EL PELIGROSO NOCAO EN EL PRIMER ROUND

| September 8, 2015 | 0 Comentarios/ Comments

linares vs salgadoPor Andrés Pascual

El nocao en el primer round es el más peligroso que puede sufrir un pugilista; aunque no lo tratan debidamente de acuerdo a su importancia, que un boxeador caiga por la cuenta reglamentaria sin haber entrado en calor, puede dejar secuelas por la sorprendente e inesperada caída, puede crear un complejo, un prejuicio, una preocupación de largo y difícil efecto para recuperarse.

Aunque en la rica historia del boxeo profesional ha sucedido muchas veces, nadie puede negar que, por lo menos en la próxima, incluso en las próximas 5 ó 6, el boxeador que fue anestesiado en el inicial no será el mismo, no reaccionará igual de acuerdo a su clase y, muchas veces, han necesitado ayuda sicológica o refugiarse en la fuente de la filosofía oriental para recuperar la seguridad en sí mismo.

Un nocao no es el fin del mundo, aunque en estos tiempos cuestionan al boxeador porque le den un knockdown, le cuestionan su clase, su resistencia y hasta su valor, pero recibirlo en el primer asalto causa una impresión diferente, porque al peleador lo cazaron o muy confiado, o con la cabeza fuera de donde debía tenerla, es, la mayoría de las veces, un bochorno.

Por lo general, este nocao se lo dan a los boxeadores jóvenes, sin picardía, que se confiaron más de la cuenta, mientras, al contrario le advirtieron que golpeara rápido, directo, precisamente para sorprenderlo.

Más del 90 % de los primeros rounds de un pleito son lentos, cansones, la culpa de que sean así recae en una definición que “instituyeron” durante los 50’s, “round de estudio”, cuando debía ser por exceso de precaución, por temor a ser sorprendido frío, porque no existe algo más desagradable ni peor que el fuera de combate prematuro.

A través de la historia, pugilistas sensacionales, de clase, recibieron un nocao en el primero: en 1917, Jack Dempsey recibió un golpe en la cabeza lanzado por Jim Flynn y cayó como el pollo con el cuello partido; en 1943, Curtis Sheppard noqueó a Joe Máxim en Cleveland sin apenas cruzar un jab; en 1923, Tiger Flowers no se había puesto de pie y ya estaba revolcándose por la lona por un bombazo de Kid Norfolk; en 1911, Benny Leonard fue enviado al suelo por un zurdazo de Mike Finnegan, se paró, pero en tan mal estado que cayó comenzando el 2do. Muchas otras historias pudieran exponerse, como la de Schmelling, pero con las que cité creo que son suficientes.

En el boxeo cubano, no hubo otro que causara tan amarga decepción como el recibido por Florentino Fernández de la mano de Rocky Kalingo; aunque varios cronistas que estuvieron en aquel programa en Caracas en 1959, entre ellos Cuco Conde, estimaron que el referí se apuró en detener la pelea.

En época reciente, tal vez la receta de anestesia general en la apertura que más daño sicológico le causó a un peleador, fue la que le dio el mexicano Juan C Salgado al venezolano, residente en Japón, Jorge Linares (foto).

El 10 de Octubre del 2009, Salgado sorprendió a Linares en el primer round y le quitó el invicto, la faja supergallo de la AMB y la seguridad que necesitaba para seguir con su carrera triunfal, fue un nocao imprevisto, impensable por la diferencia de clase entre ambos boxeadores.

Sin embargo, el gladiador encontró al cubano Ismael Salas y ha podido rehacer su carrera, al extremo de recuperar su valor de inversión; ahora mismo, es un campeón de prestigio, clase moral y deportiva.

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