¡ESOS BOXEADORES CON RÉCORDS HECHOS EN LAS OFICINAS…!

Yo he visto fallar a un oponente primario por cualquier circunstancia, fallar el segundo y el tercero ni saber que peleaba el viernes en Miami Beach contra un cubano, entonces ‘metieron mano’ por el cuarto…

¿Quién fue el beneficiado con un par de pesos y un ‘fresco’ de naranja en el Palacio de los Jugos de la ciudad? Un don Nadie, alguien que pasó por allí, lo invitaron y, como que el tipo “no comía caliente hacía 10 días’’, aceptó el reto y el riesgo.

A veces le ordenan al dueño del turno ‘que lo sobrelleve’. Todo por salvar una preliminar de relativa importancia o una estelar que tiene de ese condimento lo que yo de astronauta… “no lo vayas a lastimar de cuidado”, para evitar peligrosas investigaciones si sucediera lo que ha ocurrido.

La ‘tirada’ es a libre albedrío del pobre diablo que cree que es boxeador y cuyo récord puede ser 2-45, pero que de las oficinas podría salir más robusto que el de Julio César padre, digamos que con 40-5 y hasta 33-1, a fin de cuentas, el 98 % del fanático nunca visita la página BOXREC, lo que propicia el fraude por engaño al público.

¿Cuál de los dos es más popular, Ramsés Barthelemy (izquierda) o Arash Usmanee (derecha)? Realmente ninguno de los dos acumula méritos como para ser conocido y venerado en niveles estelares, pero el cubano es mejor y yo diría que prometedor.

El habanero se refugió en Las Vegas pensando que, más cerca del M.G.M. GRAND o del MANDALAY, podría producirse la conocida sustitución por un fallo: “anda y busca al cubano que vive en…”, porque no de otra forma hubiera podido lograr, sin el ring suficiente, el sueño de cualquier recluta: “la gran pelea en el mejor escenario posible”.

Como el Garden antes, Las Vegas es el lugar en el cual hasta lavar protectores es rentable para la economía personal… pero, según la prensa de Miami, el joven cubano “se hastió de la ciudad…” ¿Cuestionable?, hay gente que no soporta ciertos ambientes.

¿Afgano radicado en Canadá?, hummmm, el peleador de esas regiones no es bueno para el boxeo, porque no tiene tradición en el deporte, por lo que nunca acaba de desarrollar el instinto boxístico ni si lo entrenan en la luna.

Hace un tiempo, según el cronista del Nuevo Herald, Usmanee estuvo por el Sur de la Florida y coincidió con Barthelemy como compañero de training del antillano para sesiones de guantes, lo dice Ebro y yo, que no vi esos sparrings, concuerdo y voy más lejos: decir que lo superó es sobrellevar al asiático, el cubano debe haberlo masacrado.

Mañana estarán frente a frente por ESPN 2, en el ‘Magic City Casino’ de la Ciudad del Sol, el paisano del Mulah Omar y Barthelemy, la pelea no solo decide invictos, sino un lugar de interés en el escalafón de la Federación Internacional de Boxeo (F.I.B.).

Como quiera que pelee, con el plan que lo haga, se va con un saco de patadas Usmanee de Miami: ni 16 batallones de cobardes soldados del talibán lo pueden salvar, porque no tendrá forma de pelear con la traición como aliado, llegó a donde iba este otro paquete de oficinas.

Algo que sigue molestándome es que ninguno de los peleadores isleños de la nueva hornada cuente con alguno de los entrenadores cubanos, aptos para hacerlos boxeadores de nivel mundial, no digo yo para desbaratar a un bulto que no lo conoce ni el camello que lo lleva hasta su choza.