FURY NO ES NADA DEL OTRO MUNDO

Fue Cronos quien finalmente acabó con el “Dr. Steelhammer”, quien más bien fue un martillo de goma en su combate ante el igualmente gigantón Tyson Fury. Wladimir Klitschko lució más robótico que de costumbre y fue superado por un rival más joven y con más movimiento. En lo que se refiere al combate, este fue pésimo. En un duelo entre mastodontes, ninguno se pegó al otro con cuando menos un golpe sólido.

El carismático inglés de origen irlandés no es nada del otro mundo, aunque sí es muy bueno para hablar. Sus ventajas son su enorme estatura y sus larguísimos brazos, pero creo que el nuevo campeón nada tiene que hacer ante Deontay Wilder, quien es de su misma estatura. Klitschko dijo después de la pelea que nunca pudo “jalar el gatillo”, pero estoy seguro que Wilder si lo jalará si un día Fury toma este combate. Si Fury vuelve a superar a Klitschko en el combate de revancha, no creo que busque una pelea con gigante de ébano americano. Hay que sacarle jugo a los títulos que ganó peleando con esos robotitos europeos que andan por ahí. No hay necesidad de exponerse ante rivales verdaderamente peligrosos como Wilder.

En lo que se refiere a Klitschko, el fortachón púgil de Ucrania hizo un digno papel como campeón en una era en que el común denominador en la categoría pesada era la mediocridad. Antes de perder ante Fury, Wladimir había ganado 22 combates al hilo, había defendido el fajín en 18 ocasiones, no había perdido en 11 años y medio y había sido campeón por casi 10 años.

Peleando en las sombras del popular Canelo Alvarez, hay varios púgiles mexicanos y México–americanos con mucho futuro en los encordados. Carlos Ocampo, de solo 19 años, puso su nombre en el mapa boxístico con una victoria sobre Jorge “Maromerito” Paéz el sábado en México. El “Maromerito”, de 27 años, es un púgil ranqueado que ya disputó, sin éxito, el campeonato mundial de las 140 libras ante José Benavidez Jr..

(Foto: Suministrada)

Carlos Cuadras, 34-0-1, 26 KOs, es otro púgil mexicano que debe recibir más atención de los mejores promotores como Oscar de la Hoya y Bob Arum. Cuadras ha defendido su título supermosca en 5 ocasiones, siendo su última defensa ante el japonés Koki Eto allá en Japón en donde es muy difícil ganar. Pregúntele a otro mexicano, Pedro Guevara, que tan difícil es salir con la mano en alto es ese país. Guevara, de 26 años, 26-2-1, 17 KOs, le dio una repasada al nipón Yu Kimura, pero le robaron la pelea. Guevara perdió su título minimosca en combate que ha oficialmente protestado por el púgil azteca.

Otros dos púgiles con sangre mexicana, pero nacidos en USA que hay que seguir de cerca, son Adrián Granados y Jose Benavidez Jr. Granados (17-4-2, 12 KOs), nacido en el estado de Illinois, acaba de surgir en el panorama boxístico con un sorpresivo KO sobre el ranqueado Amir Iman, 18-1, 15 KOs, el invicto peleador de Don King a quien estaban preparando para ser campeón mundial. Iman tomó el combate ante el México-americano como un “tune up” rumbo a un combate campeonil ante Viktor Postol. La gente que aceptó este combate debió haberse dado cuenta que el púgil chicano no era rival de “tune up”, porque sus cuatro derrotas habían sido por cerradas decisiones ante buenos rivales.

Benavidez (23-0, 16 KOs), nacido en California, es otro púgil chicano que no ha recibido el crédito que merece. El púgil californiano tiene estatura, boxea y tiene poder en los puños. Ya es tiempo que Benavidez esté encabezando funciones y no sea púgil de relleno. El invicto boxeador no pelea desde que noqueٕó al “Maromerito” Paéz en mayo