Inocencio de La Rosa / Un dominicano apasionado por el boxeo

En el ambiente del mamporro todo mundo tiene una historia de sacrificio, de
entrega de satisfacción y “Mao” (el mote se debe a su gran parecido con Mao
Zedong un famoso personaje chino) como se le conoce al entrenador de la
Republica Dominicana de nombre Inocencio de la Rosa quien recuerda con
nostalgia su tiempo de subir a la tarima brava.

Y siente que es justo que se le incluya en el recinto de la inmortalidad en el boxeo de su tierra, y no sólo que se le otorguen reconocimientos fortuitos, ya que siempre puso muy en alto a su patria merenguera, porque no ha nacido otro pugilista dominicano que lo supere en verdaderas guerras épicas.

Con nombres que en su momento estaban en su mero apogeo, como Marlon Starling, Maurice, Blocker y hasta el mismo Thomas Hearns, al cual “Mao” sospecha que hubo mano pachona en el veredicto, porque recuerda que tuvo en serios problemas al apodado “HitMan” tendiéndolo en la lona 3 veces en los 3 primeros asaltos, pero le echaron alguna sustancia química en la cabeza que lo mareaba y el video del combate desapareció misteriosamente.

En fin, el ahora prestigiado entrenador recuerda con nostalgia su tiempo que
subía al ring a darse de guantadas contra el que le pusieran enfrente, y
piensa que de haber tenido el apoyo de alguna empresa o un promotor de
impacto si hubiera podido enfrentar a los titulares wélter de la época.

Pero de todos modos se siente muy orgulloso de haber puesto muy en alto el nombre de su país por todas partes, como Panamá, Colombia, Puerto Rico y Estados Unidos, obteniendo campeonatos wélter del Caribe y Fecarbox del Consejo Mundial de Boxeo (C.M.B.). Y con nostalgia compartió:

“Me apodaban ‘El Trotamundos Dominicano’ sin esquina ni representante y por mi manera de viajar en compromiso de pelea, porque siempre andaba solo con mucha hambre de triunfo”.

Debutó un 20 de agosto de 1973 y sus palmares de 37-29, 5 (21 KO’s) relatan su ascenso en el deporte teniendo como plataforma, aunque está en descuerdo con estas cifras que alega no son exactas pues les falta agregar 66 combates y espera tener una plática con la comisión de boxeo para solucionar esta anomalía y agrega al respecto:

“Mi palmares fueron de 76 victorias, 20 derrotas 3 empates con 68 nocauts, 44 en el primer asalto y no sé quién les dio a la comisión ese record
erróneo en la página de boxrec, pero tengo que poner los números correctos”.

También obtuvo albricias de 83-11 como amateur mientras que fue miembro de la fuerza armada de su país donde duró 7 años.

Y su incursión al boxeo fue a escondidas de su madre que quería que siguiera en la escuela más allá del sexto grado, pero había mucha necesidad y hambre en el hogar y más siendo el último de 16 hermanos vio un modo honesto de ganarse el pan de cada día involucrándose en peleas locales, otros dos de sus hermanos Víctor y Carlos también tuvieron el oficio de pugilistas de precio.

“Mao” le puso un sanseacabó al vértigo de los catorrazos a la edad de 39
años al ver que sus reflejos ya estaban deteriorados al igual que su rapidez
de pies y manos pues ya titubeaba además de que en su último combate a pesar de haberlo ganado ocupo de 31 puntadas en la cabeza y con un sueldo de miseria, lo cual no valía la pena arriesgarse más y optó por jubilarse el
mismo 20 de junio de 1986 y agrega al respecto:

“Me pagaron 350 pesos dominicanos y es una cantidad ridícula por un combate de título Nacional”.

Al colgar los guantes en el closet “Mao” ahora se dedica de lleno a entrenar
nuevas promesas boxísticas al igual como campeones de la talla de Jessie
Vargas, Wilfredo Rivera entre otros muchos pugilistas profesionales en el
City Boxing Club donde está a gusto y se le trata bien.

(Fotos: Suministradas)