HAY VICTORIAS QUE CONFUNDEN
Cuando Cris Arreola perdió por nocao contra Vitali Klitschko, no encontró mejor chiste para encubrir su frustración, después de hablar tanto, que decirle a la prensa: “lo peor fue que no tuve cerveza a mano…” El pasado sábado lo noquearon en 6 rounds, no hubo justificación con nada antideportivo como estímulo, pero su trainer Henry Ramirez dijo que abandonar el jab e intentar pelear infight, había contribuido enormemente a la derrota de su pupilo contra Bermane Stiverne.
En el boxeo, ” el día bueno de un boxeador, oposición total al manoseado día malo”, o actuaciones que parecen “fuera de liga” entre peleadores de poca diferencia atlética, pueden confundir hasta a quienes se supone que sepan como para no hablar demás, el propio Ramirez le comento a Boxing Scene que Stiverne “está preparado para ganarle a Deontay Wilder…” lo que puede suceder, son más o menos parejos, pero, con lo que yo no concuerdo ni abajo ni arriba es que “pudiera derrotar a Wladimir Klitschko…” que también lo dijo. Son las visiones que algunos ven después que un boxeador, sin categoría estelar, rinde una faena que ciega al respetable y a cuanto elemento necesite decir algo para justificar derrotas, explicables en “es mejor que el mío, le ha ganado dos veces” y chirrín chirrán.
Como sucedió durante la era Lennoxx Lewis, si los Klitschkos no aparecen en el horizonte del boxeo, todo hubiera seguido igual a cualquier época de la division mastodóntica: peleas aceptables por lo parejas entre peleadores más o menos mediocres la mayoría y un par por arriba de la marca, caso especial, tal vez único como el más grande de la division heavyweight en los anales del pugilismo, Joe Louis, algo más abajo Dempsey, Jonhson, Tunney, Marciano y Alí, con Tyson en plano de atracción de taquilla por su ataque feroz y espectacular y, quizás, Larry Holmes, que fue un buen campeón sin “ángel para la concurrencia”; a Hollyfield no lo considero, porque los boxeadores tenían más preocupación contra el foul de cabeza que defenderse técnicamente, entonces un pugilista así, para mi, no califica; con Frazier, por su valor, pudiera habilitarse espacio y Foreman NUNCA APRENDIÓ A BOXEAR, a pesar de su record…
Lewis y los Klitschkos han superado a la mayoría en estatura y alcance, sin embargo, podían boxear (puede aún Wladimir) y boxear bien: de estilo feo, pero efectivo, con velocidad, con gran jab, mejor pegada y hasta utilizando recursos del estilista como los sidesteps, porque, en la historia de la disciplina, hubo peleadores altos, mucho más que sus contrarios, pero con poca habilidad para el deporte, para defenderse con eficiencia y para atacar con contundencia, como Primo Carnera, que hasta logró ganar la faja mundial.
El cartelito raro de “mjor libra por libra”, que no lo deciden las herramientas de un peleador ni su imbatibilidad, sino una pelea ganada, como afectó a Finito López, jamás se lo han colgado a los ucranianos que, en su division, nadie puede derrotarlos, con uno en activo, por mucho mejor técnica y fortaleza que el resto de la oposición y con más inteligencia natural que todos los boxeadores de cualquier peso que existen.
Si los Klitschkos no pueden ocupar el lugar cimero no es por su clase, sino porque no le gustan al público y a un tipo de crónica moderna, que hace lo mejor hoy a uno y, mañana, a otro, porque ganó una pelea cerrada en el MGM.
Nadie puede negarlo, en el mundo no existe un peleador más imbatible que Wladimir y más fuera de liga en su división que este hombre y su hermano hasta hace un año, a estos individuos ni les ponen en entredicho un par de rounds, así de fácil se han impuesto.
Por lo anterior es que no se le puede aceptar a Henry Ramirez que ose decir que Stiverne puede ganarle al campeón ucraniano, al que su ahijado le metió un par de rounds en los que no se cayó, porque la campana sonó en el tiempo justo para impedirlo.
A Stiverne le va a pasar contra Wladimir Klitschko lo mismo que a Arreola, que lo puso a decir que “no no tuve cerveza a mano…” vamos a ver qué pudiera necesitar Stiverne como justificación al nocao que le van a meter, si se le ocurre topar con el euro-oriental.