Gana Luis Ortiz deslucida decisión unánime en Europa
Luis Ortiz
Uno de los ingredientes que necesita el boxeador que pretende instalarse en niveles de super-estrella es impresionar gratamente, en los pesos completos tiene que demoler, destruir al contrario; al revés, darle oportunidad para que camine el reloj y reciba de pie la decisión, no es buena señal para alcanzar el sueño.
Haco poco rato el cubano Luis Ortiz (26-0, 22 KO’s), le ganó por decisión en Mónaco a Malik Scott (38-3-1, 13 KO’s), el veredicto judicial no solo fue unánime, sino del tipo apabullador por la diferencia de puntos, a razón de 120-105, 120-106 y 119-106, pero no por la contundencia ni por la brillantez de la victoria.
Scott es un boxeador malo, no importa hasta dónde lo quieran empujar los Padrecitos del rosario de organizaciones que tienen boqueando a la disciplina, en cubano: NO VALE UN TIRO DE MUNICIÓN.
Ni pega ni boxea ni asimila, una verdadera cañona al boxeo de estelares…13 nocaos en 42 peleas no es palmarés que asombre ni intimede en la división máxima y no es que no pegue contundentemente, sino que no sabe golpear.
Por su parte, el zurdo antillano se dejó arrastrar a un pleito que, pese a que tiró tres veces al perdedor, no lo pudo rematar, porque no tiene la velocidad necesaria ni sabe combinar como el deporte manda para ejecutar la sanción a muerte, entonces se dedicó a perseguir a un tipo que corre más, cuyo objetivo fue evitar el fuera de combate y deslucir la pelea y la actuación del ganador.
Ortiz tiró a Malik Scott en el 4to, en el 5to y en el 9no rounds, pero ninguna con golpes de poder como para detener el combate ni el individuo se levantó lo suficientemente lastimado como para que pudiera rematarlo.
El cubano mide 6’4 y pesa 240 libras, para esa división es un especimen de regular a pobre arquetipo, para poderse imponer a verdaderos “palmas reales”, tiene que pegar con el doble de la potencia que demostró contra Scott, porque los contrarios que pudiera enfrentar, monarcas de poco brillo que “desajustan” fajas de campeones en sus cinturas de las versiones posibles, no son grandes cosas, pero pueden asimilar con relativa facilidad los golpes con los que ha noqueado antes, los mismos con los que no pudo noquear hoy.
Sin embargo, hay cronistas dispuestos al ridículo con facilidad, algunos dicen que Ortiz es el mejor exponente en esos pesos, que recibe poca publicidad, que los campeones y primeros retadores no lo mencionan; es decir, que le tienen miedo.
Para que esta Viña sea como la idílica del Señor tiene que verse, oírse o leerse de todo ¡Y TODO ES TODO! Hasta barbaridades como las que dicen…