto
7. Ricardo “Finito” López
8. Juan “Manuel” Márquez
9. Eric “Terrible” Morales
10. Vicente “Zurdo de Oro” Saldivar
Discutible tu lista del 3 para abajo, Marquez debe estar en tercer lugar por todo su palmares, Casanova mas abajo, al igual que Olivares que si bien tenia muchas cualidades nunca fue disciplinado, Napoles no era mexicano el fue producto de la escuela cubana, Canto muy buen defensivo pero tambien perdio varias peleas importantes debe estar mas abajo, Lopez debe estar mas arriba, al igual que Morales y Saldivar. ¿¿¿Barrera a donde lo dejas?????? y ¿a Zarate?
SEÑOR PABLO CASTILLO ESTA TOTALMENTE PERDIDO CON SU LISTA DE LOS MEJORES BOXEADORES DEBERIA DE ANALIZAR MUCHO SOBRE SUS CANDIDATOS Y VERA QUE ALGUNOS DE ELLOS NO TIENEN ABSOLUTAMENTE NADA QUE HACER AHI