El título mundial gallo fue en un tiempo exclusividad del boxeo mexicano
Luis Nery
Hace ya algunos años, en los 50’s y 60’s, el título mundial gallo era exclusividad de los boxeadores mexicanos. El cinturón de las 11 libras era de Raúl “Ratón” Macías, José Becerra, Rubén “Púas” Olivares, Víctor Rabanales, Jesús “Chucho” Castillo, Rodolfo Martínez, Lupe Pintor, Alfonzo Zamora, Carlos Zárate y Rafael Herrera, y mucho antes y después, de Manuel Ortiz, y los hermanos Gaby y Orlando Canizales. Sus rivales más duros fueron siempre los japoneses.
Hago referencia a esta ilustre división para reconocer al más nuevo de los campeones de las 118 libras: El mexicano Luis “Pantera” Nery. El tijuanense, contra todos los pronósticos y anclado en su juventud y su record de invicto, noqueó al japonés Shinsuke Yamanaka en Tokio para convertirse en el nuevo campeón gallo del Consejo Mundial.
Como los meros bravos, Nery le aguantó la pegada al nipón para después desmantelarlo con combinaciones al cuerpo y a la cara hasta obligar al réferi y a la esquina del campeón a detener el desigual combate en el cuarto episodio. Yamanaka era uno de los campeones más sólidos y efectivos en el boxeo habiendo hecho 12 defensas de su diadema y habiendo derrotado a 16 mexicanos antes de sucumbir ante el bajacaliforniano.
La sequía de títulos gallos en la actualidad se debe, quizá, a que el mexicano ha ido creciendo de estatura y de peso y ha estado superando los pesos chicos. No hace mucho, las categoría de pesos mosca, gallo y pluma estaban salpicadas con un gran número de clasificados mundiales. Ahora los boxeadores clasificados mundiales están en otras categorías al igual que los campeones. México ahora presume campeones en peso medio y hasta en las 168 libras.
Con 179 campeones mundiales en su historial pugilístico, México solo necesita un campeón mundial pesado para completar su colección de campeones en todas las categorías. Nery tiene recursos, pegada, buen boxeo, y sobre todo juventud (22 años) para reinar por muchos años, si toma el boxeo en serio como hasta ahora.
Como el Polo y las carreras de caballos, los dirigentes del antipático Floyd Mayweather (derecha) quieren convertir su show, o lo que sea, es un combate para un público afluente y forrado de billetes. Ya nomás falta que las mujeres se presenten y se sienten en ringside portando un enorme sombrero y comiendo fresas como en el Kentucky Derby. Los precios más baratos para entrar a ver este show son arriba de los $500 dólares y los más caros llegan hasta los $10,000 dólares. ¡Qué babosadas son estas! ¿Quién o quienes, pensando inteligentemente, van a pagar $10,000 por un combate de box o por cualquier otro evento deportivo?
Este será un show para los ricos, para los hombres viejos y acaudalados que quieran lucir a su mujer joven (trophy wife), a su amante guapa, para las mujeres ricas que quieran lucir sus joyas, y para todo aquel que tenga algo que presumir. En pago-por-evento, solo los fans que caigan presos de la morbosidad y curiosidad pagarán $100 dólares por ver una versión boxística del circo Ringling Brothers.
La única oportunidad que tiene Conor McGregor (uzquierda) de ganarle a Mayweather es que este ya tiene 40 años y tiene algunos meses fuera del ring. Mayweather ha prometido rifársela ante Conor buscando intercambios de golpes. ¿Pero que no hemos oído lo mismo en otros combates del “Money”? ¿Qué no dijo que esto haría ante Manny Pacquiao? Ya todos sabemos lo que pasó.
Ya estamos a un mes del anticipado combate entre Saúl “Canelo” Alvarez (izquierda) y Gennady Golovkin (derecha) y el ambiente se sigue calentando. Ambos púgiles siguen entrenando duro, pero mientras que Abel Sánchez, entrenador del púgil kazajo, y Golovkin siguen hablando hasta por los codos, Canelo, entrenando en San Diego, trata de permanecer callado cuando puede. La serie en HBO que normalmente le da publicidad especial a este tipo de combates pronto empezará. Será interesante conocer más de cerca a los dos boxeadores.