Frampton fue ‘mucho con demasiado’ para Martínez

(VEA EL COMBATE COMPLETO ENTRE CARL FRAMPTON VS. KIKO MARTÍNEZ)

(Foto: Suministrada)

Cuando un hecho abrazado como bueno llega a su final se suele decir que era demasiado bonito para ser cierto, pero esta frase hecha no es más que una falacia en sí misma, porque no solo fue cierto, sino que sin lugar a dudas era mucho más bello de lo que sabíamos en ese momento. Porque detrás de esa hermosura probablemente había un esfuerzo y un trabajo que en muchas ocasiones no recibe el rédito del éxito, pero que no por ello resulta menos encomiable.

Y es por esto mismo por lo que se debe aplaudir con mayor intensidad una derrota que una victoria, porque detrás de ese hombre abatido se haya la sombra de ese esfuerzo que otrora le hizo besar la gloria, y que hoy no ha sido recompensado. No encuentro una manera mejor de resumir el acontecer de la derrota del ahora ex campeón supergallo (F.I.B.) Kiko Martínez (31(23)-5-0), contra el púgil británico Carl Frampton (19(13)-0-0), en el ‘Titanic Quarter’ de Belfast. Fue una pendencia intensa en la que la clase y el talento del local se impusieron a la intensidad de un Kiko que se dejó la piel en el ensogado, pero que no puedo evitar ceder su corona por decisión unánime de los jueces (119-108, 119-108, 118-111).

No es fácil tener que ir a la tierra del aspirante para defender tu título. Pero siendo sinceros, es lo máximo a lo que puede aspirar el boxeo español en la actualidad: tener un campeón que debe aceptar a cualquier rival sin importar las circunstancias.

Esta premisa te obliga a pelear sabiendo que ir a los puntos no es una opción realista ya que cualquier round igualado irá al de casa aunque tú seas el campeón, por lo que tu rival puede jugar con esta circunstancia a sabiendas que con lo mínimo puede ir llevándose cada round.

Mas con esto no quiero menospreciar a Frampton, no claro que no. Es un boxeador espectacular, dotado de unas piernas extraordinarias, al nivel de los mejores, una velocidad de golpeo temible, contra siempre amenazadora y astucia afilada.

Esto lo sabíamos todos antes de la pelea, pero confiábamos en que la furia y la garra de Kiko podrían limar las diferencias técnicas, y aunque el español dio la cara, sus oportunidades a lo largo de la pelea fueron exiguas, pero es que ya estaban mermadas desde el inicio.

La porfía tuvo un comienzo tranquilo. Frampton controlando con el jab y Kiko, contrariamente a sus últimas peleas, esperando y buscando huecos, sin avasallar. Intuyo que la estrategia del español era esperar a que las piernas de Frampton bajaran, no recibir mucho daño hasta entonces y en ese momento cambiar el ritmo y buscarle.

Pero Kiko, desde mi prisma, cometió un error: no desgastar el cuerpo de Frampton todo lo necesario. El campeón defendió y esquivó muy bien, basculando como acostumbra en esta última fase de su carrera, pero después de cada mano no salían los golpes, avisado seguro por la derecha siempre cargada del británico, peligro constante en toda la contienda.

Mientras Kiko lanzaba el golpe, Frampton era capaz de meter antes su mano, cerrar y sacar otra, es decir, entre ambos había una gran diferencia de velocidad. De hecho, fue así como Kiko cayó en el quinto: luego de conectar una mano abajo, la derecha del aspirante lo detuvo en seco. El campeón pudo recuperarse, pero la diferencia cada vez era mayor gracias los superdotados desplazamientos de su rival, frustrantes hasta la extenuación

Sin embargo, cuando Kiko subió el ritmo y logró meter alguna mano, cambió en parte la inercia de la pelea. Frampton pasó incomodidad, e incluso buscó algún intercambio con el campeón, sin embargo ese golpe abajo necesario no llegó para el español. Los golpes volaban, pero Frampton mantuvo en todo momento la entereza mientras que Kiko estaba cada vez más cansado.

Sin gasolina, el español buscó el puño ganador de manera demasiado evidente, siempre con ataques abiertos y arriba que Frampton previó en casi todas las ocasiones. Y así llegamos al final, con un nuevo y merecido campeón mundial, y un agotado, sin hálito en sus pulmones, ex campeón que había defendido el título con todo su corazón.

Lo único que le puedo recriminar a Kiko, y no lo hago por la problemática que entraña un rival del excelso nivel de Frampton, es no haber sido fiel al estilo que lo ha llevado al cetro mundial. ¿Qué Frampton esperaba que Kiko saliera con todo? Seguro, pero no es lo mismo porfiar cuidado de que te metan manos a encajarlas en frío; el gran valor de Kiko hasta ahora había sido entrar al cien por cien desde el inicio, algo que no pueden lograr todos los púgiles.

Contra Carl no lo hizo, y quizás el español debe plantearse de cara al futuro si merece la pena sacrificar su estilo en función de las virtudes de su contrincante, o perseverar sin miedo a nada. Ahora bien. como digo, sería injusto criticar a Kiko luego de haber dado la cara en un escenario tan complicado. Y estoy seguro de que su estrella no se acaba aquí, claro que no.

A buen seguro tendrá que afrontar uno o dos combates de transición hasta volver a aspirar a un título, pero sin duda, gente como Santa Cruz no están lejos de sus capacidades, sin ninguna duda. En cuanto a Frampton, el mundo es suyo. Creo que a día de hoy solo Rigondeaux podría vencerlo en la categoría, combate dicho sea de paso que al cubano le vendría de perlas por la entidad del inglés, con una movilidad a la altura del campeón AMB / OMB supergallo.

No tengo más que escribir. Vibré anoche contigo Kiko, seguiré vibrando y como todos los españoles, sé que te levantarás y que seguirás defendiendo con la cabeza bien alta el honor de tu país en los ensogados. No es algo que suela reconocer de manera habitual, pero por gente como tú uno se siente orgulloso de ser español. Un cordial saludo.