Hace 35 años, Aaron Pryor derrotó por Kot a Alexis Arguello

En una dramática pelea celebrada en el Orange Bowl de Miami

(Foto cortesia: espn.com)

Latinoamérica vivió, con el corazón en la boca, una noche de terror observando una de las peleas más dramáticas de la historia. El ídolo nicaraguense Alexis Arguello, aspiraba convertirse en Tetracampeón Mundial disputando la corona Welter Jr al monarca de la AMB, Aaron Pryor, quien efectuaba su defensa número seis, luego que el 2 de agosto de 1980, noqueara en el 4to asalto al histórico colombiano Antonio Cervantes, “Kid Pambelé” en el Riverfront Coliseum de Cincinnati y le arrebatara el título que el neogranadino lució en su cintura la mayor parte de la década de los 70. En esta ocasión, Arguello era el favorito para ganar este sensacional combate entre dos supremos noqueadores. Pryor exhibía record inmaculado de 31 triunfos con 29 nocauts, mientras que el pinolero presentaba una hoja de 75 victorias, 59 de ellas por Ko y 5 derrotas.

Pelea memorable

https://youtu.be/pIsA7nCQKVo?t=49

La pelea, resultó ser lo que la afición esperaba. Una batalla inolvidable entre dos colosos del boxeo. Al sonar la campana, Pryor salió disparado al ataque y arrolló al nicaragüense que aguantaba el chaparrón e intentaba contragolpear con sus poderosos puños, buscando conectar una buena combinación que detuviera el ímpetu del norteamericano. Arguello la pasó mal en este primer asalto; en algunos momentos, parecía que se podía ir a la lona dada la contundencia de los puños del “Halcón” de Cincinnati. Alexis se repuso a trancas y barrancas y logró, más o menos, controlar la agresividad de Pryor. La tónica se mantuvo con escalofriantes intercambios de golpes a quemarropa en el centro del ring. Cualquiera podía caer, de recibir de lleno alguno de estos disparos.  Pero se notaba que en la mayoría, Aaron Pryor sacaba la mejor parte.

Algo tenía que hacer Arguello para tratar de revertir el dominio del “Halcón”, que se escapaba en la puntuación. En algunos rounds intermedios, Alexis, logró tomar la ofensiva y, aparte de neutralizar el ritmo diabólico de Pryor, pudo prevalecer en varios lances, que le otorgaron algunos rounds. No obstante, Pryor lucía tan arrollador esa noche que la afición latina, sufrió más de la cuenta esa aciaga noche del 12 de noviembre del 82. Alexis abría la boca buscando aire y esforzándose por mantener a distancia a aquel torbellino que salía por todos lados lanzando golpes que eran sumamente dañinos y constantemente, llevaban peligro. En algunos cruces, Alexis logró conectar en buena forma golpes que Pryor parecía sentir, pero que inmediatamente, se recomponía y neutralizaba la ofensiva de Alexis.

Pelea brava hasta el final

Se pudo observar que Aaron superaba a Arguello en velocidad de manos, piernas y también, mentalmente. Los que pensaban que Pryor sólo atacaba y no tenía defensa, se equivocaron porque el moreno de Cincinnati exhibía excelentes reflejos y elásticos movimientos de cintura que muchas veces, dejaron en el aire mortíferos golpes del nicaragüense. El público latino celebraba los puños de Alexis, pero era más lo que sufría por los embates de Pryor. Alexis aguantaba, pero no se sabía hasta cuándo podría. En el round 13, Arguello pegó un derechazo en pleno rostro de Pryor quien echó la cabeza hacia atrás acusando el impacto. Se estremeció y trató de retroceder, mientras  aun se tambaleaba por el efecto del golpe. Sin embargo,  Pryor sabía retroceder, amarrarse y bajarle las revoluciones a la pelea. Controló el ataque de Arguello, quien estaba tocado y cansado. Hacía un esfuerzo sobrehumano para seguir en la competencia.

.Arguello estaba agotado y, pese al buen golpe que logró conectar, finalizó el episodio ahogado por el esfuerzo. Para el round 14, Pryor salió decidido a terminar la pelea. En el centro del ring, el “Halcón”, implementó una ofensiva de varios golpes, uno de los cuales, (una derecha) acertó en la mandíbula y le hizo un daño tal a Alexis, que lo envió trastabillando hasta las cuerdas, al otro lado del ring. Hasta allá lo siguió Pryor, viendo que había asestado una estocada mortal,  Buscaba la definición de la pelea. Contra las cuerdas, Alexis recibió unos 10 o 15 golpes a la cara sin reaccionar. Estaba indefenso y esto llevó al referee Stanley Christodoulou a detener el desigual combate. Arguello no cayó en el momento, pero después de la detención de la pelea, se fue resbalando por las cuerdas hasta quedar sentado en la lona casi inconsciente.

Inmediatamente se habló de revancha.

Tristeza en el Orange Bowl de Miami y en toda América Latina. Pese a dar gran batalla, Alexis no pudo terminarle de pie al “Halcón”, Aaron Pryor. Había sido una “Noche de Terror” pues Pryor resultó un demonio invencible. Dejó la impresión de que si subía a Welter, habría podido con Leonard o Durán, tranquilamente. Arguello dejó claro que era un peleador Fuera de Serie, pero ante este se vio un poco lento y sin el poder que exhibió en las divisiones menores. Pese a que Pryor parecía llevar ventaja clara en la pelea; los jueces la veían más cerrada, hasta el momento del nocaut. El referee Stanley Christodoulou y el juez Ove Ovesen tenían a Pryor arriba 127-124 mientras que el legendario juez japonés, Ken Morita, veía ganando a Arguello 127-125. Como se ve, a los ojos de los jueces, la pelea estaba mucho más pareja que a la vista de los que sufrimos viendo perder a Alexis.

Sin embargo, unos exámenes anti doping en los cuales, aparentemente, Pryor salió positivo, comenzaron a dejar ciertas dudas sobre el resultado y sobre algunos de los asistentes de Pryor que ya traían fama de Pícaros. Esto influyó – Aparte de que fue una gran pelea que el público quería ver de nuevo-, en que Alexis exigiera una revancha, que le llegó el 9 de septiembre del año siguiente, con resultado similar. Por el momento, celebramos los 35 años de la memorable batalla Arguello-Pryor en el Orange Bowl de Miami.