Floyd Mayweather estelarizara la Batalla de Puebla en Las Vegas

Para los que no creemos en los aparecidos, hay un “Fantasma” de nombre Robert Guerrero que ha venido haciendo ruido con sus puños hasta llegar a un peñasco catalogado como el más difícil para cualquier pugilista de sobrepasar, es un rival escurridizo, veloz, astuto, inteligente y hasta se puede decir oportunista porque si le dan luz verde ataca como huracán y deja solo desconcierto y desolación en el corazón del que le ponen enfrente, me refiero al rey libra por libra de nuestros días, Floyd Mayweather Junior quien el 24 de febrero precisamente cumple 36 años, una edad que se puede decir de duda en los que se ganan la vida en los cuadriláteros, pero este singular personaje nunca ha sido golpeado, ha perdido muy pocos asaltos, y se le place se involucra en una rayuela de toma y daca o simplemente se monta en su triciclo y acumula puntos al pisa y corre y para que lo alcancen si esta de pensarse.

Todos quieren enfrentarle porque sigue invicto y siempre se sale con la suya al divulgar vulgaridades de sus oponentes, pero es también su estado de animo, porque no siempre se enfoca en injertarse en la piel de sus contrincantes, a veces al contrario les da por su lado diciendo que soy guerreros a prueba de fuego pero que nada tienen que hacer con él en un mismo ring.

La pelea sonada de los aficionados era que “Money” enfrentara a “Pacman” pero siempre tuvieron dificultad para repartirse al menos 100 millones de dólares y la pelea ya perdió interés por las dos derrotas consecutivas de Pacquiao.

En fin Floyd tiene 43-0, con 25 antes del límite, Guerrero cuenta con 31-1-1, con 18 anestesias y al ingresar a la categoría welter se vio bien en ganarle el tirón a Andre Berto quien nunca se lo pudo quitar de encima en una pelea en lo angosto donde se valían desde coscorrones, codazos y las cabezas se rozaban con frecuencia.

Guerrero comento del lo que significaba ganarle a un  tipo miembro al salón de la fama:

“Con Jesucristo en mi corazón, todo es posible, se trata de darle una lección a un hombre que todos perciben ser imbatible”.

Y los amantes de la tinta y papel empiezan a comparar esta batalla como la que se desarrollo con Pacman y Oscar de la Hoya, cuando nadie pensaba que el filipino pertenecía a su categoría, o sea en otras palabras: David contra Goliat.