Jesse Rodríguez, el gran reto de “Chocolatito” González

Ví a posteriori la pelea entre Rungvisai y Jesse Rodríguez. No admite cuestionamiento su aplastante victoria contra el tailandés. Lo que si genera es un temor grandísimo a la hora de imaginar un combate con Román “Chocolatito” González. Pasó con Olivares y Argüello en el Forum. Y al mismo Alexis contra Pryor en el Orange Bowl. Ciertamente el calendario agrieta y merma facultades.

(Foto cortesía: INSIDE THE RING)

Jesse Rodríguez luce maduro exponiendo su versatilidad a pesar de estar en el arranque de una prometedora carrera. Asimila, contragolpea y va hacia al frente con increíble eficacia demostrando que durante su proceso de adiestramiento no ha desperdiciado un solo segundo en su aprendizaje. Sus recursos, tales como la potencia exhibida y su resistencia absorbiendo han quedado plenamente probadas contra Cuadras y Rungvisai, lo que representa un legítimo peligro tanto para Estrada como para Román en ese casillero de las 115.00 libras.

(Foto cortesía: EL NUEVO DIARIO – NICARAGUA)

Sin embargo no es menos cierto, que aún con treinta y cinco años, González es mejor boxeador que Srisaket; y que Rodríguez se enfrentaría a un tipo con más variables en el ring, lo que exigiría del “Bam” el todo que es hasta hoy y un poco más.

A favor del nicaragüense personalmente diré que la versión de él en Carson donde terminó noqueado no graficó al verdadero Chocolatito, lo que tiende a inclinar erróneamente a un solo lado la balanza, y aunque más joven en aquella ocasión, en boxeo al igual que en medicina dos más dos no siempre es cuatro. ¿Qué quiero decir? que la victoria de Jesse contra Rungvisai no define un enfrentamiento con González, aunque sí es una clara advertencia por la juventud y lo gran boxeador que es el estadounidense con apenas veintidós años, una diferencia bastante obvia frente a los treinta y cinco del pinolero.

Los estilos se prestan para una batalla electrizante “una amalgama perfecta, entre experiencia y juventud.” Este Jesse, me rememora al Chocolate de Japón contra Yutaka. Pero la pregunta que siempre hago en cada reto del pugilísta centroamericano es ¿cómo descifrar a un boxeador tan inteligente, tan acostumbrado a recorrer sin prisa los doce episodios, con una paciencia probada para ajustar frente todo a tipo de rivales?

El millón de dólares para Chocolate parece viable contra el púgil estadounidense. No sé si a su grupo de trabajo le interese el riesgo. Y aunque Rodríguez no tiene prisa porque le sobra juventud esa que Román ya no posee, el duelo sería fantástico a lo inmediato para que las posibilidades del ex número uno libra por libra no mengüen.

Aunque sangrienta y exigida para ambos, la batalla supondría desde mi óptica una gran oportunidad para que Chocolatito alcance la cifra soñada. Pero ¿podría ganar Román? por supuesto que sí, aunque con un enorme peligro cada tres minutos, porque Rodríguez estará como satélite vivo girando a su alrededor .

La complejidad para resolver el “teorema Jesse” es real y tomar la pelea es un reto como el de Leonard enfrentando a Hagler.

Los argumentos boxísticos de Chocolatito no han envejecido y podrían no sólo descifrar sino también ser el antídoto para frenar al huracanado joven llamado Jesse Bam Rodríguez.

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