El franquicia 2: La madre del caótico enredo en los ligeros
Hay tres divisiones caóticas en el CMB, los pesados, los supermedianos y los ligeros. Pero estos últimos se llevan el primer premio. Y Lomachenko le puso la tapa al pomo en estas últimas horas al acusar de mentiroso a Devin Haney. Un campeón de caricatura que va exprimiendo ese título regular artificial que le cayó del cielo al estilo de otros vendedores de ilusiones: eligiendo a quien enfrenta.
Ex campeones, veteranos y que no supongan un peligro mayor, pero que vencerlos le de prestigio. Cualquier parecido con otras carreras, no será coincidencia. Eligió a Yuriorkis Gamboa que así y todo le dio guerra y ahora eligió a Linares, que a sus 35 años todavía le podría dar un susto. Pero evitó a Lomachenko y como el propio ucraniano lo denunció, mintió al alegar que le habían enviado un contrato.
Es apenas uno de los tantos dramas alrededor de una división ‘patas para arriba’, totalmente descontrolada y con un caos que tiene claramente identificado su origen: aquél segundo cinturón franquicia que un día resolvieron asignarle a Lomachenko sin que el mismo lo hubiera pedido.
¿Por qué la culpa de todo la tiene el primer cinturón franquicia que en mala hora resolvió inventar el Consejo Mundial de Boxeo en el peso mediano?
Sencillo, ese cinturón provocó una serie de disparates en cadena con efecto dominó, que ha terminado alterando toda la organización del boxeo del CMB, al punto que se han visto obligados a seguir inventando para complacer a unos y a otros o quizás evitar juicios millonarios.
Un proceso de errores cuasi alucinante que les describimos en este video, no apto para quienes no comprendan el valor de una mala decisión ejecutiva en un organismo fundamental y cuyo papel en esta historia es poner orden. Nunca lo contrario.