George Foreman ofreció grandes batallas sobre el ring
George Foreman había creado una gran carrera haciéndose ver como un hombre temible gracias a su aspecto y tremenda pegada. Había ganado el oro olímpico en México 68 y se convirtió en campeón mundial cuando noqueo de manera imponente en solo dos rounds a Joe Frazier. Ken Norton fue su otra víctima importante el cual también cayó abatido en dos rounds, la carrera del gigante de Texas estaba en su más alto nivel, su autoestima y orgullo estaban por las nubes.
Fue cuando perdió con Muhammad Ali en Zaire que vio caerse todo aquello por lo que había trabajado. Fue noqueado en ocho rounds por un hombre que creía fácil de vencer dado a que era más viejo y había sido derrotado dos veces. Estuvo más de un año inactivo luchando con aquellos demonios que no le dejaban ni dormir, necesitaba volver a los primeros planos y demostrar que aún era aquella fuerza poderosa que quería que vieran. En vez de buscar un rival fácil para mejorar su confianza escogió un rival de cuidado para su regreso al ring. El ex convicto Ron Lyle fue el que pondría a prueba al Big George.
Lyle estuvo en la cárcel por asesinato, en un momento dentro del penal fue acuchillado por otro reo quedando moribundo. Cuenta que en la sala de operaciones le sacaron las tripas y se fue de este mundo tres veces, pero los médicos lograron revivirlo. Tras esto decidió convertirse en boxeador profesional y ganó fama de matón boxisticamente hablando. Su historia de muerte en el penal le dio un aura de máquina imparable.
Lyle fue noqueado en once rounds por Ali y luego noqueó en seis vueltas a otro gran pegador llamado Earnie Shavers, fue esta victoria la que lo colocó frente a Foreman. La tercera pelea de Ali y Frazier fue catalogada como la más salvaje en la historia de los pesos pesados, pero era un estilista contra un pegador. En esta ocasión eran dos pegadores que se veian las caras, la última vez que se vio algo similar fue cuando Sonny Listón peleó contra Cleveland Williams, pero esto prometía ser una guerra nuclear y no defraudó.
En el primer round Lyle conectó a Foreman con una mano derecha a la quijada que puso las piernas del ex campeón como gelatina. En el segundo George lastimó a Ron en un round que duró sólo dos minutos debido a un error del “time keeper”. El tercero fue un infierno para ambos y en el cuarto Lyle le asestó un mortal gancho a Foreman tumbándolo, cosa que sorprendió al boxeador texano. Se levantó mareado y aún así conectó buenos golpes a su oponente recibiendo a cambio varias manos derechas que lo hicieron volver a caer a la lona y levantarse.
Era la primera pelea donde George trabajó con Gil Clancy y un ex boxeador apodado Kid Rapidez. Ambos ayudaron al ex campeón a obtener una gran condición física cosa que lo ayudó a soportar todo aquello. Los roles habían cambiado, ahora Ron era el que estaba lastimado, ambos estaban lastimados en el quinto round, pero Foreman atrapó a su adversario en las cuerdas y desató una andanada de derechas y uppercuts que lo hicieron desplomarse hasta que el róferi dio por terminado el pleito. George Foreman había recuperado su confianza y orgullo y estaba listo para volver a la cima.
Años después Foreman contó que tras ser derribado por primera vez se preguntó a sí mismo ¿que excusa tienes ahora? Te tumbo y estás herido y lo volverá a hacer cuando te levantes por lo que me dije a mi mismo tengo que seguir y superar este infierno. Confiesa que sus dos momentos más importantes fueron cuando le ganó el título a Frazier y cuando venció a Lyle, pues esa pelea significó su redención.