EL APODO, BIEN, PERO EL RING ES OTRA COSA
Peter Quillin (29-0, 21 KO’s) retuvo la faja de peso mediano de la OMB anoche en Atlantic City ante Gabriel Rosado (21-7, 13 KO’s), a quien consideraron alguna vez como una promesa indiscutible del boxeo y hoy como a un peleador al que la suerte no acompaña. Según algunos eruditos, el norteamericano de Michigan inició “el largo camino a la fama”.
Según Thomas Gerbassi, de Boxing Scene, Guilliam describió la vida en el tope del boxeo mundial (debió decir de una versión), mejor que como lo hubiera hecho Hopkins, al que señaló como charlatán: “tuve que aprender a lidiar con esto…”, y continuó, “porque tengo el cinturón, hasta mis amigos querrán boxear conmigo…” sin dudas, este ganador anoche es locuaz por todo lo otro que habló.
A este peleador le dicen Kid Chocolate a secas, es la primera vez que se usa el nombre completo de Eligio Sardiñas para apodar a alguien que, en honor a la verdad, está a años luz del BOMBÓN DEL CERRO.
Por lo general, a la gente la han moteado con CHOCOLATICO o CHOCOLATE, pero no con Kid también. Ese Nick, más que un recuerdo fanático de un padre orgulloso, es una profanación.
Y lo es porque no hay algo más diferente que el boxeador Quillian y la Leyenda del Cerro: del día a la noche.
El oriundo de Detroit habló de peleadores posibles, de Maravilla, por ejemplo… soñar está bien y no cuesta, pero a ninguno boxeador de un adarme de más clase que a Rosado puede ganarle: el peleador que retuvo anoche por ese tipo de nocao que se produce cuando un médico decide parar por sangramiento aparatoso, no es un gran peleador ni lo será nunca.
A pesar de que estaba bien delante en las 3 tarjetas, me da la impresión de que si no paran el pleito en el décimo podía caer por anestesia general, porque estuvo vulnerable a combinaciones telegrafiadas que no fueron ejemplo de dechado técnico.
A pesar de todo, logró retener la versión de la Organización que obtuvo el año pasado contra Hassan N’ Dam en Brooklin, al que tiró 6 veces para llevarse la decisión en 12 asaltos.
En la de anoche hubo caídas por ambas partes.
Yo esperaba mas de Quillin, quede satisfecho con su anterior pelea ante un rival de buena calificacion. Pero este ultimo sabado aparecio un Quillin totalmente mareado, apatico y sin forma. El dira y se cansara de repetir la frase acuñada por Floyd: “hard wolk”, pero alguien con ojos en la cara y cabeza soportada por el pezcuezo, no le creera ni una sola de las dos palabras que conforman dicha frase.
Quillin salio alante pero Rosado lo comenzo a empujar hacia atras y a arrollarlo de cierta manera. La esquina de Quillin, dicen las equivocadas lenguas que muy buena, le pidio al cubano, hombre mas poderoso, que boxeara hacia atras y por ahi abrio la pitera por la que se le iba a escapar la vicatoria si no aparece ese jab salvador que le fundio el ojo al boricua. Quillin tenia que plantarse en el centro del ring e intercambiar usando mas su upper de derecha, que es su mejor arma.
Creo que es demasiado prematuro para descalificar al cubano. Hay que esperar un poco y pedirle que se ocupe mas de lo que hace. Golovkin tampoco vale las orejas llenas de agua y El Tal Maravillas va a tener que hacer milagros para volver por sus fueros. Esa division, como casi todas las del boxeo, no esta buena. Claro que me gustaria que Quillin llegara pues su pasion por Cuba, parece que inculcada por su padre, ha quedado clara en su cabeza pintada y el ultimo sabado en su protector bucal. Esperar.