Exceso en las tarjetas, pero victoria merecida de Teófimo
Teófimo López hizo historia y la estrategia nacida de su esquina, no solo anuló a Lomachenko, también nos engañó a todos. Nadie, ni siquiera sus seguidores más radicales, imaginaron una victoria en las tarjetas. Nadie imaginó ver a Teófimo trabajando desde la segunda distancia, esperando y con una agresividad controlada como por un GPS. Avanzar golpear la zona media, cortar el cuadrilátero sin terminar de cortarlo y apelar a una posición de bloqueo de laterales que inmovilizó totalmente a Lomachenko.
Teófimo López tuvo que realizar un curso veloz de boxeo defensivo y en base a disciplina lo ejecutó casi a la perfección. No por un acaso Joey Gamache, la mente detrás de ese plan, se mostró satisfecho con lo que sabía llevaba al ring Teófimo y la seguridad era que podría cumplirlo.
Todos esperábamos que el estadounidense se lo llevara por delante, pero hizo todo lo contrario. Fue como un león que, en vez de correr a su presa, le cerro los caminos a su salida en velocidad y le obligó a salir de su territorio. Eso tuvo que hacer un inoperante Lomachenko allá por el séptimo y octavo episodio.
Tuvo que aceptar castigo para poder colocar sus golpes. Pero no alcanzó. Se podrán discutir las diferencias en las tarjetas de acuerdo con la apreciación de cada uno, pero no se puede bajo ningún pretexto discutir la legitimidad de la victoria de Teófimo López.
En el video está mi análisis en caliente, de la que no fue la pelea del año, que no gustó, que tuvo pocos pasajes de verdadera emoción, pero que dejó un saldo de enorme importancia: una nueva figura rutilante en el primer nivel, un campeón unificado, un hombre a vencer y que parece estar destinado a hacer historia por mérito propio. Como lo demostró hoy, rompiendo con muchas dudas sobre los límites de su calidad boxística.