EL ASPIRANTE LÓGICO
El 16 de Noviembre de 1953, el cubano Gerardo “Niño” Valdés (foto), uno de los mejores heavyweights disponibles en el mercado para enfrentar a Rocky Marciano por la corona del peso, noqueó en 4 rounds al campeón europeo Heinz Neuhaus; tres meses antes, el 11 de Agosto, había superado por puntos al ex campeón Ezzard Charles en la Florida.
La exhibición del Niño fue apabullante contra el teutón en Durtmond, Alemania, lo vapuleó como quiso hasta que el perdedor no tuvo otro remedio que caerse y esperar la cuenta irremediable.
El poderío demostrado por el antillano provocó una sospechosa euforia en Al Weill, apoderado de Marciano y del Administrador del CLUB INTERNACIONAL DE BOXEO, Harry Markson, porque “el Niño se estaba comportando como un aspirante lógico a la faja del ítaloamericano”.
Weill dijo más “nos gusta ver en buena forma a peleadores de los completos, mientras mejores, mayor la entrada y Valdés está inmejorable”; pero, inmediatamente, dio la nota desafinada: “aunque tenemos otras ofertas y proposiciones de algunos muy buenos también, como Don Cockell, Earl Walls, Don Bucceroni, Coley Wallace y hasta el mismo Charles…”
Pero, quien “cortaba el bacalao” a la hora de seleccionar un retador para un campeón mundial, Fred Saddy, Presidente de la Comisión de Rankings de la Asociación Nacional de Boxeo (NBA), no compartía ese criterio, entonces, desde Milwakee, respondió a la pregunta sobre un posible escalafón y Valdés como primera oportunidad: “No, no es un aspirante lógico, todavía no está en condiciones de desafiar a Marciano, necesita 2 ó 3 victorias más, igual de contundentes, para aspirar a semejante regalo”.
El Niño se consideró con la clase y la moral suficientes para retar al campeón e, inmediatamente después de su victoria en el Viejo Continente, lo hizo así, “Si Rocky no me acepta ahora como retador, la gente lo va a considerar muy divertido”, no le dieron la oportunidad y su carrera continuó con alternativas, como fue en el ring de acuerdo a su temperamento: un día sí y mañana veremos…
¿Aspirante lógico? ¿Qué es eso? Entendiéndose este “tipo de retador” como el único con la clase posible, quizás; sin embargo, muchos aspirantes jamás fueron el # 1 de la lista obligada.
Aunque durante la Edad de Oro del pugilismo existía la manipulación de los escalafones, no era ni remotamente con la desverguenza como los violan hoy, que, porque no aparece el nombre para calificarlos, RELAJO es lo que les queda bien.
Por ejemplo, para la pelea entre May jr y Pacquiao ¿Qué posiciones escalafonarias se tomaron en cuenta? El problema es que los rankings no existen, una pelea se efectúa a conveniencia de los promotores, entonces a un ligero le ponen 4 libras encima para que enfrente al campeón welter jr, porque, otra de las necedades del cronista sometido a billetazos, “es la que todo el mundo quiere ver”, mientras, nadie conoce la cara del 8vo ó del 10mo, incluso ni del tercero, en el ranking de la división que escojan.
Para males mayores ni así, porque, por regla general, en contubernio con la televisión, se va haciendo rutina en el boxeo que las “megapeleas” sean en pesos de conveniencia y mutuo acuerdo; es decir, en divisiones que no existen, a tal efecto, la pobre lista de obreros que esperan un “chancecito” es un fantasma.