¿Guerra fría entre mexicanos?: Mares vs Ponce
La primera fecha mayor del año está a la vuelta de la esquina, en la función que Floyd Mayweather encabeza, un par de mexicanos se disputarán, palmo a palmo, el cinturón CMB pluma; Abner Mares y Daniel Ponce de León representan dos caras del boxeo nacional, pero ambos tienen ese gran corazón y empuje, ambos podrían mañana encumbrarse en una victoria histórica y, ¿por qué no?, fundar una trilogía como las que sólo los mexicanos sabes hacer.
El rústico anestesista
Daniel Ponce de León llega a esta pelea con la motivación de haberle ganado a Jhonny González, uno de los peleadores más respetados del momento; pero además llega con la motivación de regresar a las peleas mundialistas después de una larga sequía desde que Juan Manuel López lo noqueó en junio de 2008.
La lentitud y la gran abertura que deja Ponce en sus ataques son harto conocidos en el boxeo, pero también su tozudez y resistencia al castigo. La escasa técnica del golpeo del chihuahuense parece estar compensada en dos factores: es un peleador zurdo y es un peleador con una pegada de mula. Cualquiera que subestime eso puede quedar en la lona esperando ayuda.
Sin embargo, Daniel llega a esta cita como la víctima, como el veterano a la espera de entregar la estafeta al próximo campeón. El hecho de que no haya podido modificar su boxeo en su carrera, desde que pasó del olimpismo a las peleas pagadas, lo pone en gran desventaja esta noche del 4 de mayo.
De la misma forma, hay que recordar, se le catalogaba como la víctima el pasado 15 de septiembre, donde no sólo superó las bien definidas combinaciones de Jhonny González, sino que se metió en su guardia y lo dominó hasta que el infortunado cabezazo terminó una pelea que pintaba como espectacular en su parte final.
Para ganar, Ponce de León deberá esperar los embates de Abner Mares, no intentar sofocarlo en las cuerdas, puesto que la mayor velocidad de su oponente pueden desgastarlo y la pelea terminaría como aquella, del 1 de mayo de 2010, cuando Cornelius Lock lo humilló (sólo que los jueces protegieron a Ponce). Ponce deberá esperar que Mares saque golpes curvos con la zurda, los golpes que menos domina, para meter cruzados fuertes con intensión de KO.
Una victoria de Ponce de León significaría una sorpresa, sí; significaría la pelea que le aseguraría su lugar en la historia, pero sobre todo, sería la mejor opción para que la revancha ante Jhonny González se lleve a cabo, esa pelea atraería más dinero y seguramente sería más espectacular que la anterior versión.
El camaleón
Una vertiginosa carrera, desde que la parcialidad de los jueces que le robaron la victoria ante Zsolt Bedak en Atenas 2004, ha acompañado a Abner Mares. Una carrera plagada de grandes victorias desde que se convirtió en un peleador de talla mundial.
Esa noche del 22 de mayo de 2010, la misma en que Rafael Márquez venció definitivamente a Israel Vázquez, Abner Mares mostró la grandeza de su nombre; vino de atrás en una pelea que pintaba como paliza y fácil victoria para Yonnhy Pérez, para superarlo ampliamente aunque injustamente no se quedó con el cinto FIB gallo.
Mares volvió a sorprender al vencer con inteligencia al inmisericorde noqueador Vic Darchinyan, devorador de mexicanos en las divisiones pequeñas. Mares lo dejo exhausto, huyendo del castigo y ese tren de pelea en el que convirtió al final del combate celebrado en el Emerald Queen Casino, en el mismo 2010.
Tiempo después y contra todo pronóstico, logró obtener una victoria de oro y su derecho a ser admitido entre los 10 mejores boxeadores del momento. Venció categóricamente al panameño Anselmo “Chemito” Moreno, gran esteta de la fistiana que no pudo luchar contra un toro de pelea.
Así Mares ha pasado de ser un boxeador defensivo al principio y belicoso al final (Darchinyan), a uno de velocidad y presto del intercambio (Agbeko), a uno totalmente defensivo (Morel), a un fajador (Moreno); la capacidad de adaptarse al rival y de romper la estrategia del oponente.
Para ganar, Abner guardarse el ataque, tomar el centro del ring y marcar golpes, esperar a que Ponce tenga que abrir su boxeo y entonces atacar en reversa; no debe meterse de ningún modo en el intercambio de golpes, nunca intentar atacarlo en cuerdas: Mares no tiene pegada y jamás competirá en el corto terreno con Ponce.
Una victoria lo convertiría en el campeón mexicano que más rápidamente gane tres cetros mundiales en categorías distintas. Ya no podrá negarse que merece estar en el PXP y que debe ser en adelante cabeza de función, con el pago justo que ello significa.
Espero mucho de la pelea entre Floyd Mayweather y Robert Guerrero, una encarnizada guerra, pero espero una pelea inteligente y fría de parte de Abner Mares para evitar caer en las fauces de Ponce de León, por lo que la afición seguramente criticará la pelea entre los mexicanos, sin apreciar el valor de una estrategia victoriosa.